Capítulo 20.《Una propuesta inesperada.》

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—Eres un imbécil,Bernasconi.

Lo miro indignada,sintiendo esa decepción volver nuevamente a su corazón,que él no hacia nada más que quebrar en miles de pedacitos.

Esas incontrolables ganas de golpearle la cara,hizo que su mano rebotara  por la magnitud.Agustín  giro su rostro sorprendido,sobando la zona mientras Carolina se hacia paso entre la personas para ir a la salida.

La atención volvía a estar en ellos.La música había tomado un pausa drástica y el moreno vio como la rubia acompañada de Mike lo enfrentaba furiosa.

—¡¿Qué mierda le hiciste a Caro?!.—Reclamó exsaltada,Agustín se resigno a escucharla serio.

Después de todo ,Carolina tenia razón,él era un imbecil.

—La cague ,eso es todo.

La expresión de la rubia cambio tan drásticamente que hasta el pelinegro tomo distancia, mientras el moreno la miraba fijamente,desafiante.

No tardaron unos segundos más sus manos quietas y lo abofeteo fuerte,incluso le dolió la muñeca y con la furia hirviendo por la actiud de arrogancia de mostraba Agustín, agarro a Michael y salieron en busca de Carolina.

Las personas no se movian,quedaron embobadas esperando una respuesta del joven, que sólo camino entre la gente con normalidad hacia la salida.

Ese era su estilo.

Justo fuera de la puerta,se acaricio la mejilla,apagaciguando el dolor y emprendió su búsqueda.

**
Reviso el reloj de su muñeca,las horas habian pasado volando y se encontraba alli,a las puertas del amor.Tirando su orgulloso y rogando el perdón.

—Muñequita,no me dejaste terminar—Refuto desesperado mientras buscaba eufórico la cajita en su chaqueta.Cuando la hallo se la acerco y ella la aparto.

—No quiero que sigas burlandote de mi.—Aclaro mirando fijamente sus ojos.—Lo mejor será que esto,termine aquí y para siempre.

Sintió una terrible desesperación al procesar esa palabra.

—Déjame entrar y te explico.

Se apoyo sobre la pared y elevando las cejas con los brazos cruzados,le dejo acceder a la casa.

Él emocionado apreto sus mejillas y las besos,ella lo aparto molesta aunque sonriente y le indico la sala con su mano.Buscando hacerla reír, la levanto levemente del piso y la llevo entre risas hacia el sofá,donde la sentó cómodamente,sin antes darle más besos en sus mejillas coloradas.

Se alejo unos pasos,su mano estaba temblorosa y respiro profundamente para mantener la compostura.Carolina no entendía nada,aquello lo apresuro y sin planear discurso alguno saco la caja de su bolsillo,la movio y dejo al descubierto la pequeña joya con la piedra celeste en el centro.

Pudo notar como su rostro quedaba en pausa por un momento,que le parecio infinito.Se acerco junto a la caja y se arrodilló  a sus pies.

—No entiendo.—Confesó confundida mientras alejaba el anillo,temerosa.

—No es necesario que entiendas.

Su voz salio rasgada y leve,le costaba hablar por las ansias.

—Claro que si,supuestamente me cansaré contigo.—Murmurro ocultando la sonrisa debajo de la mano que cubría su boca.

Agustín no podia sonreir más.Al fin habia jugado bien la cartas.

La castaña le dio la mano para que se levantara del piso ,él la jalo de su pequeña muñeca y la atrapó entre sus brazos.Su respiración sonaba contra el pecho y juro que podia sentir como su corazón latía,para él.

Entre rasguños y mordidas. [Aguslina].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora