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-Listo, llegamos. -Robin de repente soltó mi brazo y nos detuvimos, escuché como usó el timbre de la casa y casi un minuto después alguien abrió-. Le traigo al Devon que encargó.

-Me preguntaba cómo llegaría desde que su perro se perdió -reconocí la voz de mi tía-. Pero me parece que lo vas a disfrutar mas de esta manera, Dev.

-Me estas avergonzando -dije, sentía como se me comenzaba a calentar la cara, me estaba sonrojando un poco. A mi lado Robin comenzó a reírse, eso me tranquilizó un poco, no me gustaría que se sintiera incomoda por ese tipo de comentarios; porque mi tía si que los hacia frecuentemente.

-Bueno, hasta aquí llegué yo -habló Robin-. Vendré a recogerte en unas horas. -Cuando dijo eso me dio un ligero apretón en el brazo.

-Oh, te puedes quedar si quieres. Ya que como todavía tienes que venir por él sería productivo. -comentó mi familiar, yo quería que se quedara porque me gustaría poder conocerla mejor, pero por otra parte no me causaba gracia que ella me viera avergonzarme a mi mismo- Aunque si tienes algo que hacer no importa.

-Esta bien, en realidad no planeaba hacer nada. -respondió ella finalmente. 

-Genial, ahora pasarás tu tarde observando como me tropiezo y golpeo con todo -hablé, se supone que yo vengo aquí todos los días para hacer ejercicios y poder acostumbrarme a moverme por ahí estando ciego, tendría que ir a un lugar especializado pero por ahora no nos lo podemos permitir y mis padres no quieren que me quede solo en casa. 

-No se me ocurre otra forma mejor para pasar el tiempo que esa. -dijo Robin, no pude distinguir si lo dijo con sarcasmo o si hablaba en serio. Sentí como ella quiso tomarme del brazo pero mi tía la detuvo.

-Así no, lo mejor sería que Devon estuviera agarrado a ti, aunque si tu quieres sostenerlo... pues no te juzgo. Las chicas por lo regular siempre quieren hacer eso con él.

-Me estas avergonzando de nuevo. -Robin tomó mi mano izquierda e hizo que esta vez yo fuera el que estuviese sujetado.

-Te dije, pasaremos un buen momento. Esto va a ser interesante -habló en mi oído y comenzamos a caminar para adentrarnos en la casa.

-¿Pasaran un buen momento? Antes de eso tómense un café o algo, los jóvenes de ahora son demasiado salvajes. -la puerta se cerró detrás de nosotros y suspiré cansado al pensar en todo lo que tendría que aguantar esta tarde. Y todas las que estaban por venir...

El camino correcto [Pausada Indefinidamente] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora