El camino correcto [Pausada Indefinidamente]

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Les pido encarecidamente que lean mi nota al final y sobretodo, que no me ignoren.
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-¿Cómo está el señor no tengo que ver a Robin porque estoy bien por mi cuenta?

-Déjame en paz, mamá.

-Siempre te ha gustado demasiado hacer drama, de seguro lo sacaste de tu padre.

Robin se había ido una hora atrás, se dio cuenta de que en realidad no tenía nada y me dijo que iría a golpear a Zev por engañarla. Ahora acompañaba a mi mamá a regar el jardín, solo estaba sentado por ahí mientras platicabamos.

O mientras ella se burlaba de mi, en realidad.

-¿Recuerdas a mi perro? -le pregunté.

-Si, ¿por qué? -respondió, obviamente no veía que hacía pero debió de regar un lugar cercano a mi porque sentía un poco de agua caer a mi cara.

-Me siento culpable.

-Es normal, dejaste al perro que te ayudó en los momentos más difíciles solo porque una chica linda te ofreció su ayuda.

-Ahora me siento peor, gracias.

La verdad es que tenia un tiempo pensando en el, al principio le dije a mis padres que ya no necesitaba buscarlo porque tenía a Robin. Pero recientemente me sentí mal cuando me di cuenta que estaba perdido y solo por ahí. Aunque a lo ya era tarde para volver a intentar recuperarlo.

-¿Quieres ver si lo puedes encontrar? ¿Y tu amiga?

-Pienso que puedo conservarlo de mascota y tener a Robin al mismo tiempo, hasta podemos jugar con el los dos. ¿Crees que sigue vivo?

Ella tiró la manguera en algún lugar y se sentó a mi lado. -Probablemente, tenía una distinción para que la gente supiera que era un perro guía, estoy segura de que alguien debió de llevarlo de vuelta al centro de entrenamiento de la ciudad.

-¿Entonces podemos ir a buscarlo ya?

-No sé... -dijo dudosa y después murmuró algo que no entendí bien-. Dame unos días, necesito arreglar los papales para probar que eramos los dueños. E inventar una buena excusa del porqué no habíamos ido por el en todo este tiempo, en caso de que esté ahí.

-Genial. ¿Ya terminaste lo que estabas haciendo? -el aire comenzó a sentirse frío y escuchaba el sonido que hacen las hijas al moverse por todo el viento. El sol ya no estaba y parecía ser que ese momento era el mejor para cuidar de un jardín.

-Si.

-¿Me dejas tocar tu cara un poco?

Me abrazó y puso mis manos en su rostro, esto podía ser bastante extraño para las personas. Pero desde que no puedo ver, mis manos se convierten en mis ojos y necesito sentir las cosas para darme una idea de como lucen las cosas.

Uno de mis mayores miedos era olvidar como son mis padres, cada cierto tiempo hago esto con ellos. Cuando decidí que ya era suficiente y que ella seguía exactamente igual a el último recuerdo que tenía, nos levantamos y ambos fuimos a cenar.

Ahora me daba curiosidad saber cómo es Robin.

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Bastante corto porque mi humor no anda bien y si sigo escribiendo a lo mejor termino matando a alguien, en fin. A veces la gente me hace difícil seguir siendo un ser etéreo de paz.

Ahora hablemos de negocios, necesito de su elegante ayuda con algo, se me ocurrió una historia, pero no con el formato normal que siempre hago, ahorita verán como. Y desde que ésta es la única historia que estoy actualizando tendrá que ser por aquí.