Creí que el momento más incómodo ya había pasado hasta que Robin decidió dejarme solo con su amigo. Ambos duramos unos sólidos cinco minutos sin decir nada y solo los conté porque quería mantenerme entretenido con algo.
-Ésto es incómodo, ¿por qué demonios ella nos dejó solos si nos conocemos apenas cinco segundos? -dijo él.
-Porque Robin está loca, has sido su amigo por no sé cuantos años. Creo que no debería de sorprenderte -respondí, Zev se volvió a quedar en silencio y luego suspiró, noté que él hacía eso muy seguido por lo que decidí preguntar-. La gente cursi dice que cada vez que suspiras un poco de felicidad se escapa de ti.
-No creo que quede mucho de eso.
-Puedo ver tu punto.
-Siento mucho lo de hace rato, no me siento muy bien últimamente... -comenzó a hablar nerviosamente-. Debe de ser patético que yo esté aquí actuando como la persona mas desdichada del mundo, estando tu situación.
-Mira, es un asco no ver, si. Pero no creo que sea bueno minimizar lo que sea que sientas, tu felicidad no es igual que la mía y es lo mismo con nuestra tristeza. Puede ser que no sea algo como lo mío, pero si puede hacerte sentir igual de mal.
-Supongo que tienes razón, pero sigo lamentando lo de antes. Igual, intentaré no hacer esto muy incómodo, aunque no soy una persona que hable mucho, por lo regular Robin hace todo el trabajo. -asentí recordando como nunca hay vacíos entre las conversaciones que tengo con ella, aunque diga tonterías.
-Puedes platicarme de lo que sea, somos prácticamente extraños, no te puedo juzgar. -intenté ser amable, probablemente hay cosas con las que se siente mal incluso hablando con Robin.
-Te cambio un secreto incómodo por otro secreto incomodo. -contestó, me imaginé que tipo de secreto querría él saber de mi y me sorprendí encontrandome bien con decirle, no era algo incómodo o vergonzoso, pero tampoco era como si me gustara decirlo a cada rato. Por alguna razón, no tenía problema con Zev.
-Hecho -dije luego de meditarlo unos segundos, no encontré algo en contra y quería aprovechar que Robin no estaba.
-¿Por qué te quedaste ciego? -preguntó.
-¿Qué son los papeles que encontré hace rato y de quién es la habitación vacía junto a la tuya? -interrogué justo despues de él, probablemente también lo esperaba.
-Esas son dos preguntas, responderé a ambas si tu inicias primero. -se quejó.
-Que facil es negociar contigo -dije tomarle importancia y comencé a contarle.
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Solo una persona de dio cuenta de que Devon había entrado a la habitación de Jack ._.
Si no sabes quien es Jack, te recomiendo parar aqui e ir a la historia anterior a ésta llamada "Sin destinatario" y luego volver aquí, porque la siguiente parte va a ser un spoiler tremendo si no lo haces.
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El camino correcto [Pausada Indefinidamente]
Short Story[Secuela de "Sin destinatario", debes de haberla leído antes] Devon nunca supo exactamente a dónde debía de ir, incluso antes de quedarse ciego. Robin... Bueno, ella siempre estuvo perdida.