Buscaba mi condenado bastón cuando alguien tocó el timbre de mi puerta. Cuando se trataba de mi casa podía andar por ahí libremente porque yo ya sabía dónde estaba absolutamente todo y no me sentía inseguro.
Me coloqué mis lentes de sol y me acerqué a la puerta.
-¿Quién es? -pregunté antes de abrir, mis vecinos estaban al tanto de que tenían que avisar a mis padres en caso de que me encontrara solo y alguien extraño se acercara a mi casa. Pero aún así quise tomar precauciones.
-El amor de tú vida -respondió una voz femenina al otro lado, me reí levemente y espere unos segundos más antes de hablar de nuevo.
-Lo siento, ven en otro momento. -escuché como Robin resopló y golpeó el suelo ligeramente con su pie.
-Devon. -reprochó diciendo mi nombre.
-Robin. -imité y finalmente la dejé entrar.
Yo me hice un poco hacia atrás para darle espacio y que pudiese cerrar la puerta. Sentí como tocó mi hombro en forma de saludo.
-¿Estás listo para otra tarde divertida conmigo y tu tía? -interrogó la chica.
-Por supuesto, me encanta que la tía Megan me deje en ridículo, solo espera a que encuentre mi bastón y podremos irnos a tener nuestra súper aventura.
-¿Quieres que lo busque por ti?
-Como quieras, solo me faltaba revisar mi habitación. Sube, es la última puerta del pasillo.
Robin subió la escalera rápidamente mientras yo me senté en el sillón de mi sala. Algunos minutos después bajó y puso el bastón en mi mano.
-Lo encontré justo al lado de tus revistas porno.
Sentí mi rostro ponerse caliente hasta que ella comenzó a reírse. Entonces recordé que yo no tenía ese tipo de cosas en mi habitación.
-Muy gracioso. -hablé con vergüenza por haber sido engañado. Me puse de pie y busqué el brazo de Robin.
-Si, mi mamá se lo hizo a papá esta mañana, tenía que utilizarlo con alguien. -se excusó, salimos de mi casa y cerramos con llave.
-¿Y solo pensaste en mí como tú víctima? -pregunté abochornado.
-No conozco a muchos chicos, Zev no hubiese sido divertido. Él diría que me las prestaba o algo así.
-Vaya, suena como una persona interesante. ¿Tu amigo o novio?
Soltó una risa nerviosa y noté como se tensó mientras caminabamos, se aclaró la garganta y habló-. Solo es mi amigo.
-¿Entonces solo tienes un amigo?
-Solo él ha sido lo suficientemente cercano, había otros más, pero cosas sucedieron. Y no es como que sea asocial, es que a la mayoría los considero solo conocidos.
-No te olvides de mi, te pagan por cuidarme. Supongo que formo parte de la élite de tus conocidos, o estoy al fondo, depende de como lo veas.
Robin se detuvo sin avisarme por lo cual casi me caigo, solté algunas maldiciones y esperé que ella notara mi molestia por haber hecho eso de improvisto.
-Oh, lo siento -se disculpó-. ¿De dónde sacaste que me pagan por estar contigo?
-Pues mis padres te contrataron, ¿no? -pregunté dudoso.
-Si, me ofrecieron dinero, pero dije que no.
Esta vez yo fue él que dejó de caminar.
-¿En serio? -quería sonreír pero me detuve-. Pero aún así formo parte de tu lista de conocidos.
-Dev, no seas dramático. Te conozco desde ayer.
-Bueno, no he tenido contacto humano con alguien que no sea de mi familia desde hace tiempo, podrías decir que estoy sediento por un amigo.
-Pasaremos mucho tiempo juntos de ahora en adelante, tranquilo.
-¿Y seré tu amigo?
Robin se rió fuertemente en medio de la calle.- Claro, lo serás. Incluso puedes ser el Batman de mi Robin si eso te hace feliz.
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El camino correcto [Pausada Indefinidamente]
Conto[Secuela de "Sin destinatario", debes de haberla leído antes] Devon nunca supo exactamente a dónde debía de ir, incluso antes de quedarse ciego. Robin... Bueno, ella siempre estuvo perdida.