Capitulo 2: ¿Estoy?

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Al despertar, ya estaba en otro país; otro idioma, otra gente. Me sentia en un ciclo sin fin, conviviendo con un montón de culturas a la vez, como una Nebulosa, un a agrupación colosal de galaxias unidas entre sí.

Ahora mismo, estaba las calles de Sãu Pablo, aunque no lo crean, no se llega directamente a Rio de Janeiro, nunca esta de más saberlo. En tanto mi madre esperaba que nos viniera a buscar el chofer, yo estaba parado con una sombrilla en la mano, era regular para mí, como si fuera un vampiro. Tenia que ponerme 5 capas de bloqueador e ir con una sombrilla a donde sea; para que mi piel no se enrojeciera ni se bronceara, yo solito podría agotar una industria de bloqueadores entera.

Permanecía firme en tanto acomodaba mis lentes negros. Mi abuela cruzó repentinamente su brazo por el mío, comiendo el maní que le dieron las azafatas en el avión.

- Vaya calor hace en este País, tendremos que tener al pequeño Timmy en cuarentena. -bromeó mientras el auto llegaba por nosotros, la ayude a subir y cerré mi sombrilla.

Sí, mi abuela también tenia un sobre nombre para mí, en vez de llamarme Thimothy, me llamaba Timmy, creo que es dulce, también por que decir un nombre tan largo todo el tiempo debe ser agotador.

- Estaré bien, el sol es soportable siempre y cuando tenga mi bloqueador puesto. -mire a mi abuela con una sonrisa, mientras le pasaba sus vitaminas, a ella no le gusta tomarlas, solo lo hace cuando yo se las entrego.

- Ay mi pequeño niño, por Al-lāh que eso sea cierto.

Por otro lado, mi mamá discutía por teléfono con uno de sus inversionistas, era cotidiano verla así, tal vez por eso su afro siempre se mantenía definido, su mal humor cuidaba su cabello? Posiblemente.

El trayecto fue largo, pues antes de llegar a las provincias de O.V.E, el chofer se ofrecio a darnos un recorrido por las avenidas principalmente turísticas. Brasil es muy bello, pero yo no estaba preparado para tanto bullicio y gente, era sorprendente lo prendidas que estaban las calles a altas horas de la mañana, y aunque para mí era raro, para mi madre y abuela era como estar en casa. Luego de un rato el auto fue a las afueras de la ciudad; subiendo montañas selvaticas, a lo lejos había un portón gigante al cual solo se podía ingresar con una contraseña secreta. Dentro había una ciudad gigante con gente de O.V.E, era fácil saberlo, pues ellos caminaban sin preocupaciones, exhibicibiendo orgullosamente sus extremidades licantropas u animales.

Yo tenia la cara pegada al vidrio, no nos habíamos bajado en todo el trayecto, pues mi mamá nos queria bien seguros antes de llegar. Observándo con entusiasmo mi alrededor, mire a mi madre quien dejaba salir sus orejas y cola de manera natural aun manteniéndose concentrada en el teléfono. Mi abuela me miro expectante y yo nervioso me volví sentar apropiadamente.

-Cariño, no importa si yo no puedo transformarme, soy humana, recuerdalo. Y me encanta como lucen las orejas en ti, no seas tímido y no tengas pena por esta anciana. -Capella puso su mano en mi espalda y la acarició.

Emocionado por este permiso, rápidamente mi cola y orejas salieron a la luz, mi pelo era liso, pero el de mis extremidades licantropas era rizadito, formaba remolinos suaves y esponjoso, y como si fuera perro, recosté la cabeza en las piernas de mi abuela quien me acariciaba y trenzaba el cabello.

- Ya hemos llegado al destino, señorita Tafari. -el chofer bajo la ventanilla que nos separaba, y luego bajo para abrirnos la puerta.

- Gracias Federico, pero llámame Malaika, Tafari es el nombre de mi marca y familia. -el chófer solo asintió bajando nuestras maletas en un carrito.

Yo ayude a mi abuela bajar, y rápidamente me cubrí con la sombrilla, hacia calor, había ruido, pero no tanto como en la ciudad humana. Estaba maravillodo, nunca había visto tanta gente de O.V.E en un mismo sitio, mi emoción era clara, no solo expresivamente, si no corporalmente, pues mi cola se agitaba de lado a lado mientras daba leves vueltas para ver bien a mi alrededor.

- Y? Que tal? Les gusta nuestra nueva casa y ciudad? -mi mamá junto las manos, viéndonos directamente.

- Claro, es hermoso, hace tiempo que no estábamos en una ciudad con tanta vida! -mi abuela se gano junto a mi madre y se sostuvo de su brazo, caminando al interior de la nueva vivienda.

-... -yo, que aun no asimilaba en donde estábamos, miraba a la gente como menso, comenzaba a sentir una leve sensación de ansiedad, pero al oír que mi familia se alejaba, me di la vuelta y las seguí en silencio.

Si este era mi nuevo hogar, no me molestaría quedarme un par de años, no solo la casa era hermosa, había gente de mi edad, de todas las edades que eran iguales a mí, era literalmente imposible que no pudiera hacer algún amigo.

...verdad?

No fue difícil adaptarnos a la nueva vida que llevaríamos aquí, el portugués no era un reto para mí, solo tendré que usarlo con los humanos, los ciudadanos de O.V.E, podemos entendernos sin importar nuestra etnia o país, tenemos un idioma en común, a diferencia de los humanos; y en cada país, hay de 1 a 3 ciudades como esta, por sectores ocultos donde nosotros podemos habitar libremente sin presencia humana.

Ciclo Mortal [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora