Capitulo 3: Desgaste

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Mi abuela me criaba y enseñaba en casa. Nunca necesite compañía de otros niños de mi edad, o eso es lo que creía. Total, cual era la diferencia? Ser educado en casa, para mí, era algo mágico, podía ir al baño sin pedir permiso, detener las clases cuando quisiera para comer o jugar, o simplemente no tenerlas. Por otro lado, ver a los niños jugar y no saber como acercarme, arruina toda esa magia que sentía en casa, mi abuela me llevaba a parques para que jugara, pero era tímido y no me acercaba, pero de vez en cuando un niño o niña me notaba, y me invitaba a jugar, esa era la única forma en la que yo interactuaba con los demás.

Los comportamientos de mi Capella eran como los de Arcturus, el guardián de la osa mayor y menor. Siempre presente y atenta, pero nunca pegada a mí, el chicle era yo, tenia apego ansioso. Pero ahora que iré a una escuela de elite O.V.E, con adolescentes hormonales, me siento desprotegido, era infantil, pero no quería estudiar ni hacer nada en un lugar donde no estuviera Capella.

- No, Timmy. No puedes llevarte a tu abuela a la escuela, ya dejala tomar su té. -mi madre levanto un periodico y me dio con eso en la cabeza.

- ¡¿Por que no?! Anda abuela, no la escuches, mirame... -me agarre a las ropas de mi abuela estando de rodillas para estar a su altura en la silla-

- Mi niño, no puedo ir contigo, primero por que te verían raro, segundo, por que no me quiero levantar tan temprano todos los días. -ella rió tomando té, con su mano temblorosa.

- Pero te necesito... -arquee las cejas en preocupación, mientras la abrazaba y apoyaba la cabeza en su hombro

- Thimoty Neville Tafari! Levántate del suelo que me ensucias tu uniforme! -mi madre alzo la mirada ya fastidiada de mi berrinche matutino- y ponte a comer, o llegaras tarde a tu primer día de escuela.

De mal humor, me sente sacudiendo mi pantalón, me tire en la silla y baje las orejas mientras masticaba el pan tostado.

-...

Mi abuela miro a mi madre y se acomodo en la silla

- ¿Que tal si yo lo voy a dejar a la escuela? Es su primer día, después de todo -Capella miro firmemente a mi madre, quien solo suspiro y asintió.

Mi cola empezó a moverse mientras volvía a comer con entusiasmo. Al terminar yo y mi abuela estábamos en el auto con dirección a la escuela; un rolls royce phantom 2018, de color negro. Mi madre sabe mucho sobre autos, de su motor, de su gasto de gasolina, pero me dejo elegir uno, la verdad yo no se nada sobre estos, pero me encantan los autos lindos.

- Ya casi llegamos, joven Thimothy, por favor acomode sus cosas.

- Si, gracias.

Tenemos un chófer personal, yo se conducir, pero mi madre prefiere que no lo haga, se que tiene miedo que choque sus autos. Por otro lado, Federico era nuestro chófer personal para el país que fuéramos, el viajaba junto a nosotros, es parte de la familia, así que mientras ordenaba mi mochila, mi abuela hablaba con él.

-...

Mire hacia afuera, y mis ojos empezaron a temblar, tenia un pequeño ataque de pánico, mis ojos siempre hacían eso cuando algo perturbaba mi paz. Al llegar, baje y me pare en la puerta, mientras mi abuela se acomodaba a mi lado, abrazando mi brazo.

- No estas emocionado? Hay muchos niños y niñas como tú aquí... es como otro mundo -Capella acaricio mi brazo, mientras yo estaba congelado.

- Tengo... algo de miedo -la mire intentando sincerarme- no quiero estar en un nuevo mundo sin tu compañía.

-Es solo una escuela cariño, me veras cuando salgas de clases todos los días... -ella acaricio mi mejilla, comprendiendo mi nerviosismo y calmando mis ojos temblorosos.

- No se si estoy listo... -mire hacia adentro, había gente jugando, hablando y algunos molestandose, era otro mundo para mí, por que no tendría quien me protega y cuide, no podre esconderme en mi cuarto cuando me sienta mal, un nuevo mundo con nuevas acciones independientes.

- Pero ya estas listo para explorarlo, no te eduque toda tu juventud, para que no puedas enfrentar una vida sin mí. ‐Capella hizo una sonrisa confortadora y me empujo hacia el frente, yo avance y me quede mirando hacia adentro-

-... -voltee a verla, el sol arrullaba y delineaba su silueta, para mí parecía un ángel. Corri y la abracé; escondiendola en mi pecho- Nos vemos en la cena, Capella.

- Claro que si, hijito. -ella palmeo mi espalda y luego tomo el brazo de Federico para subirse al auto, en tanto yo, me di la vuelta entrando a la escuela.

Pero nada de lo que me habían enseñado en casa, serviría aquí dentro

Ciclo Mortal [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora