Parte 1 2/3 Nueva vida

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Pero no pude hacer nada porque la que decidía era mi madre la cual se veía muy deprimida, y así fue como ahora vivía en Francia, nuevas amistades y nueva vida.

Llegamos a una gran mansión cerca de la Catedral de Norte Dame, lo único que me gustaba eran los hermosos paisajes y monumentos que había en París. Así los podría dibujar en grandes lienzos, aunque una vez soñé en ser un gran pintor y ser reconocido mundialmente por mis dibujos y obras.

Pero desde que supe de mi enfermedad todos mis sueños y metas se rompieron como un cristal, no era algo que te sorprendiera porque creo que es normal que alguien ya no tenga sueños después de saber que va a morir bueno así yo lo pensaba.

Tenía un cuarto muy grande y me sentía como un príncipe en mi pared tenía mi nombre en letras grandes Andrey nada más porque el apellido no estaba. Era genial pero no me sentía a gusto conmigo mismo, porque no era algo que me interesara las cosas materiales yo siempre recordaría de donde venia. Aunque viviera mucho tiempo en Paris no significaría que ya no sería ruso.

Por suerte me podía comunicar ahí muy fácilmente, porque yo era muy bueno hablando inglés, aunque a veces las personas solo se me quedaban viendo extraño. Supongo porque yo no era de Paris sino de Moscú.

Mis abuelos convencieron a mi madre que me metieran en una escuela pública ahí en Paris, que me haría de bien conocer más niños, estaba un poco curioso al escuchar eso. Mi madre rápidamente dijo que sí, me sorprendió que la convencieran rápido, ella estaba buscando trabajo ahí.

Al saber la buena noticia me alegre mucho mi primera vez conviviendo con más personas, me apure con todo lo que tenía que hacer estaba demasiado alegre hasta llore de la emoción por un largo momento se me olvido mi enfermedad la que impedía que una vez volviera a sonreír.

Era momento de empezar con mi nueva vida, por fin mi primer día de clases conocí a varias personas y me agrado mucho el ambiente todos querían saber más de mi pero no me podían entender mucho,  porque solo les podía hablar en ingles con la esperanza de que alguien me entendiera, porque si les hablara en ruso sería peor la situación.


La maestra y otro niño que se llamaba Nathan Girardon me podían entender porque hablaban inglés fluido igual, lo que hizo que me llevara muy bien con Nathan y nos hicimos muy buenos amigos con el paso del tiempo, y con la maestra ni se diga le entendía muy bien a los temas que enseñaba. Mi vida comenzaba a cambiar, aunque cada vez tenía que ir aumentando mi medicamento.

Siempre Nathan me invitaba a jugar a su casa, pero mi madre no me dejaba era algo triste, mientras que en la escuela yo no podía hacer ejercicio así que solo leía libros que me regalaban mis abuelos.

Los demás niños me invitaban a jugar fútbol y yo les tenía que decir que no y así se fueron alejando de mí, las personas pensando que yo los odiaba nadie se me acercaba más que Nathan quien siempre me dio su mano. A mi parecer todos murmuraban chismes de mí y de Nathan, aunque no les tomábamos mucha atención porque sabíamos que eran falso y que solo era su envidia al no poder hablarme.

Al fin mi graduación había llegado de la primaria estaba muy orgulloso ya tenía once años estaba alegre y ansioso de poder ver a mi madre sentada viendo como terminaba mis estudios de la primaria y recibía un reconocimiento de las mejores calificaciones a nivel de la escuela, mis abuelos estaban ahí pero no veía por ninguna parte a mi madre, pensé que no tardaba en llegar. Inicio el evento y no llegaba, hasta que termino y nunca llego, la única mujer con la que quería celebrar este momento no estaba.

Nathan me dio ánimos porque lo menos que él quería era verme llorar así que estuve con él por un tiempo después se tuvo que ir y yo me quede con mis abuelos, después nos marchamos a nuestra casa yo me encerré en mi habitación y comencé a llorar que doloroso, llego mi madre a la casa toco la puerta de mi habitación pero yo no quise que entrase, pero entro de todas formas, abriendo la puerta con unas llaves, me traía un regalo por mi graduación pero no lo quería, como antes había mencionado no me gusta lo material lo que quería era la presencia y el apoyo de una madre.

Padre que hubiera pasado si todavía hubieras estado aquí con nosotros, ¿seguiríamos en Rusia?, no podía creerlo todavía el tiempo pasaba corriendo a veces sentía que se burlaba de mí.

Estaba listo para iniciar lo que seguía de la primaria que era la secundaria, esta quedaba más cerca a mi casa lo que me gustaba más, podía ir y venir caminando, lo mejor de todo también estaba Nathan quien me apoyaba mucho era como un traductor para mí, aunque también claro que un amigo y un hermano.

Estábamos en la etapa de cambios físicos y de mejor aprendizaje yo como siempre preocupándome en los estudios, admito que había dos compañeros más que me podían entender porque resulto que también hablaban inglés y otro estaba aprendiendo ruso lo cual me hizo quererle ayudarle.

No hay mucho de qué hablar de mis estudios de secundaria, aunque como antes no podía hacer deporte y mi corazón parecía que empeoraba mas y mis medicamentos aumentaban. Una vez no me tome una pastilla de mi medicamento y parecía que se me escapaba el corazón eso paso a finales de la secundaria, los paramédicos tuvieron que ir por mí a la escuela.


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