Capitulo 3. Un nuevo yo. (continuación)

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- Me tenías muy preocupado pensé que ya no te vería más, me siento tan culpable de lo que estás viviendo porque yo inicie este maldito infierno para ti – lo decía llorando y cada palabra se sentía la honestidad de Aitor.

Yo no le pude responder nada sabía que iba a llorar igual, pero al darme cuenta mi madre había escuchado y me aparto de Aitor mandándome así al auto, yo solo podía ver y tal vez escuchar un poco desde el auto, al ver lo que pasaba mi madre bofeteo a Aitor que dejo marcada la mano y comenzó a gritarle:

- ¡Acaso no eres consciente de lo que está pasando, por tu culpa hay niños que molestan a Andrey, por tu culpa está empeorando su salud médica y lo peor de todo solo le quedan nueve meses de vida, y si no obtiene ese trasplante morirá por tu culpa!

 Al escuchar nueve meses de vida mis lagrimas ya no se pudieron contener y comencé a llorar, pero aún seguía observando, Aitor cayo arrodillado frente a mi madre realmente se sentía culpable, peor después de las duras palabras de mi madre. Dando media vuelta regreso mi madre al auto y nos marchamos.

Mis abuelos al enterarse de la misma manera que yo también lloraron. Yo estaba preocupado por Aitor aun de lo que fuera a pasar, mientras el coche seguía avanzando el camino yo desde la parte trasera observaba a ese desconocido que se convirtió en un conocido tan solo en un día.

- Ok Andrey vamos a cambiarte de colegio, algunos alimentos más ya no podrás comer, pero veras que disfrutaras mucho esto y cuando haya un trasplante podrás hacer lo que tú quieras, serás un niño normal – realmente lo decía con un sentimiento tan falso de felicidad – y ya no quiero que veas aquel chico, ya no quiero que te lastimen mas

Al reaccionar me di cuenta de cómo mi madre se enteró del bullying que me hacían y de Aitor, tal vez de él era muy obvio, pero de los demás chicos. Era algo que no comprendía, no sabía cómo reaccionar esta vez.

Al regresar a casa comencé a preparar mis papeles para poder ingresar a otra institución mientras que mi madre buscaba la manera de acomodar sus horarios con los míos para que ella estuviera conmigo. Aunque para mi me daba igual si estaba o no conmigo, porque al final cuando la necesite no se encontraba y ahora puedo ser independiente de sus manos.

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