Así fui a mi cuarto a encerrarme, ya no aguantaba el peso de mis sentimientos comencé a llorar sé que soy un chico muy sentimental, pero tenía tantas emociones en ese momento que mi madre nunca las comprendería, ella a comparación parecía una mujer inmadura. Yo crecí en un ambiente estudiando sin tener amigos y el único que tenia se había marchado, llore si porque la única etapa donde disfrute mi vida fue cuando vivía en Moscú.
De repente tocaron mi puerta, tenía que ser mi madre diciendo las mismas palabras que las personas dicen cuando comen errores lo siento, odio eso de las personas, pero apiadándome de mi madre me levante limpie las sobras de lágrimas y me acerque a la puerta listo para abrirla, cuando la abrí, descubrí que no era mi madre sino Aitor traía un gran regalo, él lo bajo para poder hablar adecuadamente, yo no aguante más y me arroje a abrazarle realmente me alegraba verlo, aunque no sabía porque mi madre lo había dejado pasar pero no me importaba mientras estuviera conmigo.
Este hermoso día donde pude convivir con mi amigo sin la preocupación de que mi madre nos descubriera era tan satisfactoria, aproveche la oportunidad para decirle mi secreto a mi madre, quien lo tomo bien porque sabía que en lugar de protegerme me dañaba aún más.
El regalo de Aitor fue muy sorprendente había muchas cosas que me agradaban, demasiados libros y dulces y lo más genial objetos de dibujo, anteriormente le había comentado que si Dios me daría más vida me gustaría pintar como él lo hacía, porque para mí es hermoso este mundo y me gustaría pintar muchas cosas. Las personas que tienen una vida normal no se dan cuenta de lo maravilloso que es la vida de cada persona alrededor, cada objeto, cada paisaje, y yo siento que las personas que nacen o viven enfermas disfrutan más la vida porque saber que la enfermedad los va a matar más pronto quisieran recordar mejor la vida.
Yo cuando muera me gustaría que me hicieran cenizas, y que en la caja donde echaran mis cenizas metieran todos los dibujos que haría de la vida, suena un poco tonto lo sé, pero para mí, es mejor quemar el cuerpo porque así los gusanos no comen tu cuerpo, y creo que las cenizas de una persona que alguna vez fue querida suena mejor que ser enterrada.
Aún tengo secretos que no he compartido con las demás personas, pero me gustaría que se quedaran así guardados, porque existen veces donde no puedes ser un libro abierto para todas las personas y si se lo dijera a los demás hasta Aitor, ya no se conocerían como secretos.
Para mí son secretos algo fuertes, podría que en otros países u otras personas los consideraran como pecados, pero mientras nadie los sepa, no importa lo demás. Aunque ya es uno de los secretos de mi madre, que nunca perdonare, con más seguridad solo diré que no la quiero realmente, solo la respeto como mi madre la mujer que me dio a luz, pero decirle que la quiero jamás.
NOTA:
* El siguiente capitulo puede tener algo de violencia un poco fuerte.
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MISMO CORAZÓN.
Teen FictionEs acerca de Andrey un chico con una enfermedad del corazón que pronto conocerá a Aitor para compartir momentos de su vida junto a el. ¿Que tan fuerte puede llegar a ser la amistad?