¿Y Stan?

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Sentía la comodidad de la cama, esa suave tela tenia un delicioso aroma a coco; era una sensación maravillosa. Dio un gran suspiro, y se romovio lentamente con los ojos fuertemente cerrados debido a la molesta luz. Giro su cuerpo, y se acerco a la gran almohada cálida que se encontraba ahí... ¿almohada? ¿cálida? ¿desde cuando tenia una almohada tan grande? ¿Las almohadas irradiaban calor?...

Mordió su labio inferior, y poco a poco los recuerdos llegaron a su mente...abrió con lentitud y miedo los ojos solo para encontrarse con un castaño de espaldas. Miro en silencio, trago fuertemente y con lentitud se levanto de la cama; haciendo a un lado las sabanas y tratando de hacer el menor ruido, se alejo poco a poco de la cama sin apartar sus ojos del castaño.

Uno de sus pies toco una tela en el suelo, y casi con miedo miro abajo. Un pantalón. Su respiración se acelero con cada segundo que pasaba, miro nuevamente al suelo y vio mas ropa, con miedo y pena miro su desnudo cuerpo y entreabrió la boca.

-Mierda...- aun en silencio y asegurándose de no despertar al castaño, tomo su ropa y salio de la habitación. Una vez afuera se vistió y bajo las escaleras con velocidad, tomo sus cosas y miro la hora. -5:00 am, mamá estará enojada... -hablo a lo bajo, mostrando una cara de preocupación. Miro a las escaleras y al no haber ruido alguno se dirigió a la puerta principal y giro la perilla.
-¿Pastelito? -escucho decir desde la cocina, era la voz de Liane, lo sabia. -Perdona que no regresara temprano...-escucho la voz cada vez mas cerca, se quedo quieto, seria de mala educación salir así. -Prometo llamarte a la proxi... ¿Kyle? -la mujer mostró un rostro de sorpresa, pero en un instante sonrió amable.

-Buenos... días -menciono algo apenado, dando una sonrisa nerviosa.

-Pensé que eras Eric, no me dijo que te quedarías a dormir. ¿Te vas tan temprano? -

-Si, yo lo siento, mamá me dijo que me quería temprano para no ser tanta molestia para usted -

-Claro que no Kyle, llama a tu madre, dile que yo los llevare a la preparatoria-

-No señora se lo agradezco, es mejor que me retire, dígale a Cartman que lo veré después - hablo con rapidez y salio de la casa sin dejar hablar a la mujer, quien dejo con un rostro de curiosidad.
-Ma...-se escucho una adormilada voz en las escaleras, la mujer miro a su hijo bajar con tan solo un bóxer puesto y rascando la parte trasera de su cabeza.
-Buenos días pastelito -contesto alegre la mujer

-¿Viste salir a Kyle? -

-Si, se acaba de ir. ¿Quieres desayunar amorcito? -hablo mientras se dirigía a la cocina, seguida del castaño quien apenas llegar se sentó con pereza en la mesa -Te haré unos ricos panques -

-Ma, si te dijera que tengo novia... ¿te alegrarías? -

-¿Una novia? Oh, ¿has vuelto con Heidi? -

-No -contesto con desgano mientras jugaba haciendo garabatos en la mesa
-Bueno, si tienes novia y ella te hace feliz, claro que yo seré feliz amor -se acerco con alegría a su hijo y puso un par de platos frente a él. -Come mi amor-
-Ma...-dijo mientras cogía un pedazo de panque en su tenedor. Lo miro con aburrimiento, para luego dirigir su vista a su mamá que lo miraba alegre. Él ya no era tan hijo de puta con ella como antes, un par de veces la escucho llorar por las noches y susurrar que era una mala madre; ella no tenia porque sufrir por sus estupideces. Ahora la trataba mejor y no le molestaba demostrar cuanto amaba a su madre. Llevo el trozo de pan a su boca y lo saboreo. Miro nuevamente a la mujer y suspiro levemente -estarías alegre si tuviera novia...-

-Estaría alegre si tu eres feliz -dijo sincera. Se acerco a su hijo y acaricio su mejilla con cariño. -¿Tienes novia Eric?-

-No...ma... es solo que... me gusta alguien y...-
-Amorcito, si te gusta alguien dilo, nunca te dejes un sentimiento guardado, ve con esa persona y confiesa tus sentimiento, si te rechaza o acepta solo lo sabrás si lo dices. -termino de hablar para luego acercarse a su hijo y darle un tierno beso en la frente. -Cuando termines ve a ducharte te llevare a la prepa hoy, ¿esta bien? -el castaño tan solo asintió y vio a su madre desaparecer en la sala.

Enamorando al enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora