¡Viviendo con 4 Mujeriegos!

Epílogo

1 mes y 3 semanas después...

Nada más salir del avión me dirijo a tomar mis maletas y una vez que las tengo busco un taxi.

Dios mío, estoy nerviosísima. No tengo idea de cómo reaccionaran todos al verme de vuelta. Tal vez estén molestos conmigo... si es así no me sorprendería, si alguno de ellos desapareciera de un día a otro dejando una nota, puede que yo también estuviese enfadada, pero realmente necesitaba un tiempo para mí. Eso fue demasiado. Mi vida entera creyendo que mis padres se habían muerto y resulta que estaban vivos, y lo mejor es que ellos sabían todo de mí. Pues no creo que supieran todo de mí, no se hacen una idea de cuántas veces he llorado en las noches y hacerme la fuerte delante de los demás.

Por lo menos me hubieran podido avisar. No lo sé, es demasiado extraño y por más que intente no podré entenderlo, como las matemáticas.

En unos minutos volveré a ver a mis amigos. A Jason. ¿Cómo va reaccionar? ¿Se habrá enfadado conmigo? ¿Me odiará? ¿Habrá encontrado a otra?
No tengo ni la más remota idea. Pero estoy muy agradecida con todos, como les dije nadie me llamó. Aunque les he echado mucho de menos, realmente necesitaba estar sola.

-Señorita, llegamos- me avisa el taxista haciendo que vuelva a la realidad.

Miro por la ventana y aquí está la casa. Sigue igual que hace unas semanas.

Salgo del taxi y con la ayuda del taxista saco mis maletas y tras pagarle, veo como se aleja la taxista.

Tomo las maletas y me volteo hacia la casa. Cierro los ojos y respiro profúndamente. Puedo hacerlo. Me digo a mí misma mientras camino lentamente hacia la puerta. Una vez en la puerta, suelto las maletas y llamo al timbre. Después de unos segundos, que me parecieron horas, la puerta se abre dejando ver al rubio que tanto le había echado de menos.

Sonrío un poco y él se queda quieto en la puerta mirándome fíjamente hasta que chilla como lo haría su novia y me abraza tan fuerte que me alza quedándome en el aire por lo que suelto una carcajada y no tardo en abrazarlo.

-¡¿Qué son esos chillidos?!-gritan por algún lugar de la casa.

-¡Selena! ¡Selena ha vuelto!-grita y me deja en el suelo, para despuéa volver a abrazarme pero más suave.

Escucho unas pisadas muy fuertes por las escaleras y luego un rayo, a no perdón, es Jason, corriendo a toda hostia que le da un empujón al rubio apartándole de mí y me abraza aún más fuerte que Justin, y yo que creía que eso era imposible.

Después de unos largos segundos abrazándonos nos separamos un poco y coloca sus manos en mi rostro.

-Rubia...

-Imbécil...

Sonreímos como idiotas que somos y acerca su rostro hasta la mía para después besarme de esa forma tan especial y delicada que solo sabe hacerlo él. Como echaba de menos estos besos.

-¡Justin cierra la puerta!-Mark aparece por detrás de Jason con... ¿una soga?-¡Vamos cierralo! ¡Que se nos escapa de nuevo!-grita histérico.

Río.

-No te preocupes, que no pienso irme. Ya veréis, os váis a aburrir de mí-sonrío.

-¡Eso nunca!-grita antes de correr hasta mí y abrazarme.

Después de un buen rato abrazándoles a cada uno de ellos nos sentamos en el sofá.

-¿Y... Chace?-pregunto extrañada, ya que no le he visto.

Todos se miran entre ellos un poco incómodos hasta que Justin habla.

-Él ya no vive aqui Sel.