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  Es viernes. Día de paga. No podía faltar al trabajo. Él técnico quedo en venir hoy a medio día. Yo salgo hoy a las 3:30 pm. A sí, que espero que cuando regrese ya pueda dejar de maldecir las escaleras.

Entre a la ducha, tome mi café y me fui.

   A estado lloviendo toda él día. No traje él paraguas, me toco cubrirme con la mochila. Corrí hasta casa. Subí de prisa las escaleras, esta vez no me detuve a pensarlo. Llegue arriba en segundo. En eso escucho las puertas del ascensor abrirse.

— Pensé que no te gustaban las escaleras— Voltee al escuchar esa voz. — ¿Como has estado?— era ella. Esta vez estaba sentada en las escalera que daban con su piso. Me acerque a las escaleras y mire por las barandillas hacia él departamento de arriba.

— ¿Que pasa?— Achicó sus ojos.

— Eso me lo pregunto yo. Cada vez que nos encontramos andas en problema. ¿Y Andrés? No me digas que lo perdiste en el supermercado— bromeé. Ella sonrió

— No, él esta dormido, se me ha enfermado— levante mis cejas y antes de decir algo ella interrumpió — Pero Tranquilo. Ya esta mejor. Solo son sus dientes, que vienen brotando— dijo, cruzándose de brazos. Podía ver como su piel se erizaba a causa del frío. Se quedo en silencio un rato, viendo a través de la barandillas de la escalera. Luego voltio a mirarme.

—  ¿te pasa algo?— le pregunte poniendo mi mirada fijamente en ella.

Suspiro. Miro a muchas direcciones y luego dijo — ¿Crees que estoy loca?— no pude evitar reírme de su pregunta. — eso es, un sí?— dijo abriendo sus ojos.

— No Lupita, me rehúso a responder eso— dije rascando mi cien con él dedo.

— ¿Lupita?— frunza su ceño. Saque de mi bolsillo la cadena de oro y estire mi brazo. Ella la observo y vi como se alumbraban sus ojos. — La cadena, de mamá — dijo mientras la tomaba en sus manos.—Pensé que la había Perdido—Paso su dedo por la plaquita donde tenia grabado él nombre.

— Espera!, entonces es de tu mamá?— dije confundido.

— Si. Me la obsequio antes de morir. Yo tenia 3 años. Ella Temía a que yo olvidara su nombre— Sus ojos se llenaron de Lágrimas — Sabes, cuando Andrés llego. Le prometí a mamá que seria como ella.— direccionó su mirada hacia mi.

— Y, como vas en eso?— Dije.

— Bueno, creo que mamá nunca tiro los pañales por él balcón— Sonreímos  al mismo tiempo.

Cuando estaba a punto de preguntar su nombre, se escucho al bebe llorar desde arriba.

— Oh,Oh! Andrés despertó— se levantó de la escalera y sacudió su trasero. — Gracias por encontrarla. Te debo una!— guiño su ojo y se dirigió hacia arriba.

Él tiempo que me quede hablando con ella. Se seco mi ropa. Aunque mis zapatos aun estaba empapados. Los dejare afuera y entrare descalzo.

 

La Chica Del Piso De ArribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora