Despedida de soltero (Parte2)

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Solo existen dos días en el año en los que no se puede hacer nada.
Uno se llama ayer y otro mañana.
Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer hacer y principalmente vivir.
-Dalai Lama-

Siento mis vellos erizarse cuando la mano roza mi vientre, no quiero hacer esto, así que me sostengo de la silla y me paró.

-Ya dije que no, cuando yo digo no, es no, entendido, quien sea que eres- digo dándome la vuelta y comenzando a quitarme el pañuelo de los ojos, mi sorpresa es aún mayor cuando frente a la puerta esta Alexandre con una máscara.

-Pero que rayos crees que haces tu, pensé que mi hermana y amigas me habían dejado a merced de un extraño que me violaria, tu eres peor que ellas- le reclamo molesta.

-Tranquila amor, es solo un juego, no te enfades conmigo, aunque me encanta ver como te ves así, ven que no me dejaste hacer lo que quería hacer, prometo recompensarte por todo- dice dejando un beso en mi cuello, -oh amo tu olor- dice dándome vuelta, -Ves amor, tu cuerpo ama el mio- dice colocándome sobre una mesa, -mira esto, estas tan mojada amor- dice rosando nada más mi sexo, con sus dedos debajo de mi falda.

-Ven amor, dime que me lo darás, yo seré tu caballero oscuro esta noche- dice recorriendo mis piernas de arriba a abajo, se detiene un momento a observarme, -Tu cuerpo aún con ropa es la más bella escultura de arte, soy el hombre con más suerte del mundo, por tenerte-.

Dice esta vez sentandome sobre la mesa, y comenzando a quitar cada prenda de mi cuerpo, muy delicadamente, sus dedos rozando mi piel, yo me estremesco y mi cuerpo arde en deseo, por el.

-Haz de mi cuerpo tu templo, ven-.

A Alexandre se le iluminan los ojos.

-Vamos a complacerla señorita Bellíni, esta noche será inolvidable para ambos- observó como deja un frasco pequeño de vidrio en la mesa, creo que es de allí de donde provenía el agradable olor.

Alrededor de nosotros observe muchos espejos, hasta el techo, su mano derecha comienza a subir desde mi pie, pasando lentamente por mi pierna internamente, mis bellos van erizandose con el contacto, de mi boca sale un suave suspiro, mientras me comienzo a mover, su mano sube lentamente, casi llegando a mi necesitado sexo.

-Oooh, si- suelto, por la anticipación de su llegada, allí, donde más lo necesita, su mano por fin llega allí, de lado la mano comienza a rozar mis sensibles labios, solo a rozarlos, comienza a pasar por mi clitoris, sube por mi vientre, deja un beso en mi vientre, mientras su mano exploradora sigue subiendo dejando rastros de un líquido y besos, yo me muevo, exitada, a la expectativa de lo que hará.

Llega a mis senos, mis pezones, los comienza a tocar con la punta de sus dedos, luego los aprieta, sus labios llegan allí, derrepente siento sus dientes morderme, yo me arqueo dejando más expuestos mis senos y a merced de su boca, el gruñe, mientras su mano izquierda comienza a tocar mi sexo, sus dedos rodean el canal entre mis labios hasta mi clitoris.

Yo comienzo a temblar, el aprieta mi clitoris, luego introduce dos dedos en mi inchado sexo, yo comienzo a temblar sintiendo el órgasmo llegar, levantó mi sexo para que sus dedos lleguen más profundo,  el acelera el ritmo de sus dedos, mientras sigue chupando y mordiendo mi pezon, su otra mano también baja por mi sexo.

El Secreto En El Vino [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora