L'amour bientôt(Hasta pronto amor)

36 10 0
                                    

Estaciones de tren, Aeropuertos, lugares testigos de los abrazos más felices, y también los más tristes.

Unas grandes, y fuertes manos recorren mi cuerpo, cada rincón de mi cuerpo, va despertando con su maravilloso toque, estoy flotando, él éxtasis en él que estoy, sus curiosos ojos observan cada cosa que hago cuando me toca.

No lo resisto, lo quiero a él más cerca, quiero qué su cuerpo quedé grabado en él mío, pero lo que más quiero, es que esta semana en la que no estará, se pase rápido.

Levanto mi mano hacia su cuello, y lo atraigo hacia mi, él sonríe, yo sonrió, levanto mi cabeza para así poder unir nuestros labios, sus labios acarician los míos, luego me da un rápido beso, y se apodera de mi labio entre sus dientes.

Eso hace estragos con mi exitado sexo, Dios este hombre me vuelve loca, yo gimo fuerte, y levanto mi sexo hacia su erección, lo quiero dentro, no quiero esperar más.

Él lo sabe, porque deja de apretar mis pezones, levanta mis caderas hacia su erección, y sin hacer más, me da lo que quiero, sus manos a ambos lados de mis caderas, su musculoso pecho, brilla con sudor, mis manos ahora arrugan las sábanas entre mis dedos.

Yo suelto otro fuerte gemido, él me penetra duro, cada vez que lo hace, siento como me llena, cierro los ojos y arqueo mi espalda, seguido por más gemidos, soy solo sensaciones.

De, sin aviso me levanta, mi cuerpo contra él
suyo, yo lo abrazo del cuello, mientras él me agarra por las nalgas, dejándome caer sobre su potente erección, cada vez que él sube, me deja caer hacia abajo, haciendo que siga subiendo aún más rápido, al cielo de los éxtasis.

-Más fuerte chérie, dime amor cómo lo quieres- me pregunta entre rápidas respiraciones.

-Más fuerte amor, quiero que me des más fuerte, y rápido- él sonríe, cómo diciendo, ya sabía que dirías eso.

Nuestros cuerpos sudan, chocan alimentando al otro, la pasión inunda nuestra habitación, si pudiera pedir otra cosa más, sería que Alexandre viviera dentro de mi por siempre, Dios.

-aaaah si, amor, me voy a correr- digo entre alientos, al mismo tiempo que él gruñe, y aumenta aún más él ritmo.

Derrepente me deja suspendida en él aire unos segundos, y me da una increíble embestida que nos manda a ambos a ese maravilloso cielo, al mismo tiempo que yo digo su nombre, y el, el mío.

Aún sigue entrando y saliendo de mi, más despacio, dejando lo último de su deliciosa semilla dentro mío, me recuesta despacio sobre la cama, mientras que sus manos se colocan a cada lado de mi cuerpo, impidiendo que su peso caiga sobre mi.

Ambos tenemos esas sonrisas de satisfacción en nuestros rostros, sus labios se unen con los míos.

-No sabes cuánto, amo escuchar tus gemidos, y mi nombre salir de tus labios, te amo tanto mi amada, señora de D'Angelo, madre de mis hijos- dice deposito varios besos sobre su cara, cuanto amo a este increíble hombre, mi esposo, y compañero de vida.

-Y a mi me encanta escuchar esos tus sexis gemidos, y como haces que mi nombre suene como a gloria, saliendo de tus labios, y yo te amo mucho más a ti, mi amado esposo, te amo tanto, tanto- le digo abriendo mis brazos, para abrazarlo.

El Secreto En El Vino [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora