El Amor

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"La vida no esta medida por el número de alientos que tomamos, si no por los momentos que nos quitan el aliento".


No lo pienso dos veces, arrebato el vestido de la mano de la dueña, agradeciendole y me voy al vestidor junto con Averell, me quito la ropa y comienzo a ponerme el vestido, con la ayuda de Averell.

El vestido tiene un mínimo cierre en la espalda baja, el cual va por dentro del vestido, parece casi invisible, este vestido esta lleno de detalles infinitos, tiene pequeños diamantes reales por todo el, el cinturón que va justo en mi cintura tiene perlas muy diminutas que van alrededor del fino cinturón y cristales en lo que va alrededor de mi cuerpo, la tela que va desde el bajo de mi espalda es casi invisible, acompañada con pequeñas perlitas, en las orillas de la tela que llega como tirante a la parte de enfrente, uniendo el vestido, con lo que parece un corsé por frente, acentuando mi cintura aun más, se aprecia que termina justo en la línea, en la cual va el pequeño cinturón, luego le sigue la parte de abajo la cual abraza mi trasero y mis caderas, el vestido es ajustado y abraza cada curva de mi cuerpo, los bordados van desde el corsé, hasta los pies y a lo largo de la cola del vestido, los delicados diamantes pequeños que fueron colocados, le dan un toque de brillo hermoso, todo el vestido es una bella obra de arte.

Rápidamente me pongo el vestido, amó lo qué veo en el espejo, me emocionó mucho más al pensar cual será la reacción de Alexandre, al verme con este vestido puesto.

Mi hermana sonríe como tonta, mientras se limpia una lágrima que se le escapó, yo la limpio.

-Y dime te gusta cómo se ve, espero que si, porque yo lo amo- le digo sonriendo, aun mirándome el espejo, ella se queda callada por un instante.

-Sabes, no pudiste elegir mejor vestido, este vestido parece hecho para ti, estoy tan feliz por ti brujita, no sabes cuanto- me dice Averell yo la abrazó, esta boda está causando estragos con nuestras emociones, dejó pasar unos minutos y luego le preguntó, si esta lista para salir y mostrar el vestido, ella asiente, comenzamos a salir del vestidor hacia la sala que estamos usando.

Por un momento, cuando entró pienso que talvez a mi madre no le gustara o a la madre de Alexandre, pero no es así, en cuanto entró, todas quedan asombradas, mí madre se levanta y me abraza con mucha emoción, mi madre no es una persona de llorar, ella es muy fuerte, cosa que admiro, pero verla así de emocionada termina con migo y las lágrimas comienzan a salir, luego de unos cortos minutos me separó de ella y limpio dos lágrimas que aun bajan por su mejilla.

-No llores mami, se feliz por mi, te gusta mi vestido- le preguntó, a ella.

-Hija mía te ves hermosa, creo que ninguna palabra que diga se acercara a lo feliz que estoy, verte vestida de novia, me hizo caer en cuenta de cuanto has crecido y en la maravillosa mujer que eres, mis dos niñas, cuanto han crecido, ya no me necesitan tanto como antes, lo se y lo entiendo, ahora tienen vida propia, cada una tomó su camino.

Quiero que sepan que su felicidad es la mía, que las amo con todo mi ser, ser mamá de unas niñas como ustedes, fue más que un regalo, una bendición que sigue creciendo cada día, te amo mi Audra, te deseo lo mejor junto a Alexandre.

Ese vestido es perfecto y ya, disculpa a esta vieja qué se le salio lo sentimental- me dice por último mi conmovida mamá, yo la abrazo fuerte y le digo palabras de amor al oído.

-No sabes mami cantó te admiro, eres el mejor ejemplo a seguir qué tengo, gracias por todo el amor, por cada enseñanza, hoy soy lo que soy gracias a ti, nunca podré pagar todo lo que haz hecho por nosotras, es por eso que te lo pagó con el mismo amor que tu me das, eres y siempre serás mi eterno amor, mi guía y mi luz, te amo- le terminó de decir al oído.

El Secreto En El Vino [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora