Brasil Rio de Janeiro (Parte 2)

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-Si llenas tu mente de miedos, no habrá espacio para los sueños-

Hoy no amanecí tan bien, creo que necesito dormir, sonrió mientras me como un gran plato lleno de mangos y arándanos, siempre es muy placentero no  dormir, y pasar la noche sudada, y entre los brazos de mi amado esposo.

-Hay alguien allí, en que planeta estas amor, necesitas ayuda con eso- me dice intentando quitarme mi fuente de frutas, yo niego.

-No gracias, buscate tu las tuyas, estas son mías- digo yo metiendo un cucharada llena de trozos de mando.

-Amor sabes tu que el mango engorda- me dice corriendo, yo sólo niego, y sigo comiendo, ya me las pagará más tarde.

-Mami, aliba, aliba- me dice con los brazos extendidos Aileen, yo la levanto, y ahora si me toca compartir mis frutas, conversamos mientras comemos.

-Mami, puedo jugal con tigo-, yo asiento, ella sonríe, me preguntó en que me habré metido, no me queda de otra, esta mañana intenté llamar a Averell, pero no contestó, ni ella ni April, han de estar muy ocupadas.

Terminamos las frutas y la niña quería jugar, yo uso una toga blanca, ajustada en la parte de arriba y suelta en la parte de abajo, y unas sandalias doradas, la niña me lleva hacia su habitación temporal.

Busca algo, hasta que se da vuelta con un pequeño balde rojo, con varias cosas dentro, pala, un pequeño rastrillo, y otras cosas, -Vamos- me dice, abro la puerta, y nos vamos hacia la playa, hoy iríamos a copa cabana pero Alexandre tuvo que ir a hacer unas diligencias, así que iremos mañana.

***

Habíamos pasado casi toda la mañana jugando con arena, metidas en la piscina o en el mar, ya había pasado mucho desde que se había ido mi esposo, a hacer unas diligencias que no tardarían mucho, estaba pensando en salir de la piscina en la cual estaba metida, siguiendo con las clases de natación con Aileen, cuando porfin escuche el inconfundible ruido de un carro, pero luego si no estoy loca, escuche otros dos llegar.

En lo que porfin decidí salir de la piscina, junto a la niña, no escuche más ruido, así que decidí salir y ver que estaba pasando.

-Holaaaaaaa espero no nos hayas extrañado, porque ya llegamos- gritan mis personas favoritas, Averell, junto a su gran amor Grayson, April y Amy, por supuesto Vladimir, Theo, y Camille.

-Si tia Avelel- grita la niña muy emocionada, levantando los brazos para que la levanten, Averell la levanta, suelta aire por la boca, la observa, sonríe y le da un beso.

-Hola cielo, preciosa, pero que has comido estos días, estas más grande y linda, y bueno también pareces tomate- dice ella, acariciando la carita de la niña.

-Pero y ustedes como llegaron aquí, cuando, Alexandre- digo mirándolo inquisitivamente, el camina hacia mi me da un beso, yo me derrito.

-Sorpresa amor, quería que terminaramos nuestra Luna de miel, como esos bellos días que pasamos allá en Las Islas Canarias, donde conocí al amor de mi vida- dice con una muy genuina sonrisa, yo no lo aguanto más y le doy otro beso, más largo.

-Busquen un cuartos, pervertidos- dice Amy, nos separamos y inmediatamente comienzo a besar y abrazar a mis amigos, los extrañe tanto, quiero gritar Alexandre es el mejor esposo del mundo.

El Secreto En El Vino [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora