Fue extraño para lana volver a rodar después de tantos meses sin hacerlo. Entrar al set y recordar los primeros momentos, cuando empezaba a abrirse paso en el camino al estrellato, cuando tenía la mirada cómplice de Jennifer en todo momento, se hacía insoportable.
Esa todo tan distinto desde que empezó la serie hasta ese momento, cuatro largos años de mentiras, de secretos, de vivir una doble vida... Al principio era excitante e incluso morboso el saber que Jennifer y ellas tenían un secreto, observar a los lados para no ser vistas cuando se besaban entre el attrezzo, reír en voz baja, regalarse miradas cargadas de deseo y cariño. Recordaba que en esos momentos Jennifer y ella rodaban juntas muy a menudo, muchas escenas cuyo magnetismo quedaba reflejado en la pantalla, provocando un movimiento entre los fans que salió de todo contexto, no era de extrañar que los Swanqueeners fuesen tantísimos, sus razones eran de peso ya que ella misma se preguntó más de una vez durante esa primera temporada si Jennifer la acabaría besando, la escena de la mina fue el momento clave en el que ambas comprendieron que estaban jugando con fuego, ese momento en el que se acercó a Jen, intentando mimetizar con Regina, con su angustia y su dolor por sentir perdido a su hijo, en ese momento creyó que la besaría, y no solo eso, Jennifer tardó mucho en alejarse, atrapada por la intensidad del momento, por las enormes ganas que tenía de perderse en sus ojos y besar sus labios, recordó con un pinchazo de angustia en su corazón ese día, esa noche en casa y lejos de cualquier mirada ambas se devoraron frenéticas, movidas por un deseo que sobrepasaba los límites.
Hicieron el amor sin llegar a la habitación, poseídas por la pasión que las desbordaba, sabiendo que durante un segundo, todo se podía haber echado a perder, que la tensión de su matrimonio oculto se reflejaba en sus personajes sin que ellas lo desearan.
Todo había cambiado por completo, poco a poco las fueron coartando, les pedían que controlaran las miradas, que no dieran a entender cosas que no eran, que se ciñeran al guión y, sobre todo. Les pidieron que pudiera leerse entre líneas que había algo entre la salvadora y la reina malvada.
Jennifer empezó a mostrarse distante con ella en el set, a apenas dirigirle la palabra por miedo a que sus sentimientos volvieran a tomar el control, empezaron a discutir a menudo, a no querer apenas mirarse para buscarse más tarde sin poder soportar la ausencia de la otra, empezaron a luchar razón contra corazón y se metieron en una rueda viciosa de la que no podían salir.
Lana empezó a odiar ir al set a rodar, no solo debía ser Regina, debía olvidarse de que estaba casada, de que estaba enamorada, tenía que fingir no sentir y eso la mataba poco a poco.
La situación pendía de un hilo y todo se desmoronó desde el momento en el que Hook y Robin entraron en acción. La incorporación de Robin como amor verdadero de Regina desquició a Jennifer de manera exagerada, no podía ver a Sean ni en pintura y si este era mencionado en seguida cambiaba de tema porque se enervaba y no podía explicar los motivos de su enfado.
Para Lana la situación fue parecida con la entrada del pirata en la vida de Emma, la pareja que hacían no tenía pies no cabeza, era forzada y sin sentido, no la entendía. A parte de que su odio por Colin crecía a medida que veía como este se acercaba de más a su mujer y, por si fuese poco, entró en escena Rose, o más conocida como Tink. En poco tiempo se convirtió en la mejor amiga de Jennifer, iban juntas a todas partes y eso la sacaba de quicio, era celosa, siempre lo había sido, pero con Jen no podía mostrar los celos que la consumían porque se suponía que no eran nada más que compañeras de reparto. Las discusiones entre ellas eran continuas cuando estaban rodando, podían pasarse semanas sin hablarse por alguna estupidez, por cualquier tontería, incluso alguna exigencia de guión como un beso podía desatar la peor de las tormentas en su matrimonio. Si desde el principio hubiesen dicho la verdad, si Jennifer hubiese sido valiente, si ella le hubiese insistido, seguramente no tendrían que lidiar con todo cuanto llevaban dentro en silencio hasta el momento en que explotaban.
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El precio de la fama
FanfictionAU Morrilla la fama parece divertida pero trae consecuencias que ninguna de las dos se esperaba.