Capítulo 51

12 1 0
                                    

¿Quién era? -Sonríe- una amiga, si estuvieras hablando con Franca la escucharía, no es Franca, bueno, sí un amigo -sonríe- ¿Novio? Amigo ¿Amigovio? (¿Cómo sabe esos términos?). Amigos nada más, hasta ahora dice sonriendo. Un tiempo después entra una doctora con una bandeja llena de comida, le subo la cama para que coma pero antes le acomodo las sabanas. ¿Tenés hambre? Me pregunta, un poco, anda a comprarte la comida que yo estoy bien ¿Seguro? Asiente con la cabeza, salgo del hospital y veo un bar enfrente, me cruzo lo bastante rápido, compro y vuelvo. Volví -sonrío- que rápido, no me voy a escapar a ningún lado, tal vez -sonrío-. ¿Estaba rico? Dejo de comer unos segundo, le saco la mesita de encima y le bajo la cama, puedo solo hija puedo solo gracias, seguí comiendo yo voy a descansar un rato -me dedica un sonrisa-. Me siento, prendo el televisor sin volumen y sigo comiendo.

Horas después vienen 3 médicos ¿Señor? ¿Cómo se siente? Perfecto, vamos a probar si puede respirar sin ayuda del respirador por favor ¿Puede esperar afuera? Sí, claro, gracias. Salgo de la habitación y me apoyo contra la pared miro como las enfermeras van de un lado a otro, los enfermos caminan con el suero al lado y los 3 médicos salen de la habitación, tenían distintos delantales médicos uno de ellos lo lleva color azul marino y los otros dos verde. Listo puede pasar gracias -sonrío-. Entro y no tenía más el respirador, wow ¿Podes respirar bien? Sí, no te preocupes estoy bien, me acaricia el pelo ¿vamos a mirar tele? Me pregunta, bueno me siento y voy cambiando de canales ¡Ese! Dice, me acomodo en el sillón, me quedo viendo la batalla de cocina. Miro el celular y habían pasado 4 horas que estoy acá con mi abuelo, lo miro y estaba dormido. Permiso se escucha una voz de una enfermera, hacia una hora y media que mi abuelo se había dormido, la doctora fue a la cama de al lado y le hacía preguntas en voz baja que no llego a escuchar. ¿Qué hora es? Las 14:30 ¿Dormiste? Algo ¿Querés dormir más? No. Se escucha que golpean la puerta, se abre y era una persona desconocida, hola dice la señora y va a la cama de al lado. Que bueno que alguien venga a verlo me daba lástima que este solo. Golpean la puerta otra vez. Señor ¿Quiere merendar? No gracias, se acerca a la otra cama y después se va. En los 20 minutos que pasó la doctora preguntando si quería merendar se abrió la puerta como unas 33 veces más, escucho que golpean la puerta, se abre y aparece Tifón.

Amor Por CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora