Capítulo 52

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¿Qué hace acá? ¿Cómo llegó acá? ¿Y a esta habitación? hola -sonríe- hola, hola señor Ariel (¿Cómo sabe que se llama Ariel?) ¿Vos sos? un amigo, Tifón. ¿Con el que hablaste hoy? Sí, miro a mi abuelo y tenía una sonrisa pervertida ¿y vivís acá? No, contesto por él ¿y viajaste acá por ella? Abuelo, lo fulmino con la mirada. Se ve que tiene cosas para hablar –sonríe-. Le agarro el brazo y salimos ¿Qué haces acá? Vine para acompañarte ¿Hice mal? (como no me voy a enamorar, si tiene estas actitudes) ¿Cómo hiciste para llegar acá? ¿Cómo sabes el nombre de mi abuelo y que estaba en este hospital? Cuantas pregunta, 1. En avión 2do. Me lo dijeron 3ro. Porque me recorrí los otros dos y no estaba este era el último ¿Te pasa algo? Por cómo me hablas, sí, hoy te llame y me atendió tu ex novia ¿Cuándo? No tengo ninguna llamada solo la que te hice yo y si como no, la borró  ¿Para qué me llamaste? Para decirte que me quedo hasta que le den el alta, ahora no te voy a hacer más preguntas porque tengo que cuidar a mi abuelo. Entramos y veo a mi abuelo viendo televisión. ¿Qué ves? No sé, no hay nada, apaga la televisión. Contame ¿De dónde se conocen? En una fiesta después nos dimos cuenta que teníamos amigos en común, nos juntábamos más seguido y nos hicimos amigos. Bien, me gusto esa historia, le doy un 9 –sonríe-. ¿No me dijiste que querías ser el primero? Digo para cortar la conversación que tenían entre ellos –me mira y me sonríe-. (¿Qué voy a hacer cuando venga mi papá y me vea con él, no este Joaquín?) Permiso ¿Pasó el doctor hoy? Sí, ya pasó, muy bien. Atrás de la enfermera entra mi tía, hola ¿Cómo están? ¿Tu padre? Se fue al mediodía, ¿estuviste sola desde el mediodía? Sí, hasta recién se escucha la voz de mi abuelo, ¿comiste/merendaste? ¿Tenés plata? Sí, por un momento se queda muda y lo mira a Tifón uy no te vi ¿Y este chico? ¿Tu novio? Muy lindo ¿Cómo te llamas? No es mi novio –me sonrojo- Tifón le dicen, bueno, nos vamos chau Abu, me voy pero voy a volver le doy un beso en el cachete y me voy a la puerta. Chau señor Ariel. Salimos ¿Vamos a tomar un taxi? ¿A dónde? Tengo el hotel acá a 5 cuadras vamos, bueno, había un sol que ya se estaba escondiendo y había brisa con mangas cortas me da un poco de frio, ¿ya llegamos? ¿Sabes contar? –Se ríe- odio caminar. Te acostumbraste a usar auto muy mal señorita Mendoza. Soy Anahí acá –sonrío- acá es, llegamos a la habitación y ni si quiera me fije como era, me fui a tirar a la cama, te juro que si le pasaba algo a mi abuelo no me lo iba a perdonar nunca, ¿Por qué? Larga historia. Tengo hambre esto en vez de una ciudad parece un pueblo, igual me gusta, sí, a mi también ¿Por qué viniste? ¿Por mi nada más? –Sonrío-. si hablando de nosotros, ¿sigue en pie lo del viaje? Si vos querés sí, ¿y cuando viajaríamos? No sé, en estos días, tengo que averiguar y te lo voy a hacer saber, ¿te vas a quedar conmigo hasta que le den el alta? Si me dejas –se ríe-. ¿Tenés mucha hambre? Porque no sé qué estará abierto ahora, si vos conseguís algo para comprar traelo es bienvenido –me río-, bueno esperame.

>Tifón< Salgo de la habitación y pregunto al consege del hotel donde había un lugar para comprar comida. Salgo del hotel y voy en camino hacia el lugar, para mi sorpresa había una fila de gente comprando ¿Qué le gustaría comer? ¿Sándwich? ¿Papas fritas? Y un postre.

Amor Por CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora