Cuando llegamos a casa de Kellin, todo estaba muy ordenado y olía bastante bien. Kellin se dirigió al refrigerador y tomo un jarro de limonada, acercó dos vasos y sirvió para ambos. Iba a dejar mis cosas en el sillón del living cuando me hizo altar nuevamente, ¿cuándo iba a ser el día en que este hombre al acercarse o hablarme de repente no me hiciera saltar? Espero que ese día jamás llegue
- Amor pero deje sus cosas en mi habitación si allá dormirá conmigo, no sola en el sillón
- E-está bien amor
Me dirigí a su habitación y a mitad de las escaleras se sentía su perfume, Fahrenheit de Dior, este hombre era tan pretencioso, me tenía loca. Abrí la puerta y el aroma me golpeó en la cara, casi me quedo sin aire por inhalar tan profundo. El olor concentrado de Kellin en un solo cuarto, estaba cómo en el paraíso, era como comer el chocolate más relajante del mundo, era una sensación maravillosa. Dejé mi mochila en la silla del escritorio y me dirigí al baño a dejar mis cosas de tocador.
Me estaba cepillando el cabello porque por el viento que corría fuera, se me había enredado más de la mitad, sentí unos pasos en la escalera y mi piel se puso de gallina
- ¿Amor?¿dónde está?
- Cepillando mi cabello – los pasos de Kellin se aproximaron y abrieron la puerta que tenía junta.
- ¿Se ha enredado por el viento?
- Si, bastante – dije con un pequeño puchero.
- A ver pequeña déjame hacerlo yo
Kellin era muy cuidadoso al cepillar mi cabello, era tan relajante que al cerrar los ojos sentí como si me estuviera quedando dormida, pero 'desperté' por el sonido aterciopelado de su voz
- Amor ¿qué le parece tomar una ducha antes de dormir para que se relaje?
- Me-me parece bien
- Yap, espérame aquí iré a dar el gas
Bajó las escaleras trotando mientras escuchaba que pegaba un grito – mientras desvístete y entra a la ducha, te diré cuando puedas dar la llave- le hice caso y empecé a quitar mis prendas una por una lentamente, cuando me sacaba el calcetín que me quedaba salté del "ya" que dijo y casi caí de bruces al piso. Entré a la ducha y di el agua. Estaba exquisita, ni tan helada ni tan caliente, perfecta, tenía los ojos cerrados sintiendo cómo mis músculos se relajaban bajo el contacto del agua cuando sentí que la puerta de la ducha se deslizaba, me di vuelta y pude ver unos pectorales firmes y los tatuajes de Kellin, mire hacia abajo y me sonrojé de inmediato dándole la espalda. Estaba completamente desnudo. Me abrazó y pude sentir cómo su cuerpo se pegaba con el mío.
- ¿Estás relajada? – dijo con un tono picarón
- ¿Te parece que lo estoy?- dije jadeando de la vergüenza y excitación.
- Jijijiji me parece que el ritmo de tu corazón se ha acelerado un poco
- ¿Será porque estás desnudo?
- ¿Te incomoda? Si quieres me salgo
- ¡No! – maldita sea fui demasiado impulsiva con ese no, que hasta me di vuelta a encararlo – digo, no amor, está bien quédate.
Comenzó a hacerme masajes en la espalda y a besarme los hombros y el cuello, a tararear alguna canción que no conocía en mi oreja. Me giré y lo bese, mi cuerpo hizo contacto con el de él y se sintió demasiado bien, el beso era lento, pero a la vez apasionado. Se separó de mí y quedé pidiendo más al aire.
- ¡Shhh! Tranquila, es solo una ducha, sal a secarte, voy en un minuto.
Salí a trompicones de la ducha colorada como un tomate, por el vapor no pude ver con total nitidez el cuerpo de Kellin, pero pude notar que estaba trabajado, no exageradamente, pero que se preocupaba. Comencé a secar mi cabello con el secador y me puse a mirar por la ventana de Kellin mientras lo esperaba en pijama. Cuando me di vuelta lo pude ver con solo una toalla alrededor de su cintura
- ¡Jesús! – chillé dándome vuelta
- Me encanta que seas así, tan nerviosa y que saltes por todo – se acercó a besarme el cuello.
- Iré a preparar la cena amor.
- Está bien, voy al tiro – le besé los labios y bajé.
Cómo podía causarme tantas cosas este hombre con tan solo oír sus pasos, aaah lo amaba demasiado.
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My Stomach Tied in Knots (Kellin y tú)
FanfictionPensé que todo había acabado para mí después de que Oliver terminara la relación que teníamos desde hace tres años y medio. Ya no sabía qué hacer, no me sentía con ánimos de absolutamente nada y solo quería morir. Mis podres solo me decían que era u...