Capítulo 3

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El comedor no es tan impresionante como las demás salas. Los techos tienen una altura normal, las paredes son blancas, sin ningún tipo de adorno, a excepción de una gran ventana que ilumina prácticamente toda la estancia. A través de ella se puede observar con mejor claridad el paisaje que Diana observó desde su habitación. En cierto modo le recuerda a Galicia.

Cuando fue allí hace dos veranos con sus padres, lo que más le sorprendió fue el ver la sierra tan cerca del mar. Allí pasaba más o menos lo mismo, pero con otros grandes contrastes, como la gran cordillera nevada que se divisa a lo lejos, o la gran extensión de bosque tan cerca de la playa.

Cloath es muy diferente comparado con la Tierra. Y aunque le cuesta admitirlo, a Diana le gusta cada vez más.

Los estudiantes están sentados en varias mesas circulares charlando animadamente. Hay pocos para tratarse de una escuela que, como dijo Fe-Hak, es muy importante. Cuenta una veintena de alumnos de primero, que parecen tener unos doce años y que no se sorprenden lo más mínimo al verla allí. Diana lo agradece, así se siente menos fuera de lugar. El número de alumnos va bajando hasta seis alumnos de cuarto curso, que están sentados en una mesa redonda al final de la habitación.

Allí ve a Anuk con semblante serio. No habla con ninguno de los presentes y mira fijamente el plato, pensativo. Por un momento parece que siente que le observan y levanta la cabeza. Pasea su mirada por los diferentes rostros de sus compañeros hasta que repara en Diana.

Sus ojos color miel le ponen nerviosa. Siente como si la estuviera evaluando continuamente. Sin embargo, ella no aparta la mirada.

Se quedan observándose durante unos instantes, hasta que finalmente Anuk vuelve a centrar su atención en la cena.

Diana también decide mirar hacia otro lado y, en la misma mesa que Anuk, ve a Kali. Ella parece buscar a alguien con la mirada, hasta que ve a Diana. Entonces, ella esboza una gran sonrisa, se levanta y a grandes zancadas camina hacia ella.

Menuda diferencia de recibimiento.

-Bueno, supongo que Fe-Hak ya te habrá contado más o menos de qué va la cosa. Personalmente, me habría gustado haberte hecho yo la visita guiada, pero en fin...No me puedo creer que estés de nuevo con nosotros.- los ojos le brillan. Diana se fija en la claridad de sus ojos azules y el cómo contrastan con su melena pelirroja.

-Yo la verdad todavía estoy en shock.- murmura Diana.

-¿Qué es estar en shock?- pregunta Kali.

-¿Nunca has oído esa expresión?

-No, ¿es de la Tierra?

-Sí.- Diana sonríe.- Cuando alguien está en shock es que se ha quedado muy impactado con algo que ha sucedido en muy poco tiempo y le cuesta asimilar la información.

Kali ríe.

-Qué manera más rara de hablar.

Diana no puede contener la risa y ambas estallan en carcajadas.

-¿Cómo lo decís vosotros?

-Pues decimos que alguien se ha quedado impactado, sin más. Es bastante más sencillo, no veo necesidad de cambiar la palabra. Aunque me muero de curiosidad. ¿Hay más expresiones así en la Tierra?

-Bueno, hay algunas.

-Tienes que contarme muchas cosas. Y yo a ti. No te imaginas todo lo que te has perdido estando en...bueno...tu estado.

Algo que le llama mucho la atención a Diana es la forma de hablar de la pelirroja. A diferencia de Fe-Hak y de Anuk, Kali le habla con total normalidad, como si nada hubiese sucedido. Esa chica le transmite muy buenas vibraciones y se siente muy cómoda con ella.

Lo que tus ojos se llevaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora