Emma se encontraba camino a su clase de pociones, había terminado de hablar con la directora. Y esta le había comunicado una noticia un tanto... Fuera de serie. En resumidas cuentas, la directora le había dicho:
-Emma eres la última descendiente de un antiguo linaje de jinetes de dragón. Los mortifagos que quedan están en tu búsqueda, porque eres la clave para lograr los objetivos de su difunto líder, por lo que tendrás que llevar un entrenamiento intensivo de duelo con el profesor Snape, así que deberás asistir a clases privadas con él y, ¡POR AMOR A MERLÍN, NO TE ENEMORES DE EL!.
- Bueno, está bien. Lo último no lo dijo, pero Emma lo imaginaba.
Su cabeza aun no podía procesar todo aquello, debía decirle a Jhonny. Él es el único con el cual podía desahogarse y pensar un poco más claro, todo esto la tenía puesta como un muerto viviente, se movía mecánicamente, pero no estaba consciente de lo que hacía. De pronto una voz que reconocería en cualquier lugar, la saco de sus pensamientos.
-Emma ¿Qué sucede?.- La voz de Jhonny sonaba muy preocupada.
–¿Todo está bien?, ¿Para que te quería la directora?.
-Preguntó mientras se acercaba a ella.
-Jhonny... Estoy bien.– Dijo no muy convencida. Pero no podía decirle nada en medio del pasillo –Te contare todo después de las clases, no te preocupes
–Le sonrió para que se relajara y le quite importancia al asunto, pero Jhonny no se la dejaría tan fácil, él solo la miró con desconfianza de lo que dijo y solo asintió con la cabeza, sabía que si le pedía un poco de tiempo para hablarlo es porque no quería que nadie más se enterase, así que lo dejó pasar. Luego comenzaría el interrogatorio que tenía preparado desde la mañana
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ambos entraron al salón y tomaron sus asientos.
Emma seguía un poco distraída por lo que olvidó por completo quien era el impartidor de la materia, así como el dueño de sus dulces sueños, pero al oír el típico portazo de Severus Snape, el color en su cara la abandonó sustituyendolo por un pálido color, sus manos se helaron y su cuerpo se tensó, de pronto todo rastro de la noticia de Mcgonagall fue sustituido por la culpa y la vergüenza de haber tenido un sueño indecente con su profesor de pociones.
Definitivamente tenía que sobrevivir a esa clase sin mirar en esos profundos ojos del color noche, o definitivamente se delataría ella misma. Simplemente se dedicó a fijar su vista en su libro, solo escuchaba su voz. Oh, esa implacable y sedosa voz...
¡¿QUÉ?! Emma compórtate.
Se reprendía mentalmente, no debía dejarse llevar.
Cuando terminó de decir la introducción y de indicar la poción a realizar, Emma busco rápidamente las instrucciones en su libro, se dispuso a trabajar y se concentró en la poción que tenía.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Snape POV
Desde que comenzó la clase Emma no me ha mirado directamente ¿Cómo abra tomado la noticia? Por alguna extraña razón tengo la necesidad de decirle que no debe preocuparse, que yo estaré a su lado y no dejaré que nada ni nadie le haga daño.
Me reprocho inmediatamente
No debo dejarme llevar de nuevo por estos... ¿Sentimientos?, ¡No!. Es sólo un capricho que tengo con esa niña, eso es Severus Es sólo una niña.
¿Qué clase de pervertido soy?, ¡Por Merlín!.
Me levanto y paseo entre los calderos para despejar mi mente de pensamientos indebidos, voy viendo los asquerosos brebajes que hacen esos niñatos mimados, no puedo creer cuanto troll hay en este salón, me dedico a criticar los calderos de sus compañeros pero sin perder ni un solo detalle de lo que pasa alrededor de Emma.
Entonces veo el energúmeno de Wells, no puedo creer que ese bastardo este tomándole de la mano por debajo de la mesa mientras le susurra algo al oído, como en forma de consuelo. Me cago en Merlín.
¿Qué coño está haciendo?.
No puedo evitar dirigirme a ellos lo más rápido posible, no me sorprendería que un día de estos termine maldiciendo a esa maldito niño, siento una punzada de dolor en el estómago, me produce bilis el hecho de presenciar como ese cabeza de alcornoque se le encima a Emma, quién se cree.
-Señor Wells, ¿Qué cree que hace?.– Le reprendo de manera fría.
–10 puntos menos para Gryffindor, por obligar a la clase y a mí a ver su desagradable, patético y deplorable intento de llamar la atención de la señorita Dragomir.– Le digo de manera siseante.
Veo como el susedanio de Gryffindor retrocede a su lugar con una cara de espanto.
Estoy más que satisfecho con lo que logré, al menos estará quieto por el resto de la clase. Sonrío para mis adentros, pero la victoria no me dura mucho, porque luego dirijo mi mirada hacia Emma y está que hecha fuego por los ojos. Levanto una ceja, qué acaso ahora sí me dirige la mirada -Y usted señorita Dragomir, quédese hasta el final de la clase.
-Sentencio mientras regreso a mi escritorio. Sólo puedo ver cómo transcurre la clase sin más incidentes, y cuando esta termina y todos vienen a entregar sus pociones espero con un poco de impaciencia ver esos hermosos ojos azules.
Cuando todos se han ido, ella sigue en su escritorio con los brazos cruzados y esa mirada. Vaya sigue molesta, parece que herí su precioso orgullo Gryffindor.
No puedo evitar sentir como un sentimiento de avalancha se produce en mi estómago, ignoro eso y respiro hondo, es hora de domar a la leona.
-Señorita Dragomir, cómo se lo habrá comentado la directora, de ahora en adelante tendrá clases privadas conmigo, por lo que me tomé a la tarea de sincronizar sus horarios con los míos, pronto le mandaré una lista con el horario que llevaremos. Por lo pronto ahora tiene clase libre y yo también así que tomaremos nuestra primera sesión ahora.-
No puedo evitar sentir emoción al pensar que la tendré sólo para mí por las siguientes 2 horas. No espero su respuesta y me dirijo a la puerta, ella con un poco de resistencia me sigue el paso, al abrir la puerta puedo percibir la silueta del insufrible de Wells.
Me cago en los 4 fundadores, ¿Qué acaso no tiene nada más que hacer el Señor Wells? Lo miro con todo el odio del mundo.
–5 puntos menos y retírese antes de dejar a su contador con cero.- Sentencio Siento la mirada de Emma taladrándome la espalda pero la ignoro y me dirijo a la sala de Menesteres.
Doy tres vueltas pensando en un lugar para entrenar y la puerta aparece, entro en ella y está equipada con varios muñecos de duelo, colchonetas y otros accesorios pero mayor mente está libre para manobrear en casi toda la habitación.
-Bueno señorita Dragomir, primero quiero ver qué tan buena es.– Me pongo en posición para el duelo, una pequeña sonrisa se asoma de sus labios y su mirada ahora tiene un destello, una corriente eléctrica me recorre el cuerpo al verla así, tan hermosa y letal, esto se pondrá bueno. Creo que al fin tendrá su oportunidad de descargar su enojo en mí, no puedo evitar sonreír.
Pondré en su lugar a esa niña engreída.
Narrador POV
Emma tenía la vista fija en su objetivo, Severus Snape.
se había borrado todo rastro de culpa y vergüenza al ver como trataba a su mejor amigo, ese maldito murciélago se las pagaría. era una gran oportunidad para al fin ponerlo en su lugar; tenía toda su rabia contenida y este sería un buen ejercicio para desahogarla, sonrió maliciosamente.
-SÓlo quiero ver su agilidad para atacar y repeler hechizos, por lo que solo nos desarmaremos el uno al otro. Ya luego tendremos tiempo de practicar hechizos para la batalla.– La voz del pociónista inundó la habitación, pero este no tuvo efecto en Emma; al menos en esta ocasión, debido a que se encontraba cegada por la furia que tenia.
Sin más, Emma se pasó la varita por la ropa, transfigurándola en su ropa deportiva para estar más cómoda, los ojos de Severus adquirieron un brillo nuevo, el verla con la ropa ceñida a su cuerpo, provocó en él una avalancha de sensaciones que terminaron en su entrepierna, se reprendió a si mismo por mirarla de esa forma, de nuevo lo estaba haciendo.
La leona le estaba produciendo muchas sensaciones confusas, bueno o al menos eso se decía a sí mismo porque en el fondo, él sabía muy bien lo que significaba.
Así que sin más reverencias le atacó.
Emma apenas y pudo repeler el hechizo.
No estaba preparada y Snape nunca dio la orden de empezar, su cara de disgusto no pasó desapercibida para él.
-Peleará contra Mortifagos, ¿Qué esperaba?, ¿Una reverencia o una advertencia?, reaccione Dragomir.– Lanzó otro hechizo hacia ella, pero Emma también lo repelió, ahora con más facilidad.
-Ellos pelean sucio.- Continuó diciendo el exmortifago.
Los dos se enfrascaron en una pelea, ahora Emma no solo repelía los hechizos, ahora también los lanzaba.
Snape estaba extasiado con la agilidad de la chica.
Su estilo aun necesitaba algunas mejoras pero lo hacía muy bien, no pudo evitar compararla consigo mismo, era tan buena como él a su edad.
Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, es por ello que disfrutaría aún más el vencerla, vió una pequeña brecha en su defensa y lanzó el hechizo.
-Expelliarmus.– Ambos gritaron al mismo tiempo.
Se habían desarmado mutuamente.
Severus no podía creer lo que veía, la leona lo había desarmado.
Ella reaccionó antes que él y corrió por su varita. Severus corrió tras ella, no dejaría que la tomase, la alcanzó y la derribó, iba por la varita pero ella se le encimó.
Snape no podía creerlo pelearían a lo muggle.
Ambos no perdían ni un detalle de su oponente mientras se probában mutuamamente, atacando y bloqueando.
La pelea se volvió turbulenta.
Estaban demasiados parejos, los dos demasiados rápidos. Sus corazones latían tan rápido pero sincronizados y el sudor cubría sus cuerpos.
Finalmente Severus tuvo su oportunidad, se movió para un ataque, se dirigió hacia Emma con toda la fuerza de su cuerpo pero Emma lo bloqueó, sin embargo, debido a que Severus es indiscutiblemente más alto y con mayor musculatura, la pobre Gryffindor fue la única que tambaleo por el impacto. El pocionista no perdió la oportunidad y la tiró al suelo sujetándole.
Snape estaba sobre la cintura de su estudiante y las manos de Emma estaban presionadas contra su pecho.
Los dos estában sudando y respirando fuertemente, sus ojos se conectaban con lujuria, estaban tan cerca el uno del otro y sus cuerpos se añoraban.
El aire entre ellos parecía cálido y pesado, la lucha había terminado, pero los restos de adrenalina y la intensidad con la que sus cuerpos se llamaban aún estaban latentes.
Emma, estaba experimentando lo que había pasado la mañana después del ataque de la quimera, cuando estuvieron a punto de besarse, pero esta vez, el remolino de sentimientos había aumentado exponencialmente combinado con los recuerdos de su sueño y el hecho de tener a su profesor sobre ella, no ayudaban mucho a la razón. Deseando locamente probar los labios de su oscuro profesor, sucumbió a sus impulsos y con toda la valentía que tenía y haciendo honor a su casa, lo besó. El beso fue un poco torpe, por la prisa con que lo hizo.
Severus no podía pensar claramente teniendola tan cerca, sentía unos deseos incontrolables de acariciarla y hacerla suya en ese momento, por lo que no dudó en corresponderle el beso. Él como buen profesor guió el beso que le proporcionaba su alumna, primero superficial y tímido, pero poco a poco fue pidiendo permiso para que la leona abriera más la boca e introdujera su lengua, a lo cual Emma concedió de inmediato, mientras le tomaba del pelo como con miedo a que este se separase de ella. Su profesor al ver la luz verde no dudo en profundizar el beso y al mismo tiempo empezó a recorrer la silueta de la figura de Emma, provocando que cierta parte de él se despertara, arrancando unos jadeos por parte de su alumna. Para Emma no pasó desapercibido el bulto que se estaba formando en la entrepierna de su profesor de pociones, sintió una mezcla explosiva de excitación y temor por lo que estaba ocurriendo.
Severus por su parte, tomó uno de sus firmes y suaves pechos entre sus manos y lo acarició por encima de su camiseta con mucho mimo, mientras que con la otra mano alzaba la cadera de su alumna, para hacer mayor contacto con su gran erección que clamaba por atención, esto provocó una oleada de placer en Emma, haciendo que esta soltara un agudo gemido y diera un respingo, a lo que Severus se separó apenas un poco de su alumna para verificar que todo estuviera bien, ella tenía aun la respiración entrecortada y él tenía el corazón a punto de salirse del del pecho.&&&&&&&&&&&&&&&&&&€€€€€€€€€€€€€€€€€€
Hola a todos
Lamento la tardanza pero tranquilos que seguiré el fic asta el final.
Buenos espero que están todos bien y nos vemos en el próximo cap
PD. Gracias por su apoyo
SLM
ESTÁS LEYENDO
Que me esconde tu mirada (Severus Snape)
FanfictionEmma es una chica esplendida que cursa su ultimo año en howgards, pero la llegada de cierto héroe de guerra no se la pondrá fácil, lo que no saben es que del odio al amor solo hay un paso. La historia contiene acción, romance, un poco de comedia y...