-Por fin - Dijo Norion al ver a lo lejos las primeras casas de las afueras de Trape.
-Todavía no podemos relajarnos, necesitamos vender mucho si queremos contratar a una prostituta barata para que se haga pasar por la madre de Real y Ailam hasta Yemae.- Contestó Kender tenso.
Llevaba días así, sin sonreír mientras planificaba cada movimiento y acción para que todo saliese perfecto.
Tenía demasiadas responsabilidades con las que cargar y debía madurar de golpe para ser el hombre que sus sobrinos necesitaban.
Y el pobre pensaba que sin sonreír y marcando cada pequeña acción en un esquema mental haría que todo saliese como él esperaba. Kender no podía está más equivocado, la vida no son solo números y hay cosas que hay que dejar al destino.
-Kender.- Empezó a decir Norion dudoso de como proseguir. - No creo que debamos dejar a los niños a cargo de una prostituta barata, sabes que esas mujeres pueden tener cualquier cosa y se la podrían pegar - "¿Y qué dices que hagamos si no, Norion? Nos encontrarán si no conseguimos disimular la situación" Interrumpió Kender. Norion lo ignoró y siguió hablando. - Además puede robarnos fácilmente o raptar a los niños para esclavos.
-No dejaremos a la mujer sola con los niños nunca, ni con la mercancía.-
-¿Que marido no se atreve a dejar a su mujer con sus hijos, Kender? Cuando tengamos que realizar algún trabajo seremos igual de sospechosos si insistimos en llevar a nuestras mujeres e hijos que si llevamos solo a los niños.
-Joder Norion, no sé qué otra cosa hacer, no puedo, por más que pienso no puedo encontrar la solución.
La frustración de Kender estaba arraigada a casa una de las palabras que decía y Norion lo notaba.
-Yo tampoco hermano, pero tampoco podemos dejar a una furcia con los niños y lo sabes, creo que deberíamos seguir diciendo que somos viudos sin familia hasta pensar en un plan mejor-
Mientras Kender y Norion hablaban, los niños que ellos creían dormidos, escuchaban.
-¿Que es una furcia, Ailam?- Preguntaba la pequeña Real.
Su hermano mayor dudó un poco al contestar, no quería sacar el tema pero quería ayudar a sus tíos - Porque consideraban al tío Norion su tío - y para ello solo contaba con la ayuda de Real.
-No lo sé, pero creo que algo malo, papá llamó a mamá así ese día.- Decía mientras intentaba arrastras a los horribles recuerdos a el oscuro cajón de su mente, sin conseguirlo.
-Ah - Solo atinó a decir Real. - Pues si esa furcia es como mamá, a mi no me importa que me cuide.
-¡No tonta! - Le riño Ailam por lo bajo - Creo que es un insulto como " tonta". Mamá no es tonta pero aun así papá la llamo así porque él es tonto.
-Ah- Volvió a decir Real.
Y eso fue lo último que dijeron hasta llegar a la entrada de Trape.
-Vale, este tiene pinta de ser seguro- Decía Kender mientras miraba el hostal con establos para carros y caballos. - Bajaré a mirar si hay sitio para estos días y el precio, no podemos gastar mucho, vengo ahora.
Y dándole una última mirada a los niños y a Norion bajó del carro.
No sabía muy bien porque, pero últimamente se encontraba explicando a los niños a donde iba cada vez que se alejaba de ellos, y no es que le molestase dar explicaciones, pero nunca las había dado y empezar a hacerlo ahora le parecía de lo más raro.
-Bueno, estaremos aquí unos días haciendo negocios así que tenéis que portaros bien, como siempre lo hacéis - Dijo Norion sonriendo a los niños. Eran unos angelitos y lo agradecía en cuerpo y alma, no habría sabido que hacer si fuesen tan traviesos como habían sido Kender y él de pequeños.- Pronto saldremos de "Gran Lugar" y podréis jugar un montón, es solo que ahora hay que ir rapidillo ¿vale? Aguantar un poco más. - Y con un guiño se giró hacía la puerta del hostal esperando ver a Kender salir por la puerta.
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Ángel de colores
RomanceJaramith y Liliath se encontraban en un mundo desconocido de la época medieval con un cometido tan repulsivo como necesario. Jaramith sabe que se odiará a si misma eternamente si cumple con la misión que "El Jefe" le ha impuesto, pero negarse no es...