La olvidada banda ha regresado de Plastic Beach cansados y con ganas de tener una vida normal en Londres. Luego de endeudarse hasta el cuello por las grandes cantidades de comida que Russ debía ingerir por su tamaño y quedarse sin un centavo por cul...
Toochi se bajó tres paradas antes, yo me despedí y empecé a escuchar True Colors de Cindy Lauper hasta llegar al trabajo, ¡Ah! Esa canción me traía tantos recuerdos, la canté con Toochi aquel día cuando tenía 10 años y sucedió aquel accidente en el parque.
<<-Oye- aquella niña rubia de trenzas se me acercó mientras yo jugaba a hacer esculturas de barro y a buscar lombrices que Russel usaba para hacer la composta de sus plantas de vegetales.- ¿Que haces?
Yo le sonreí y con mi aún poco aprendido inglés le mostré mi balde con gusanos y mis esculturas en forma de animales.
-Gusanos para Russel oto-san y regalos para Murder-san y Toochi-nii san
Si, a esa edad llamaba Murder a Murdoc sin darme cuenta desde el día en el que él me enseñó a decir su nombre
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-Que asco- la chica pateó mi balde de gusanos haciendo que todo mi trabajo se arruine- Eres rara, niña.
-Noodle no rara- respondí yo, agarrando los gusanos que podía y volviéndolos a poner en el balde- Yo ser única y creativa.
-No sabía que ser única y creativa significa mancharse las manos de tierra, agarrar bichos y tener nombre de comida- Esa niña se empezó a burlar riéndose de mí desempolvando su vestido blanco- Eres fea y rara, "Noodle"
En un ataque de cólera le lancé mis esculturas de lodo humedas manchando su limpio vestido y dándole una patada tirándola al suelo, ella empezó a llorar y me puse de pie muy enojada para irme de ahí. Llegué con Toochi que estaba fumando en una banca del parque esperando a que yo quisiera irme.
-Toochi, yo tengo hambre- le dije con lagrimillas en los ojos.
-¿Estás bien, Noodzy?- me preguntó, secando mis ojos con un pañuelo- ¿Quieres conversarlo comiendo ramen?
Yo asentí bajando la mirada. Ambos fuimos tomados de la mano a ese restaurante japonés cerca a los Kong Studios a comer un tazón de ramen. Cuando me enojaba solía echarle mucho wasabi a mis comidas para apaciguar los sentimientos, a Toochi le daba gracia mi comportamiento. Le conté lo que pasó con esa chiquilla, llorando por el enojo y el picor del wasabi.
-Yo ser fea y rara, Toochi- le dije, acabando mi enorme tazón de ramen- Quiero ser bonita y normal.
Toochi acarició mi pequeña mano y sonriendo sacó su ukelele en pleno restaurante y empezó a tocar la canción de Cindy Lauper y a cantarla con su dulce voz
And I see your true colors shining through I see your true colors and that's why I love you So don't be afraid to let them show it Your true colors, true colors... Are beautiful like a rainbow
-Nunca seas como el resto, Noddzy, eres hermosa tal como eres y nadie puede decirte lo contrario- Las chicas lo empezaron a mirar con ternura y picardía, yo me puse celosa y les saqué la lengua a todas creando miradas de desprecio de parte de ellas, Toochi se empezó a reír.- Incluso así de ruda te quiero igual, pequeña.>>