FOURTEEN

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Seguimos al policía hasta salir del baño y llegar donde se encontraban todas las personas. Aún ellas se encontraban en el suelo, asustados. No comprendía el porqué, pero se encontraban allí. Era sospechoso. Sus cuerpos temblaban y cerraban los ojos al momento de pasar al lado de ellos. No se lograba comprender correctamente todo, pero estaban realmente asustados. Comencé a caminar más lento yendo detrás del policía y Corbyn. Miré a una chica que se encontraba cerca mío, y con lágrimas en los ojos me negó con la cabeza advirtiendome que no continuara caminando.

Paré en falso al darme cuenta que en realidad, el supuesto policía era un ladrón, asesino o violador. Vaya a saber cuál de las tres, y que si seguía caminando, iba a terminar mal. Agarré a Corbyn del brazo y lo hice parar. El me miró extrañado y no sabía la manera de comunicarle hacia donde íbamos. Hacia donde nos llevaban estos hombres desconocidos. Lo miré asustada, intentando de alguna manera comunicarle todo lo que estaba pensando, pero el símplemente me abrazó por los hombros y continuó caminando detrás del hombre.

Al llegar a la puerta, el policía sacó su arma y apuntó a mi cabeza. Quedé estática. No sabía que hacer. Tenía un arma apuntandome en la cabeza. Agarré a Corbyn fuerte de la mano y el se percató de lo que estaba sucediendo. Intentó colocarse frente a mi para protegerme, pero otro hombre que salió de la oscuridad le apuntó a Corbyn.

Tenía ganas infinitas de llorar y salir corriendo a cualquier lado. Una mezcla de emociones me invadió. No sabía cómo actuar, no quería gritar, pero tenía la necesidad de salir de allí y perderme en la nada misma. La mano de Corbyn estaba sudorosa, y yo estaba temblando. No quería girar a ver al Rubio, porque sabía que era una mala idea, pero necesitaba una cara conocida para tranquilizarme, para tener esperanza y la fuerza para salir adelante. Giré la cabeza y lo vi, con sus ojos claros llenos de temor. Me sentí acompañada al saber que lo tenía al lado, que él iba a ayudarme, pero se encontraba en la misma situación que yo. Cuando me miró, pude recobrar lo que había perdido totalmente; el coraje y la valentía. Él me sonrió forzosamente al darse cuenta que estaba asustada. Intentaba tranquilizarme, lo cual logró. Volví mi vista hacia adelante y al ver nuevamente el arma, me inundaron las ganar de sacarle el arma y golpear al tipo que tenía adelante. No lo iba a hacer, claro que no, pero aún así lo quería hacer.

-¿Ustedes intentaron escaparse de nosotros?- preguntó el hombre que estaba frente mío, apuntandome con su arma. Corbyn y yo nos quedamos en absoluto silencio. No íbamos a hablar, o por lo menos yo no- Vamos niños, no nos tengan miedo-volvió a insistir. -Respondan-dijo subiendo su tono de voz. Quería marcar territorio, por decirlo de alguna manera,y quería dejarnos bien en claro que el era el que mandaba, y que si no hacíamos caso, mal terminariamos.

-No-le respondí ante su insistencia

-Mira lo que hay aquí. Una niña corajuda, que responde en lugar de su novio-dijo y luego miró a sus compañeros y con su cabeza, señaló a Corbyn

Dos tipos grandes de cuerpo, que estaban claramente del lado de el tipo malo, se acercaron a Corbyn y lo miraron. Luego lo agarraron de los brazos y se lo llevaron a una de las puertas que habían allí. La peor sensación que pude haber sentido, fue al momento en el que lo separaron de mi mano. Ver como se lo llevaban a la fuerza y como yo quería correr hacia él y abrazarlo. Me sentí vacía al verlo alejarse e intentar escapar de los hombres. El miedo al no tenerlo cerca se apoderó de mi. Lo necesitaba. Necesitaba que estuviera a mi lado.

-¿Y ahora?-volvió a replicar el hombre. Giré y lo miré furiosa. Se había llevado a Corbyn, y no quería que nada malo le sucediera.-¿Tienes miedo?- en ese momento la furia me llenó por completa y no podía procesar lo que pasaba.

-¿Por qué tendría que tenerlo?-le respondí. Al instante me arrepentí de haberlo hecho. Me gustaba sentirme de alguna manera más fuerte que los demás, pero considerando que el tenía un arma y que eran más personas, simplemente en ese momento quería morir. Él hombre se acercó a mi y me agarró de los pelos, luego apuntó el arma en mi nuca y acercó su cara a la mia.

-Mira niña, no me interesa si tienes el coraje para enfrentarme, pero que te quede claro; Vas a terminar mal-Y luego de lo dicho, me tiró al suelo y luego me pegó una fuerte patada en la panza. El golpe lo recibí en las costillas. Fue doloroso, y al ser fuerte casi se me baja la presión, pero comencé a respirar profundamente hasta que pude calmar un poco el dolor. Tenía que ser fuerte. Tenía que encontrar la manera de salir de allí y poder ayudar a Corbyn a escaparse de esos hombres. Me arrastré por el suelo hasta llegar detrás de una mesa. Los hombres estaban intentando abrir la caja de dinero y querían entrar al depósito a buscar más dinero. Y el problema para ellos, era que la cajera no tenía las llaves para ingresar al depósito y los hombres no le creían .

Aproveché esos momentos de distracción y llamé a Zach. Unos segundo después de estar esperando, me contestó la llamada.

-¿¡VEE!? -gritó Zach al momento de atenderme-¿Te encuentras bien? ¿Qué sucede? ¿Dónde están?

-Ayúdanos- le dije en un susurro casi inaudible.

-Bien, ¿Dónde se encuentran? Vamos a llamar a la policía.

-Estamos en un reti-bar. No se el nombre, pero parece que Corbyn ya ha venido varias veces- le respondí mirando a los lados.

-Si, ya se cual es.-me respondió. Logré escuchar que desde el teléfono se escuchaban los otros chicos hablando.

-Rápido, Zach. Tienen a Corbyn-le dije desesperada. No se que les están haciendo. Por favor, ¡Apurence!

-¿¡Tienen a Corbean!?-gritó desde el otro lado del teléfono- Ahora estamos llamando. Cuidate Vee. Que no te toquen.

-Chau- le dije y corté, acto seguido guarde mi celular en el bolsillo y respire profundamente.

Tenía que escapar y tenía la oportunidad de hacerlo. De salir corriendo, ya que los hombres estaban ocupados y no prestaban atención a los rehenes. Pero no podía dejar a Corbyn sólo. Ahí tenía que encontrar una manera de sacarlo de donde estaba sin salir lastimada. Eso no iba a ser posible, pero con intentarlo, sólo..... iba a ser disparada. Algo que....capaz que cure. O no.

Comencé a arrastrarme por todo el lugar, lentamente para poder llegar hasta la puerta donde habían metido a Corbyn. Iba precavida de que los hombres no me vieran o escucharan. Pase cerca de los hombres que intentaban abrir el depósito de dinero y se escuchaban como resongaban y insultaban en voz baja al no poder encontrar la manera de abrir la puerta. Tenían a la cajera ahí con un arma en su cabeza intentando hacer que ella abriera la puerta, pero ella insistía en no saber la manera. Lo cual hacia que los hombres se enfadaran más.

Al momento de llegar a la puerta no pude escuchar ningún ruido que saliera de su interior. Pero eso no significaba no que hubiera nadie. La puerta estaba colocada en una parte sin iluminación, lo cual me permitía pararme sin set vista. Me levanté del suelo y giré la perilla. Luego lentamente abrí la puerta y rápidamente ingresé cerrando la puerta detrás de mi. Al girar pude notar como los dos hombres me estaban observando y detrás de ellos, Corbyn yacía en el suelo, con la boca tapada con una soga y sus brazos amarrados. Ese mismo momento me me arrepentí de haber entrado.




~New Life~ •Corbyn Besson y Tu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora