O3.

6.4K 1.1K 322
                                    

                      
                   
Frunció el ceño levemente, su mirada aún seguía puesta en Jungkook y ponía atención a todo lo que le estaba diciendo. Había leído por ahí aquella palabra, mas no sabía con muchos detalles su significado y mucho menos se había encontrado con alguien que se etiquetara a sí mismo como arromántico.

—No me puedo enamorar. No siento atracción romántica hacia otros. —explicó, atento a cualquier expresión que el mayor hiciera.

Yoongi abrió la boca un poco pero la cerró al instante.

—Entiendo. —habló después de varios segundos, tratando de que su voz no saliera con un tono de tristeza y decepción combinados. —¿Cómo... te diste cuenta?

Jungkook se encogió de hombros, restándole algo de importancia al asunto. Le era común ese tipo de preguntas, aunque se sentía algo nervioso, sobre todo cuando algunas veces le hacían preguntas que ni siquiera él podía responder.

—Realmente no lo sé, pensaba que estar en una relación no era lo mío. Me era indiferente el tener que amar a alguien más. Hay personas que creen que simplemente no tengo sentimientos, —rió— pero no es así; sólo... no me sentí atraído románticamente hacia ninguna persona. Busqué en internet y arromántico fue lo que me apareció y dije 'ah, entonces yo soy arromántico'.

Jungkook soltó un ligero suspiro y le dio el último sorbo a su taza de café.

—¿Le parece raro? —preguntó, mordiendo su labio inferior con nerviosismo.

Yoongi negó rápidamente con la cabeza. —¡No, no! me tomó por sorpresa, eso es todo. No es raro, Jungkook.

—Es sólo que... la gente suele decir que lo es, ya sabes, no poder enamorarte de alguien para ellos es algo sumamente raro.

—Llaman raro a lo que desconocen. —dijo con suavidad—, llaman raro a lo que está fuera de su zona de confort.

                   
 
 

                                                                                                                                                                                  

Jimin levantó la vista del libro que se encontraba leyendo para mirar a Yoongi.

— Hey —sonrió, sentándose en el sofá para que el mayor se pudiese sentar a su lado —, ¿cómo te fue en tu cita?

Yoongi rió sin gracia para después soltar un suspiro, mirando hacia el techo.

—No fue una cita.

Jimin hizo una mueca, cerró el libro —no sin antes ponerle el separador— y lo dejó a un lado. Algo estaba mal, lo podía notar por el tono de voz que Yoongi había usado y, sobre todo, por aquella pizca de tristeza en sus ojos.

Lo miró expectante por unos segundos, incitando al mayor para que le dijera lo que pasaba. Al ver que Yoongi no decía palabra alguna, decidió preguntar.

—Pasó algo, ¿cierto? —antes de que Yoongi pudiera responde algo, volvió a a hablar. —Y no mientas, porque sé cuando lo haces. Te conozco.

Yoongi resopló, pasando ambas manos por su cabello.

—Estuvimos hablando y él dijo que era arromántico.

Jimin arrugó las cejas, no sabía el significado de esa palabra. —¿Arromántico?

—Significa que no puede sentir atracción romántica hacia otros. —le explicó en voz baja. —Jungkook no se puede enamorar.

—¿Qué? —exclamó con sorpresa. —¿Eso es posible? ¿Que no te pueda gustar o te puedas enamorar de alguien?

Yoongi asintió con lentitud, dirigiendo la vista hacia su amigo.

—Eso es...

—No es raro. —interrumpió. —No lo es.

—No, no iba a decir eso. Iba a decir que es algo triste.

—Tampoco es triste. —murmuró. —La gente suele decir que tienes que tener pareja o casarte y tener hijos para poder ser feliz, pero no necesariamente tienes que hacer todo eso para poder... encontrar a lo que llamamos felicidad.

Ambos se vieron atrapados en un silencio, no incómodo, pero tampoco agradable. Jimin suspiró y tomó la mano de Yoongi, comenzando a jugar con sus dedos; algo que hacía inconscientemente.

—¿Qué vas a hacer, Yoongi? —preguntó en voz baja. —Se ve que te gusta muchísimo.

—No lo sé. —Sonrió levemente. —Pero lo que sí sé es que no quiero irme de su lado... no aún.

ARROMÁNTICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora