Llevábamos cuatro días dentro de una maldita habitación comiendo solamente unos cereales integrales sin sabor y parece que tuvieran tierra. Aunque era mejor que la comida del asilo.
- ¡Basta hombre, no le harán nada! - Exclamó michael pasando por delante de mí mientras se dirigía a luke.
Luke en ningún momento quitaba la vista de mi, incluso cada vez que iba al baño el estaba afuera de la puerta esperándome para ver si estaba bien. Tengo que admitir que me tenía un poco harta.
- ¿Y qué si le hacen algo? Sabes que ellos son capaz de intentar cualquier cosa sobre ella o nosotros - explicó luke apoyando sus brazos cruzados sobre su pecho.
Me levanté del sofá en donde estaba soltando un suspiro, Calum y Ashton se encontraban durmiendo sobre una colchoneta en el suelo. Me acerqué a una ventana la cual dejaba ver la vista hacia abajo del edificio.
Quizás debía intentar escapar y por fin ser libre luego de esperar tantos años encerrada.
- Sé la mierda que estas pensando jazmín, y déjame decirte que es imposible escapar de aquí - el chico rubio se puso a mi lado mirando hacia abajo igual que yo.
Negué con mi cabeza intentando quitar esas estúpidas ideas de tirarme desde el último piso y morir. Solté un bufido pasando por el lado de luke y caminar hacia la puerta intentándola abrir.
- ¿Dónde piensas ir? - dijo luke tirando de mis caderas hacia atrás.
Mi paciencia se estaba acabando.
- ¡Basta ya! Me hartaste hemmings, solo pido un poco de privacidad y soledad. ¡No necesito a una persona que esté pendiente de mi las veinticuatro horas del día! ¿Qué crees que es muy satisfactorio estar con tus violadores? Con las personas que acabaron con mi vida y fueron la causa de entrar a ese maldito asilo - le grité en la cara con toda la rabia acumulada en mi interior.
El sólo se mantuvo en silencio, mirando el suelo como sin una madre hubiera regañado a su hijo.
- Sólo quiero protegerte ¿No entiendes eso? ¿Es tan difícil? Jazmín, sé que los cuatro hicimos mal por haber arruinado tu vida pero esos no éramos nosotros - en ese momento pude jurar que luke se pondría a llorar.
¿No eran ellos? Sí, claro.
- Quizás es difícil de entender, pero créeme. Nunca le haría daño a una mujer, menos si es así de hermosa como tú. Nosotros no somos normales como todos, costará creerlo pero tenemos algo sobrenatural en nuestra sangre. Fuerza mayor, un demonio intentando liberarse. Y tú, eres la única que puede calmarlo. -
Escuché unos sonoros aplausos desde el fondo de la habitación, la misma sombra que no se había dignado a aparecer lo había hecho justo hoy.
- Bravo hemmings, que discurso más inspirador. ¿Dónde tienes el diario donde escribes todos tus miedos? Mhm, me parece que aquí - la sombra soltó una sonora carcajada levantando su mano izquierda con un diario sobre ella.
¿Él tenía un diario?
- "Hace más de dos meses me he enamorado de una chica la cual simplemente me roba los suspiros, cada noche puedo verla salir del café en donde trabaja y debo admitir que su belleza natural deslumbra por donde va, espero no dejar de verla nunca." - leyó el hombre frente a nosotros volviendo a reír sin parar.
Estaba sin palabras, era como si los ratones me hubieran comido la lengua.
- "Acabo de cometer el peor error de mi vida, yo solo quería hacerla feliz por el resto de la vida y solo se la arruiné. No era yo, habían voces dentro de mi cabeza gritandome que debía hacerle daño." -
La sombra volvió a desaparecer dejando el diario tirado en el suelo. Luke rápidamente lo tomó apretándolo sobre sus manos. Abrió la puerta para luego salir de ahí corriendo.
Sentía que no debía dejarlo sólo, así que fui en busca de el.
Miré hacia todos lados en los pasillos buscando una cabellera rubia. Lo único que escuchaba eran sollozos desde el fondo, me fui acercando más y encontrándome a luke tirado de rodillas en el suelo mientras destrozaba el diario.
Me miró hacia arriba con sus mejillas empapadas de lágrimas, sus ojos se veían más azules al llorar. Eran preciosos.
Me arrodillé frente a él tomando un trozo de papel el cual tenía escrito y manchado "Yo simplemente la amo."
- Perdón, por favor perdóname - volvió a llorar fuertemente tomando si rostro entre sus manos y negando con su cabeza.
No dude en abrazarlo, el parecía tan inocente en ese momento. Tan solo y desalmado. Destrozado y demacrado. Era segunda vez que lo abrazaba en ese estado, acariciando su cabello de vez en cuando sollozaba. Su respiración cada vez era más calmada, pero sus lágrimas aún no dejaban de salir.
Sus "Perdóname por favor" eran más frecuentes como si su vida dependiera de aquellas palabras.
Estaba arrepentida de haberle gritado.
- Todo estará bien, tranquilo - susurré tomado sus mejillas entre mis manos limpiando sus lágrimas. Luke desvío su mirada de la mía volviéndome a abrazar como un niño pequeño lo hace con su madre.
Delante de nosotros habían tres chicos. Ashton, Michael y Calum.
Sonriendome.
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