'Cause You Are My Medicine

III: El Amanecer

2D

La hora pasó rapidamente, ya había amanecido y teniamos que regresar a nuestros hogares. Por primera vez deseaba que el tiempo se detenga.

-Fue una agradable desvelada, ahora muero de sueño – dijo Sam frotandose los ojos

-Tienes razon – Nodlee se cubrió la boca para bostezar, por alguna razon se veia tan tierna y daba ganas de abrazarla.

-Bueno, nos vemos el viernes… ahora lo que quiero es mezclarme con las sábanas y fundirme con mi colchon – el comentario de Sam hizo que rieramos. Nos despedimos con un beso en la mejilla, no pude evitar sonrojarme al tener ese pequeño contacto con Nodlee.

Tomamos caminos diferentes, las calles estaban vacias y eran iluminados por los primeros rayos de sol. Llegué a mi hogar, al abrir la puerta el olor caracteristico del alcohol me invadio las fosas nasales ademas de las latas de cervezas que inundaban el piso.
Fui a la cocina por un vaso de agua… aunque con tanto desorden dudo que pueda entrar. Algunas latas de cerveza estaban en la mesa, si yo no lo limpiaba era imposible que Murdoc lo limpie, empezé a limpiar la cocina, las latas llenaban la bolsa y lo amarré. Me sente para descansar un poco, mis ojos me pesaban por la desvelada pero no me arrepentia de nada.

-¡POR SATÁN! MI CABEZA… FACE-ACHE – Murdoc entró a la cocina, se dirigió al refrigerador sacando una nueva lata - ¿Acabas de llegar?

-Mudz, p-ponte algo de ropa… p-por favor – la desnudes de Murdoc por la mañana era la peor forma de empezar el dia.

-No, la ropa solo cubre la verdadera escencia del fabuloso Murdoc Niccals – se sentó tomando su  cerveza. – Ve a cambiarte de ropa, en 30 minutos salimos.

-¿A dónde?

-Tu solo alistate, no hagas preguntas estupidas… cara de simio… – un leve “toc toc” interrumpió a Murdoc, era una chica con un vestido rojo y con zapatos en mano.

-Murdoc, cariño… tengo que irme – estaba despeinada y con parte del maquillaje corrido, no queria saber que pasó toda la noche.

-Claro linda, llamamé cuando quieras repetir – su sonrisa pervertida hizo ruborizar a la chica, se despidio y salió de la casa.  Me levante de mi asiento y subí a mi habitacion, el dolor de cabeza se hacia presente y una ducha con un par de pastillas me hacia falta.

Tomé una ducha rápida, me acerque a mi escritorio a buscar el frasco con las pastillas. En tanto desorden y hojas sueltas no lo podía encontrar, busqué en mis cajones hasta encontrarlo pero una foto estaba cerca. En una mano tenía el frasco de pastillas y en la otra sujetaba la foto.

-Soy un idiota por creer en tus palabras… fuiste la peor decisión – aquella foto me transportaba a recuerdos dolorosos de una horrible relación. Paula Cracker fue mi primer novia, teníamos planes a futuros pero todo se fue por el tacho.

Flash back

-Stu… tenemos que hablar – su voz era fría y seria.

-Claro, dime ¿qué pasó,amor?

-Sufres constantemente, por no decir siempre, de migrañas y dolores de cabeza… y para aliviar los dolores tomas tus medicamentos pero… cada vez es en mas dosis.

-Oh, bueno si… s-sabes como me pongo cuando ya no soporto el dolor – Paula se acercó a mi para tomar mis manos.

-Tienes un problema de adicción a esas pastillas… y yo no puedo estar con un adicto – esas palabras me cayeron como un balde de agua fria. No lo podía creer, me estaba llamando adicto.

-N-no soy un adicto, mucho menos un… d-drogadicto… ¿porqué dices esas cosas? – mi voz empezó a temblar, mis ojos se estaban cristalizando. No me permitiría llorar.

-Stu… yo necesito a alguien “sano” en mi vida, no un adicto… - luego de esas palabras ella soltó mis manos – debo pensar en mi misma, preocuparme por mi y no por tu adicción.

-P-Paula… yo… t-tu… - era tarde, las lágrimas rodaban por mis mejillas, ella solo se colocó su chaqueta y me dio un beso en la mejilla.

-Es un adios, Stu… que te vaya bien.

Tras el sonido de la puerta cerrandose mis piernas flaquearon y caí al piso, las lágrimas eran cada vez mas y mas y el nudo de mi garganta no me dejaba respirar. Los días pasaron y yo caí en una profunda depresión, Murdoc me invitaba a salir en grupo con algunas chicas pero yo lo rechazaba, en el fondo creo que Murdoc se preocupaba por mi.

Pasaron los meses y finalmente Murdoc me sacó de mi cuarto obligandome a ir con el a una fiesta. Y funcionó. Ya no me sentía tan triste por lo sucedido con Paula y logré olvidarlas. Poco despúes me enteré que la verdadera causa de nuestra ruptura era por que se escapó con un profesor de la facultad con el que ya llevaba varios meses acostandose. Mi “adicción” a los medicamentos solo fue una excusa para irse y escapar con él.

Fin Flash back

Arrugue la fotografía, los malos recuerdos de Paula solo me traían un mal sabor. Abrí el frasco y escogí dos pastillas, las tragué y al cerrar el frasco lo lanzé contra la pared.

-Face-ache… -Murdoc estaba apoyado en el marco de la puerta, había visto mi reacción.

-M-Mudz… yo…

-¡CAMBIA ESA CARA DE ESTUPIDO! YA TUVE SUFICIENTE CON CASI UN AÑO DE SOPORTARTE LLORANDO POR UNA ZORRA… ¡POR SATÁN! SI VUELVES A PONER TU CARA DE IMBECIL TE JURO QUE TE MANDARE DE UN SOLO GOLPE AL MISMISIMO INFIERNO.

Dio un portazo haciendome saltar del susto… tenía razón… Paula pertenece al pasado, ahora tengo una nueva vida y conocí a una linda chica… Nodlee. Al recordarla sonreí, es muy hermosa y quería saber mas de ella. Sin dudas, deseo que llegue el día viernes.

Salí de mi habitación para dirigirme al living, Murdoc se encontaba sentado y con un cigarrillo en los dedos, al verme se levantó y apagó el cigarrillo en el cenicero. Nos dirigímos a la cochera, el Stylo se encontraba descansando.

-Sube – la orden de Murdoc fue clara, se colocó el cinturon de seguridad y encendió la radio.

-¿A d-donde vamos, Mudz? – me senté en el asiento del copiloto.

-A la residencia de la universidad, buscaremos a un Russel Hobbs.

Mis nervios aparecieron, Murdoc planea algo y me volverá su cómplice. El Stylo arrancó, las pistas estaban desoladas y pronto llegaríamos a la universidad. Pero… ¿Quién es Russel Hobbs?