'Cause You Are My Medicine

VII: Destino

Nodlee

Estaba sentada en mi pupitre intentando no dormirme en media sesion de clases, pero todo mi esfuerzo por mantener los ojos abiertos se perdieron. No recuerdo exactamente que estaba soñando, pero la imagen del final de una torre y unos helicopteros se hacian cada vez mas visibles.

-¡Señorita Nodlee! – el grito de la profesora me hizo despertar de golpe, mi corazón latia aceleradamente.

-¿S-si? – al parecer la profesora se dio cuenta que estaba durmiendo, no es mi culpa que sus clases sean tan aburridas.

-Hagame el favor de retirarse del aula, en esta institución no aceptamos esta falta de respeto. – Me levante y cogí mi mochila y me retire del aula, pero esa humillacion no le bastó a la profesora – Su padre estaría decepcionado de usted si se entera del comportamiento que tiene.

Cerró la puerta y me apoye en la pared. Odio tener que fingir ser una buena alumna aquí, fingir ser una hija ejemplar digna de la herencia Kyuzo, fingir ser una estudiante normal y esas cosas. Suspire pesadamente, tenía que esperar a que termine las clases para poder irme con Sam al café.

-Señorita Kyuzo – una voz me sacó de mis pensamientos - ¿tiene clases con Miss Kelly? - Asentí lentamente y baje la mirada – Vamos a mi oficina.
Entre a la oficina de la psicóloga, probablemente recibiría el sermon del dia… pero estaba equivocada.

-Miss Kelly siempre retira alumnos de sus clases por, según ella, faltarle el respeto – ella sonrió dandome confianza – descuida, no te haré ningun informe ni llamaré a tu padre.

-G-gracias… la situación con mi padre es muy complicada para tener que lidiar con esto.

- Estoy al tanto de eso, también de la noche de talentos – me sorprendí cuando menciono sobre lo sucedido en el café, me puse muy palida – jajaja tranquila, ese día yo estaba ahí con unas amigas y dejame decirte que tienes un talento innato para la guitarra.

Me senti mas tranquila luego de eso. Hablamos hasta la hora de salida y al regresar al aula Sam ya estaba esperandome.

-No puedo creer que te haya sacado del.salón, ella tambien se duerme en nuestras exposiciones y nosotras no andamos quejandonos – Sam estaba enfadada por lo sucedido.

-Si pero ya esta hecho, no puedo hacer nada – me encogí de hombros restandole importancia.

-Si… pero no es motivo para- Sam frenó en seco, como si hubiera visto algo o alguien que no deseaba.

-¿Sam? ¿Qué pasa? – me acerque a ella tratando de descongelarla
-Mira – señalo un auncio pegado en un poste – ¡NODLEE!

-Ya vi, ya vi… estan buscando un guitarrista – mire el anuncio, es un oportunidad pero tengo mis dudas. Sam agarró el papel y lo despegó del poste – No hagas eso, otras personas deben verlo.

-No. Es solo para ti y quiero que aproveches esa oportunidad.
Continuamos caminando hasta llegar a mi departamento, nos teniamos que alistar para ir al café.

Murdoc

Estaba descansando en el living con la grata compañía de una lata de cerveza y un cigarro cuando el face-ache entró corriendo a la casa.

-YA LLEGUÉ MURDOC – dije con sarcasmo al ver al idiota acercarse a las escaleras – YA NADIE TIENE RESPETO EN ESTA CASA.

-L-lo siento Mudz, estoy un poco apurado… m-me voy a mi habitación.

Este idiota trama algo, escuche ruidos provenientes de su habitación que poco a poco agotaron mi paciencia. Subí a la segunda planta para ver que diablos estaba sucediendo y de paso darle un buen golpe para que detenga toda esa bulla perl al abrir su puerta lo encontre en el piso y toda su ropa regada por todas partes. Me apoyé en el marco de la puerta y solo lo observe.

-M-Mudz… - se acababa de dar cuenta de mi presencia.

-Por los malditos demonios, ¿Qué mierda haces? – él se levanto del suelo y sacudió su ropa.

-Ehm…. S-solo busco algo de mi closet, r-ropa. Te dije que i-iba a salir – detesto cuando tartamudea, solo incrementa mis ganas de golpearlo.

-ESO NO ME IMPORTA, SOLO NO HAGAS TANTO RUIDO – lanzé la lata en dirección a su cabeza y esta rebotó cayendo al piso. Baje de nuevo al living, mi tarde se había arruinadoy todo por culpa del face-ache.

Me desparrame en el sofá, intentando calmar mi ira pero todo intento fue en vano.

-Maldito seas face-ache – maldije por lo bajo - ¿Qué tanta mierda planeas para estar alistandote y buscando ropa? – encendí un cigarrilo y al inhalarlo una suposicion vino a mi mente – Oh, asi que saldrás con esa chica de la universidad… pues esto no me pierdo.

Apagué la colilla en el cenicero y subí a mi habitación, en definitiva verlo fracasar en su cita me daría buenos animos. Mientras me alistaba oi unos toques en mi puerta.

-Mudz… y-ya tengo que irme. No s-se a que hora regresaré.

-Meh, solo largate. – Pude oir sus pasos alejarse. Ahora es turno del fabuloso Murdoc Niccals.

Espere en la puerta unos 5 minutos, tengo planeado seguirlo y ver como fracasa lenta y dolorosamente su cita… y quizas luego ir a un bar a emborracharme. Tome.mi chaqueta de cuero del perchero y lo empezé a seguir… arggg debí traer el Stylo para seguirlo pero, hubiera sido muy incomodo si el idiota me descubria. “Maldita sea, ¿Cuánto más tiene que caminar?”  pensé furioso pues ya me estaba cansando de dar vueltas y caminar sin dirección alguna.

Ya estaba por desistir y mandarlo a la mierda cuando entró a una cafetería, me escondí un momento en un callejón cercano y aproveche para fumar un cigarrillo.

Planeaba entrar en un par de minutos pero las risas de unas chicas me distrajó de mis pensamientos. Arrojé furioso la maldita colilla al piso y observe a las chicas pasar: una china y una pelirroja.

Iba a encararlas pero entraron a ese lugar de café, ¿Será posible que una de ellas sea la cita del face-ache? Pfffff…. No creo que sea un pedófilo, además ya pasaron varios años desde lo de Paula y no estaría mal que salga con la chica de su clase. Le hace falta una buena sesión de “amor”.  En unos 5 minutos entraría a ese local y vería como arruinaria su cita.