Capítulo II. Lo que pasó una vez, siempre sucede una vez más.
No sé como voy a mirarla. Simplemente no puedo creer todo lo que hice. Quizás es cierto, quizás en realidad no está interesada en mi. ¡NO! me niego a creerlo. Cuando me dijo 'te quiero' iba en serio. No fue sólo una palabra... para mi significó, estoy segura de que para ella también. Pero ¿Y si no vuelve?¿Y si no me busca? Tengo que esperar. Si. Es lo único que me queda. Le daré dos días, si no vuelve, entonces tendré que volver por ella y hacer lo que sea necesario.
Ya casi es la hora de almuerzo y la cafetería está vacía. Tampoco hay señales de ella. ¿Es que acaso me continua evitando?. No puedo creerlo, esto es más que un simple enamoramiento, esto es una obsesión.
Los almuerzos son siempre iguales, estoy sentada sola. Nadie quiere acercarse a una chica lesbiana. Las mujeres tienen miedo que me 'enamore' de ellas, y los hombres saben que no pueden tener sexo conmigo porque los rechazaría. No tengo amigos, pero no me interesa, en realidad, me siento cómoda así. Me da más tiempo para pensar y mantener mis asuntos en orden.
Toda la tarde transcurre y no hay rastro de Kendra. ¿Acaso no fui lo bastante clara con el mensaje?. No, no y no. Tengo que dejar de darle vueltas a este asunto, tengo que esperarla hasta mañana.
Ya es de noche, creo que por hoy debo rendirme. Kendra no vendrá por mi. Quizás no haberme visto hoy hará que me extrañe... que sienta la necesidad de mi cuerpo. Me voy a acostar con todas mis esperanzas puestas en el día de mañana. Si, mañana será el día.
No tengo conocimiento de qué hora es, sólo sé que despierto acelerada porque sentí que alguien apretó mis pechos con mucha fuerza. Está tan oscuro que no logro ver nada, hasta que mis pensamientos se ven interrumpidos por un beso. Un beso muy familiar, es suave, tranquilo y con un toque de pasión. No, no creo que sea ella, ¿y si es ella? no lo creo. De todos modos me dejo llevar por unas suaves manos que tocan mi cuerpo. Siempre soy yo la chica que maneja las relaciones, pero esta persona conoce tan bien mi cuerpo que me dejo tocar. Primero introduce suavemente sus dedos en mi v*gin* y comienzo a gemir. Al cabo de unos momentos saca sus dedos y me hace masajes circulares, eso me eleva lentamente. Empiezo a llegar cada vez más al orgasmo y para potenciarlo me imagino el cuerpo de Kendra. Sus pechos voluptuosos, el sabor de su v*gin*, su cuello, sus oídos, sus labios... ya ni siquiera me concentro en disfrutar la masturbación que me están efectuando, sólo me excita pensar en ella, estoy obsesionada.
Ya es de mañana y no hay rastro de la persona con la que tuve sexo anoche. Ni idea. Puede haber sido una chica... o incluso un chico. Lo que más me aterra es lo mucho que me excitó el no saber quién me estaba tocando. No quiero admitirlo, pero me encantaría que vuelva a suceder.
Ninguna de las chicas de los dormitorios de al lado me a dicho un comentario por 'ruidos molestos'. ¿Será que soñé toda esa aventura? no lo creo. Una emoción así no puede ser inventada. Esas manos... esas manos son reales y me hicieron lo que nunca nadie había logrado. Alguien estuvo conmigo anoche; debo descubrir quién fue.
Tengo clase de Economía Básica, queda en el último piso de la torre B, eso implica caminar por el subterráneo de la facultad, es un lugar bastante tranquilo a pesar de que para algunos resulta espeluznante. Me gusta creer que es un laberinto porque tiene diversos pasillos y habitaciones cerradas a las que nunca nadie a podido acceder. Voy caminando y noto que alguien me sigue. No quiero detenerme y mirar hacia atrás. Si es la persona que me visitó anoche, quiero que sea una sorpresa nuevamente, que me toque. Siento que alguien me empuja hacia un salón lleno de sillas y mesas rotas; para mi sorpresa no es quien yo esperaba, es Kendra.
-Lo pensé y tienes razón, me duele admitirlo y siento asco por eso. Pero eres tú. La única. Anoche me acosté con 3 chicos diferentes, ¿puedes creerlo? con 3 ninguno me hizo lo que tu me haces. No sé que sea, no sé porqué siento esto, pero tú me conoces y quiero continuar.- Me está mirando a los ojos, sus palabras causan un pequeño alboroto en mi estómago. Quiero vomitar, pero no de asco, sino que de nerviosismo. ¿Cuanto tiempo esperé por este momento?
-¿Y qué?¿Ya no te importa lo que piensen de ti?.- Le digo con arrogancia.
-El muchacho que nos vio en la sala de computación es Ian, un fracasado. Anoche le hice un oral y prometió no hablar nada. No tenemos que preocuparnos de ese gusano. Mientras estemos juntas a escondidas y nadie se entere, puedo ser tuya.- Me dice y se acerca a mi con movimientos confidenciales, como si quisiera ''hacerlo'' ahora.
Este es el momento que esperé, pero ¿por qué me siento tan infeliz?. Supongo que imaginé que ella querría estar conmigo sin importar las apariencias, pero veo que todavía es una chica superficial y hueca.Tengo que aceptarlo, es es o estar sin ella.
-Nos veremos los días lunes, jueves y viernes por las noches durante 3 meses. Si en esos 3 meses te enamoras de mi confesaremos que estamos juntas, si no.. continuaremos viéndonos a escondidas por todo el año, o por siempre, como tú quieras.- La miro directo a los ojos, no se puede negar, es una buena oferta.
-Hecho. Pero eso sí. Nada de celos, tu sabes, soy codiciada y de todos modos tengo que mantener mi status con los chicos, me acostaré con cuantos quiera y tú no dirás nada.- Es imposible decirle que no o cambiar las condiciones. Ella elige, es como si me hiciera un favor.
Nadie tiene que decirme que para sellar este juego tenemos que hacerlo. La siento en una de las sillas y abro sus piernas, me arrodillo frente a ella y le quito su ropa interior. Me acerco y dejo que mi lengua haga el resto. Por suerte que estamos en el subterráneo, de otro modo cualquiera escucharía los gritos de Kendra.
Perdí mi clase de Economía, y no estoy preocupada. En este momento me siento completa, cada objetivo que me he planteado lo he conseguido finalmente. Gané a la chica de mis sueños e hice que gritara como un cerdo muchas veces, le dí el mejor orgasmo de la semana y en dos días más la haré mía nuevamente. Ahora sólo me queda descubrir quién me visitó en la noche. Kendra puede esperar, quiero saber quién me volvió indefensa, necesito saber.
ESTÁS LEYENDO
No regrets. (TERMINADA)
Teen FictionBeth, una chica lesbiana, se obsesiona con su compañera de universidad Kendra, una de las chicas más deseadas y que además es heterosexual. Ambas inician un juego secreto, en el que tienen encuentros íntimos y peligrosos, con el fin de probar de qu...