Capítulo VII. Frágil.
Es el peor momento de mi vida sin duda alguna. No puedo evitar recordar hace unos años atrás, cuando era una niña muy pequeña e inocente enfrentándose al mundo. Ahora pareciera que todo se viene a bajo, es posible que yo sea una de esas personas que simplemente nunca en la vida será feliz. Me siento sucia... me doy asco a mi misma por todo lo que ocurrió.
David quiere conversar, me pidió que nos juntáramos en una hora más. No sé. ¿De qué me sirve ir e intentar arreglar las cosas?. Independiente de lo que pase nada puede cambiar el asco que me doy a misma. No soy capaz de asumir lo que hice, quisiera estar muerta, al menos dejaría de sentir.
Estoy esperando a David. Bueno, en realidad no puedo esperar nada más de esta situación. Todo lo que podía hacer, ya está hecho.
-Eh, te levantaste temprano, felicidades. Voy a ser breve para evitarnos algo aburrido, cierto?.- Me dan asco sus palabras. Lo odio. Me odio a mi misma.
-¿Qué quieres?.- Espero que se de cuenta de que nada más quiero irme. Terminar ahora cualquier tipo de contacto con este despreciable ser.
-¿Cuanto valen para ti estas fotografías? Son bastante importantes y comprometedoras. Yo te sugiero que pienses muy bien las palabras que vas a decirme... nadie quiere que ocurra algo lamentable ¿o si?.- Me está manipulando. Estoy en la palma de su mano. Puede hacer lo que quiera conmigo.
-¿Y tú en serio crees que me importa?. Mírame, soy la lesbiana ¿recuerdas? a la que nadie se acerca. Tus fotos no cambiaran nada la opinión que la gente tiene de mi. De hecho, me sería beneficiosos... estar en la boca de todos, por una vez alguien se fijaría en mi existencia.- Tengo que convencerlo, tengo que convencerlo, tengo que convencerlo.
-Tienes razón. Definitivamente me ganaste. Pero... espera, había algo, no puedo recordarlo... Ah, si. Kendra. Supongo que si no hay problemas podría enviarle estas fotos ¿verdad?.- Me atrapó. Ahora estoy completamente cagada.
-Dime lo que quieres ahora.-
-La universidad es bastante costosa ¿sabes?. Y con tantas clases no me queda tiempo... tú sabes, para mis necesidades masculinas. Sería excelente si tu me ayudaras en algunos momentos a estar más ''relajado''. Si, soy bondadoso contigo, son cosas simples de cumplir ¿eh?.- No tengo otro camino. El dinero no es problema, pero esta vez creo que me dolerá mucho ser su puta. Me doy asco a mi misma, definitivamente preferiría estar muerta.
Después de 6 horas llego a la universidad. El bus tuvo un retraso, justo lo que me faltaba... tener que pasar más horas pensando en como serán los próximos días. ¿Días? no me imagino de lo que puede ser capaz alguien como David. Quisiera estar muerta.
Entro a mi habitación y está igual como la dejé. Me recuesto en mi cama y es una nota de Kendra lo que encuentro.
Te mereces una bienvenida. A las 22:00 en el baño de la cafetería.
Kendra ♥
Nada peor podía ocurrirme. La persona a la que menos quiero tener que mirar a los ojos es a Kendra. No puedo, no soy capaz de explicarle la verdad de las cosas. A pesar de que no tenemos ningún compromiso serio... siento que somos algo, aunque sea una ilusa por engañarme a mi misma. La quiero, para mi eso ya representa que tenemos algo real.
No me importa haber llegado antes. Ni siquiera me intereso en las cosas como antes... intentaba llegar más tarde a mis citas con Kendra con el objetivo de causarle más interés. Ahora de nada me sirve que tenga más curiosidad en mi y en mis asuntos.. lo mejor sería que termináramos para evitar sufrir más.
-Te extrañé. Pero no te hagas ilusiones, simplemente me hiciste falta. Siempre cuento con que vas a estar a mi lado si deseo algo de ti... pero me imagino que el no tenerte acá, aunque haya sido por dos días, me demostró que no te tengo segura. Que tonta. Ni siquiera debería pensar así. Tu puedes hacer lo que quieras, no debería pensar que eres de mi propiedad.- Las palabras de Kendra me duelen más de lo que podría haber imaginado. Justo ahora que soy el peor ser humano del planeta, ella decide declarar sus sentimientos. ¿Volveré a ser feliz alguna vez?.
-No sigas hablando por favor, no puedo, tu no entiendes pero ya no se puede nada, se va a terminar y me duele.- Mis mejillas están empapadas, tengo que volver a la calma.
Esperaba que Kendra me preguntara sobre porqué teníamos que terminar, pero en vez de eso se acerca a mi y me da un tierno beso. Estoy tratando de entender lo que acaba de pesar... es posible que Kendra lo sepa, por eso no le importa. Tengo que dejar de analizar cada momento de mi vida, quiero disfrutar este momento. En al mundo ya ni siquiera existe Lisbeth o David, estamos las dos juntas.
Me dirijo a la habitación de David. Si Kendra conoce mi verdad y no le importa, no existe motivo para continuar con esta farsa. Veo un rayo de luz en mi vida, quizás no todo es tan malo.
-Bueno... fue bastante divertido jugar contigo, lo admito. Pero lamentablemente vas a tener que quedarte con las ganas, yo me retiro. Ah, y ya sé que Kendra se enteró de lo nuestro... por mi puedes hacer lo que te plazca con las fotos.- Me siento satisfecha. Estoy segura de que mis palabras van a herir su delicado ego.
-¿En serio eres tan tonta como para tragarte la idea de que Kendra sabe lo que pasó?. Mi dulce Beth, si eso hubiese ocurrido, ahora mismo no podrías soportar el hecho de que Kendra te odie. No. Te dije que soy bondadoso. Hablé con Kendra para pedirle que te tratara bien, que lloraste todo el fin de semana al no poder estar a su lado. Es más o menos un favor, para que no creas que puedes salirte tan fácil de nuestro acuerdo. ¿Tienes algo más que decirme?¿O todavía quieres que le muestre 'a quien me plaza' las fotos?.- No puedo seguir escuchando a este gusano. Me voy de la habitación y espero que tome eso como un ''continuemos el juego''. Estoy destrozada. En serio quiero morir ahora.
Llego a mi recamara y no hay nadie. Me encierro en el baño y lo único en lo que puedo pensar es en llorar. Me duele, siento una presión en mi pecho. Intento calmarme, pero mis lágrimas no quieren ceder. Mi mundo entero se está desmoronando... soy tan estúpida. Quiero calmar este dolor que siento en mi, ya ni siquiera puedo soportar la idea de que mi miserable existencia estará marcada por un imbécil que está jugando conmigo. Incluso morir ahora sería mejor.
Busco en todos los cajones algo... si, lo encuentro. Sabía que había dejado esto en algún lado luego de rasurar mis piernas la semana pasada. Soy nueva en esto, jamas en mi vida lo había hecho, pero no me interesa mucho. Se que va a calmar mi dolor interior. Si tengo suerte esta sea la última noche que sienta mis lágrimas en mi cara.
Lisbeth entra en el baño.
-¡¿Qué estás haciendo?! Beth, tus brazos están llenos de sangre. ¿En qué estabas pensando? te necesito conmigo.- Toma una toalla, la moja con abundante agua y comienza a limpiar mis heridas. -Respondeme ahora, ¿qué estabas haciendo?-
-Me quiero morir ¿entiendes? me quiero morir ahora, odio mi vida y esta existencia. Me duele mucho y quiero morirme, por favor, deja que me vaya.-
-Tontita, no puedo dejarte hacer eso, ahora cálmate. Estoy acá para cuidarte siempre ¿lo recuerdas? fue mi promesa. Quedarme contigo y acompañarte no importa lo que pase. Voy a quererte y enseñarte cuando te quiero.- Lisbeth me abraza y acaricia mi cabello. Incluso el peor momento de mi vida se ve hermoso ahora que no me siento sola, Gracias por estar conmigo Lis.
Despierto a mitad de la noche. Mis brazos están vendados. Pareciera que tomé un calmante porque no tengo consciencia de haber llegado hasta aquí. Lisbeth está a mi lado, puedo sentir su calor y la protección que me brinda el estar con ella. Nuestras manos están tomadas. Cuando estoy así, tan frágil e indefensa.. siento que la vida tiene un poco de sentido. Muchas gracias Lisbeth, gracias por quererme.
ESTÁS LEYENDO
No regrets. (TERMINADA)
Ficção AdolescenteBeth, una chica lesbiana, se obsesiona con su compañera de universidad Kendra, una de las chicas más deseadas y que además es heterosexual. Ambas inician un juego secreto, en el que tienen encuentros íntimos y peligrosos, con el fin de probar de qu...