Capítulo III. Dos almas no se encuentran por casualidad.
Hace una semana que inició oficialmente mi relación con Kendra. Ella no sabe que es algo muy oficial, pero no me interesa, es mía. Me basta con persuadirla estos 3 meses para que se al fin se de cuenta de que este 'jueguito' va en serio. Kendra es predecible en muchos aspectos. Sé que seguirá revolcándose con quien le plaza, sé que cuando se sienta sola volverá a mi, sé que soy la única persona que puede hacerla sentir una verdadera mujer.
Son pasadas las 23:00, me pidió que la encontrara en su habitación a las 23:30 para hacer lo que mejor hago, lo que a ella más le gusta. Pero... aún así no puedo evitar no sonrojar y ponerme muy nerviosa. Ya nos hemos visto tantas veces ¿por qué sigue causándome esta sensación en el estómago? es como si efectivamente tuviese mariposas volando dentro de mi. Ya nada es suficiente, ningún encuentro bastará para quitarme las ganas que tengo de Kendra. La quiero mucho. Pero ya no es una obsesión posesiva, al contrario, esto es amor. Quiero aprender a hacerla feliz.
Son las 23:56 y ya estoy irritada. Quiero que sea puntual, que respete mi horario. Yo no estoy jugando todo el día como para que me haga venir a perder el tiempo. Sé que lo hace a propósito, es su manera de manipularme y mantenerme donde ella quiere... tiene razón, estoy a sus pies. Cualquier condición que ella me ponga la aceptaré, al menos eso es mejor que estar alejadas.
Se abre la puerta. A juzgar por sus ojeras debe haber tenido una clase extra. A mi no me importa, sigue siendo preciosa, ella es mi utopía, es todo lo quiero en una persona e incluso sus defectos me hacen verla tan guapa. Ella es real y lo nuestro también.
-Siento haber llegado un poco tarde. Estaba... eeeen algo, revisando unos papeles.- A juzgar por lo temblorosa que está su voz., me está mintiendo. No me importa, puedo ser masoquista. Ahora sólo quiero tenerla en mis brazos.
-No te preocupes, llegué hace menos de 5 minutos. Yo también estaba ocupada.- Nunca he sido buena para las mentiras.
-¿Que quieres hacer hoy?¿69?¿Utilizar un disfraz?¿O quieres amarrar mis manos?.- Me dice con su voz delicada y seductora.
Pero la verdad es que hoy no quiero lo de siempre, no sé, quiero tenerla conmigo y hacer sentir que yo la puedo cuidar, que la puedo hacer olvidar los problemas y regalar una sonrisa.
-Quiero que vengas. Acuéstate conmigo, cierra tus ojos y abrázame. No es necesario que digas nada, por hoy... quiero que todo sea una sorpresa.- Elegí muy bien mis palabras, estoy segura que se sorprenderá por salir fuera de lo común.
Se acuesta a mi lado. Al principio no confía en mi, es como si estuviese esperando que me suba arriba de ella y haga lo predecible. Al cabo de unos momentos, veo como sus ojos se cierran lentamente. Es como una niña pequeña, confía en mi y cierra sus ojos aceptando cualquier mal; sabe que estaré yo para protegerla y que nunca nada le sucederá a mi lado.
No puedo evitar recorrer todo su ser con mis ojos. Su piel es blanca, suave y siempre tiene un olor delicado. Tiene el cabello largo color castaño, pero en este momento tiene una trenza; desearía poder des-hacerla y ver su cabello caer por su pecho. No puedo ver sus ojos, los tiene cerrados y quietos. Se ve hermosa, no comprendo como una mujer así pudo fijarse en alguien como yo.. entre tantas personas, ahora soy la única que puede verla en su estado de relajación. Tan indefensa y frágil.
Este momento podría congelarse ahora y para siempre. No me importa vivir otros momentos con otras personas, creo que será algo irrepetible. No podré volver a amar a alguien tanto como amo a Kendra. Supongo que ese es mi mayor miedo.
¿Serán las 02:00?¿O quizás es más tarde? He pasado horas analizando cada detalle de su cuerpo, no hay nada que no me guste de ella. Quiero cerrar este momento de la mejor manera. Me acerco hasta su frente y le doy un cálido beso para calmar sus sueños.
Como la idea es que nadie note mi relación, me voy a escondidas antes del desayuno. Nadie está despierto así que puedo pasar inadvertida.
Clases de literatura, de ética y economía. Al parecer a sido una de las mañanas más largas que he tenido. Ni siquiera me permito pensar que va a mejorar. Hoy no veré a Kendra.
En una de nuestras conversaciones en las que establecíamos lo permitido en esta relación, ella me dejó muy en claro ''no me mires en los pasillos''. Aún así no me explico porqué se pasa toda la mañana mirándome y desviando sus ojos. ¿En serio cree que no me doy cuenta?. Ni siquiera sé que pensar de esto, tengo muy en claro que no puedo ilusionarme más de la cuenta. Pero es que... algo tiene que significar, no por nada miras a una persona y sonrojas cuando esta se da cuenta de lo que hacías. No sé que pretenda, pero estoy completamente segura que no es una casualidad.
La cafetería es un lugar bastante agradable. Siempre hay un olor exquisito a pasteles y té de arándano. Me gusta venir de vez en cuando con un libro para relajar mis pensamientos. Aunque a juzgar por lo que veo nada podrá traer la calma de vuelta a mi mente. Kendra está con un chico.
Es alto, tiene la piel bronceada y cabello rubio. Claro, es el prototipo de la mayoría de las mujeres heterosexuales. A mi nada de eso me importa la verdad. Él está besando a mi chica, él tiene su mano puesta en la espalda de mi chica ¿por qué?¿por qué Kendra no hace nada para detenerlo?. Es bastante estúpido que me cuestione lo último, obviamente a ella nadie la está obligando, si se deja besar es porque quiere hacerlo también. Detente, por favor, deja de hacerlo, me estás rompiendo el corazón. Quiero ir y tomarla en mis brazos, que sepa que estoy acá viendo, pero no puedo, no sé que es más doloroso... tener que ver esta situación o saber que no puedo hacer nada. Yo accedí a esto. Ahora es cuando tengo que preguntarme ¿Es realmente lo que quiero?.
No puedo pensar en nada. Es una puta. Es mi puta y la adoro con todo mi ser. ¿Por qué tiene que doler tanto? siempre nos dicen que encontrar a 'esa' persona es algo especial, que nunca más tendrás deseos de llorar y que finalmente encontraras el camino que te lleve a tu felicidad. Si es así ¿por qué me siento tan perdida y sola?. Mis reflexiones se detienen. Alguien entró en mi habitación y apagó la luz.
-No quiero que nadie me joda hoy. Enciende la luz y vete por donde viniste.- Hoy no aceptaré que nadie venga a jugar conmigo.
-Me mata que te hayas enamorado de otra. ¿Tan ciega eres que nunca me notaste?.- Me dice ella, no sé quien es, pero ya nos hemos encontrado antes, vino a mi habitación en otro momento y me hizo el amor como nadie antes. Tiene una voz muy familiar... estoy segura de que la conozco.
-¿Quién eres? ya te dije que hoy no quiero nada de nadie. Déjame en paz.- A pesar de que muero de curiosidad, estoy en un momento crítico. Necesito pensar si mi juego secreto con Kendra es lo que realmente quiero.
-Ella es muy linda. Entiendo porqué te gusta. Tiene una piel hermosa, su cabello es largo y sus ojos pardos te hipnotizan. Pero la conozco muy bien. Es la clase de perra que disfruta con el sufrimiento ajeno. Mientras más cerca de ella estés, más difícil te será salir. Créeme. Yo voy a volver por ti.- Se acerca y me da un beso profundo. Debería detenerlo, debería empujarla y evitar que continúe, pero no quiero parar, es abrumador pero siento una intensa conexión entre ambas. Me dejo llevar hasta que se retira de la habitación muy rápido para que no pueda seguirla.
Me siento tan sola. No tengo ningún amigo como para que me ayude a elegir el camino. Ni siquiera tengo a Kendra a mi lado. Es una puta, la odio, la detesto con todo mi alma. Lo que más me duele es que sé que ahora está con otro. La están tocando, se lo están metiendo y ella lo disfruta. Me duele. Ya ni siquiera me puedo permitir sentir amor por ella. Me repugna la persona que es y lo que está haciendo conmigo. Quiero desaparecer.
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No regrets. (TERMINADA)
Novela JuvenilBeth, una chica lesbiana, se obsesiona con su compañera de universidad Kendra, una de las chicas más deseadas y que además es heterosexual. Ambas inician un juego secreto, en el que tienen encuentros íntimos y peligrosos, con el fin de probar de qu...