Make It Sweet [PAUSADA]

S e v e n

Había ya pasado una hora, Natsu hacía lo posible para poder parecer feliz ante la sorpresa pero, la tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Los presentes intentaban animar la situación con algunos chistes malos o hablar sobre lo que Natsu quería ser en un futuro, en fin, Levy se escapó silenciosamente hasta el baño con su celular en mano, marcó el número de Lucy, debía saber en donde se había metido. Llamó unas cuantas veces pero se rindió al escuchar todo el tiempo ''Deje su mensaje en el buzón de voz''  de seguro que tiene el celular apagado. Resignada salió del baño encontrándose con Gajeel en el pasillo, al parecer estaba buscándola. 

se escucha como abren la puerta, Levy y Gajeel van a ver y se encuentran con Lucy y la guitarra en su mano, jadeaba desesperadamente como si hubiese corrido desde la estación hasta casa. La recién nombrada miraba algo nerviosa al cumpleañero quien la observaba de pies a cabeza, un silencio incómodo se hizo presente.

La madre con intención de decir algo abrió la boca pero el padre -que estaba a su lado- le tapó la boca con la mano y le susurró ''Vayámonos'' . La madre quien hasta ese momento estaba intentando zafarse del agarre del padre pareció entender lo que quería transmitir. Los presentes salieron de la habitación dejando solos a la joven pareja.

- Pensé que no vendrías.- Dijo con algo de sequedad en sus palabras. Mas no era su intención hacerla sentir mal, de hecho, solo quería abrazarle. Lucy solo evitaba la mirada del pelirosa sin decir algo; con una inseguridad desbordante extendió su presente hasta el chico.

-Felices diecisiete...

La recibió y tan rápido como pudo la dejo a un lado, sostuvo la mano de la rubia con algo de brusquedad y la atrajo hacia él, la estrechó entre sus brazos, ella correspondió tan pronto como pudo.

-Lo siento, no quería mentirte, pero enserio quería que fuese una sorpresa...

Se aferró mas a su cuerpo sintiendo su calor a través de la camisa, sintiendo su aroma, sintiendo los rápidos latidos de su corazón. Natsu se separó y le golpeó levemente la frente con un dedo.

-No vuelvas a hacerlo, tonta.- Justo después le besó encima de la curita que tenía en la nariz, la rubia se quejó ante el contacto pero no lo apartó. De pronto se escucharon unos silbidos coquetos provenientes desde el fondo de la sala, los dos tórtolos miraron a los responsables algo nerviosos.

Casi todos los presentes comenzaron a reírse, y por fin, Natsu había sonreído. Durante toda la semana había estado muy callado durante la cena y, aunque sus padres y sus hermanos le preguntasen que era lo que sucedía él solo apartaba la mirada. Su padres contentos, fueron a abrazarle, Natsu no lo negó.

—Andas coqueto ¿eh? —Dijo el padre riendo a fuertes carcajadas; Levy y Gajeel solo se dedicaban a mirar la enternecedora escena frente a ellos.

—Ojalá tuviera un novio — Decía Levy queriendo insinuarsele a Gajeel, pero éste último no pareció entenderlo por completo.— Tienes pretendientes por montones, ¿Por qué no te escojes uno y ya? —Preguntó con cierto tono sarcástico.

—Uy Gajeel, ¡eres un idiota! —Dijo mientras que le daba la espalda, Gajeel sin entenderlo lo dejó pasar simplemente. 

—Este... Perdón por llegar tarde...— Un muchacho de cabello azabache y ojos oscuros hizo aparición junto a una pequeña chica, que a pesar de su estatura ya tenía 22 años, Rubia al igual que Lucy, ojos esmeraldas muy atrayentes por cierto.

—Oh Zeref, no te preocupes, has llegado en el momento preciso.— Comentó la madre con una gran sonrisa dibujada en la cara.

—No se queden en la puerta, pasen y pónganse cómodos que esto recién empieza— Dicho esto se adentraron en la casa.