Hibisco.

Capítulo 6: Mala espina.

Nico se pasó todo el viaje observando a Jack, no se fiaba ni un pelo de ese chico. La forma en la que miraba a Bea y de hablarle no le molaba. Y por supuesto, Rubén que era muy observador, se dio cuenta de lo que le ocurría a Nico.

-Tranquilo, son sólo amigos -Le susurró Rubén a la oreja a Nico riéndose.

-¿Se puede saber de que hablas? -Dijo poniéndose rojo como un tomate.

-He estado observando como miras a mi hermana, y se te nota a kilómetros chaval. Te puedo asegurar que tienes vía libre, Bea me ha hablado de Jack y sólo lo ve como un amigo. Hoy es tu oportunidad -Le dijo con un una sonrisa maliciosa.

-¿Como que oportunidad? ¿A que te refieres? -Dijo nervioso, aparantemente avergonzado.

-Que hoy tienes la oportunidad de poderte ligar a mi hermana, so zoquete -intervino Aitor de imprevisto- en medio de la selva, te la llevas a ver la luna junto al lago, le dices cosas bonitas y ¡pum! ¡beso! -Dijo dando un salto haciendo el gesto de una explosión con las manos.

Nico en ese momento le vino a la cabeza la imagen de estar ellos dos solos y que sus labios se fundían entre ellos. No lo pudo evitar y se puso totalmente rojo. Los dos hermanos echaron carcajadas abrazando a Nico. Bea, al escuchar aquel ruido se giró a ver que pasaba y vio la escena. 

Ella tampoco pudo evitar reirse y se esperó a que les alcanzaran el paso. Jack se quedó confuso al ver aquella situación. Bea, estaba mirando a Nico y Nico le miraba a ella de reojo. A Jack le dio mala espina.

Cuando llegaron al lugar dónde iban a acampar se dividieron los trabajos.

-A ver muchachos, si queremos hacerlo rápido y fácil, nos vamos a tener que partir los trabajos, ¿entendido? -Dijo Aitor con un poco de sentido común. Muy raro de él.

-Nosotros montaremos las tiendas de campaña con Jack, y Nico y Bea iréis a buscar leña para hacer un hoguera ¿entendido? -Continuó Rubén.

-¡Si señor! -Contestó Bea burlándose de sus hermanos. 

Mientras Bea y Nico se iban a por leña, Jack les miró con mala expresión, y por suerte, Aitor se dio cuenta de su expresión. A Aitor le dio mala espina.

 -¿Y no será mejor que vosotros montéis las tiendas y yo voy a acompañarles a por leña? -Se excusó Jack para librarse de estar con los hermanos.

-No no no, tú te quedas aquí, ayudándonos a nosotros y a ellos los dejas en paz, ¿entendido? -Le contestó Rubén. La contestación de Jack fue una expresión de asco mezclada con desprecio. A Rubén le dio mala espina.

Por otro lado, Nico, iba delante de Bea en busca de leña mientras ella se quedaba detrás. Bea mientras caminaba miraba por donde iba Nico. Al verle dar saltos para ir más rápido y buscar por sitios le provocó una sonrisa que ni ella misma sabia porqué. De repente el se giró y la miro riéndose.

-¿Que pasa? -Le dijo Bea haciendo una media sonrisa.

-Que eres muy lenta, tortuga -Se rió mirándola.

-¿Con que esas tenemos eh? ¿Lenta me has dicho? -Empezó a correr hasta alcanzarlo, pero un fallo de su pie hizo que cayera encima de él girándose el tobillo.

-¡Oye! No hacia falta que te tiraras encima de mi -Le dijo apartándole un mechón de la cara sonriendo, pero la sonrisa se le quitó de la cara cuando vio la expresión de dolor de Bea- ¿Estás bien Bea, que te pasa? -Le preguntó alarmado.

-Me duele el tobillo... Mucho -Dijo ella intentando no moverse mucho. Nico la levantó como pudo sin que ella hiciera un esfuerzo.

Se puso a Bea encima de ella, en medio de sus piernas y sacó el botiquín que una vez pilló de su casa. Sacó un ungüento y se lo echó en el tobillo, luego le puso una venda sujetándole bien el tobillo.

-Bueno, creo que ya tengo bastante leña, ¿quieres que vayamos ya dónde están tus hermanos? -Le dijo en un susurro.

-No, no te muevas, quédemonos así, aquí -Dijo Bea en hilo de voz acurrucándose en el pecho de Nico cerrando los ojos.

Nico no pudo evitar esbozar una sonrisa y lo único que hizo fue hacerle caso y darle un lento y bonito beso en la cabeza de ella.