Capítulo 3: Infierno

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Le quito la mano de mi cabeza y me siento, eso lo despierta, espera ¿Qué hora es? Suspiro y miro a los lados, ya está oscureciendo.

–Ryan es mejor que te sientes en la silla, nos van a regañar–le digo nerviosa.

Él bosteza y asiente.

–Tengo sueño–me dice.

Sonrío.

–Se te nota–le digo y nos reímos.

Esto es mucho más complicado, ahora no sé cómo ayudarlo a volver a la silla de ruedas.

–No puedo, me rindo–digo y me tiro al piso molesta, es muy difícil y eso me molesta.

–Vamos Emma, tú puedes–dice él algo intranquilo.

Bufo y lo vuelvo a ayudar, pero todo se dificulta y cuando casi Ryan logra sentarse la silla, se mueve, no sé cómo hago para correr detrás de la silla y dejarlo a él solo para que la silla no se fuera hacia atrás ¡Se me olvidó colocar los frenos!

Ryan se queja por algo.

–Lo siento, lo siento, lo siento–digo de verdad con mucha pena.

–Llama a Manuela–me pide sin decirme otra cosa, su cara está arrugada de dolor.

Nooooo ¿Qué hice? Corro para buscar a Manu.

– ¡Manuela! –grito al verla y corro.

De repente me entra la desesperación ¿En qué me he metido?

– ¿Qué sucede nena? –me pregunta preocupada.

Miro detrás de ella y está la señora Serrano.

Oh nooooo de paso tenía que aparecer ella.

–Es Ryan, se lastimó, no lo sé, algo le pasó–le digo nerviosa.

Manuela corre de inmediato y cuando casi estoy decidida a correr también detrás de Manu, alguien me agarra fuertemente del brazo.

Volteo, es la señora Serrano.

– ¿Qué piensas qué haces? –me pregunta.

–Es mi amigo, quiero ir–digo tratando de soltarme.

Ella no me suelta y le pego con la otra mano en el brazo.

Sin embargo, eso hace que me mire con una mirada de "te mataré" y no me suelte.

–Lo siento–digo en voz baja, pero eso no sirve porque la señora Serrano me jala de mi orejita fuertemente y me lleva no sé a dónde.

Comienzo a llorar, me duele, me duele mucho.

– ¡Suélteme! –le grito aun llorando.

Siento como mi orejita se coloca muy caliente. Ay, ayyyyyy.

– ¡Dije que me suelte! –grito tratando de empujarla.

Ella no dice nada.

– ¡Espera qué haces! –escucho que grita mi tía Mary y por primera vez su voz es un alivio.

– ¡Tía ayuda! –le grito.

Serrano se detiene y mira a mi tía que nos observa preocupada.

– ¿Qué pasó? –pregunta mi tía Mary.

–Pues que tú sobrinita se llevó a Ryan a una habitación a solas, me pegó en el brazo y de paso se escapó hace unas horas y todo lo que hace es un caos, merece ir a la habitación de castigo.

Mi tía me mira, mira a Serrano y solo asiente.

Mi mamá siempre dice: "sentí que mi mundo cayó al piso" cuando le pasa algo extremadamente malo, por ejemplo aquella vez que su madre (mi abuela) dejó que su padre (mi abuelo) le pegara porque se había ido a una fiesta cuando era más joven y aún no conocía a papá, pues ella dijo que sintió un estilo de "vacío" y que su mundo cayó al piso porque la única persona que podía detener eso era ella, pero no lo hizo.

Cuando Las Estrellas Dejen De Brillar-DISPONIBLE EN FÍSICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora