Capítulo 6: Jamás

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Lloro de miedo, de preocupación, de desespero, de todo un poco, no sé en dónde está mi hermana, tampoco sé cómo está mi mamá, solo me tapo los oídos como si eso me fuera a sacar de este infierno en el que he entrado.

Se escucha la puerta de la casa cerrarse fuertemente, luego escucho la puerta de mi habitación y mi corazón casi se sale del susto.

Logro ver entre las rejillas que es Cami, salgo enseguida del closet para cerrar la puerta y abrazarla, sus ojos están abiertos como platos, está asustada, no entiende lo que pasa y por cierto lado yo tampoco lo entiendo.

–Ven–le digo en voz baja y nos escondemos las dos en el closet.

Menos mal nuestros closets son bastante grandes.

Minutos después se escucha la policía.

Dios, dios, dios, que mi madre esté bien, que mi madre esté bien...

– ¿Policía? –me pregunta mi hermana.

Asiento y le hago señal de que no haga ruido.

Camila es más fuerte que yo, no ha llorado mientras yo todavía estoy en un mar de lágrimas, pero silenciosamente.

Se abre la puerta de mi habitación nuevamente.

–Camila y Emma James, es la policía, salgan niñas–dice un hombre.

Abro la puerta del armario y salimos asustadas.

–¡Aquí están! –grita el hombre y otros dos entran a mi habitación–vengan niñas, estarán bien ¿Ok?

–¿Mi mamá? –le pregunto nerviosa casi temblando.

–Ella también está bien, vamos–me dice tendiéndome la mano.

–Mamá dice que no confíe en nadie–digo y Camila se va con otro de los hombres.

Tengo miedo, no puedo detenerla.

El hombre policía que me habló se agacha para quedar frente a mis ojos mientras los otros se van con mi hermanita.

Doy un paso atrás, él intenta tocarme y doy otro más.

– ¿Emma? –me pregunta.

Asiento.

–Bueno Emma, no quiero hacerte daño ¿Sí? Tampoco le haremos daño a tu hermana ni a tu madre, las estamos ayudando–dice el hombre de ojos verdes como los míos.

–No...–digo cuando intenta acercarse.

No quiero que me toque nadie.

–Yo voy con ustedes si no me tocan–digo–prométalo.

Él coloca su dedito pequeño al aire.

–Lo prometo.

Frunzo el ceño ¿Qué hace con el dedo?

–Tienes que colocar tu dedito pequeño con el mío y será una promesa–me dice sonriendo.

Hago lo que dice un poco insegura pero luego sonrío.

Cuando Las Estrellas Dejen De Brillar-DISPONIBLE EN FÍSICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora