Llegamos a la casa de Nicole, son las 3:45 am, menos mal la madre de Nicole está de viaje y el padre no le presta atención a eso de que lleguemos tarde, solo nos pregunta cómo la pasamos, qué hicimos y qué bebimos, eso es todo.
Estoy muerta, como a las una de la mañana comenzamos a bailar y no paramos hasta ahorita, Timothy ahora mismo debe estar en el taxi camino a casa con Parker, pues Parker lo cuidará esta noche, creo que se pasó de bebidas nuestro pequeño Timothy.
–Hora de dormir–digo tirándome a la cama de Nicole.
Ella iba a hacer lo mismo, pero cae en cuenta que aún tenemos los vestidos puestos y que no podemos dormir así.
–Cámbiate eso, toma–me lanza una pijama, la que siempre uso cuando me quedo a dormir aquí.
Me quejo, pero me levanto, ella se va al baño y yo me quedo en la habitación.
–Maldita sea–sale del baño maldiciendo.
La miro.
– ¿Pasó algo? –le pregunto soltando mi cabello y dejando la ropa doblada en su escritorio.
–Me vino la regla–dice estresada.
Me encojo de hombros.
–Por lo menos disfrutaste la fiesta–digo relajada.
–Si...–dice pensativa.
Termino de acomodar la cama para acostarnos.
–Ahora sí, a dormir–digo.
–Espera, déjame llamar a Parker para ver si ya llegaron–dice mirando su teléfono.
Frunzo el ceño, pero no digo nada.
– ¿Parker? –pregunta ella mientras camina de un lado al otro.
Típico.
–Ok, perfecto, que tengan una linda noche–dice ella y cuelga–vamos a dormir.
Nos tiramos en la cama, nos vemos las caras y nos reímos, ninguna apagó la luz, ella se levanta, apaga y ahora sí.
–Buenas noches–dice.
–Buenas noches–respondo y enseguida que cierro los ojos siento como el sueño invade mi cuerpo.
–No te pierdas mucho–dice Ryan.
– ¿Y cómo hago eso? –le pregunto.
Nos quedamos en silencio, tengo ochos años, pero sé que separarnos es algo que será inevitable, pues nosotros hemos pasado por nuestras vidas para decirnos hola y adiós.
–Adiós–me dice y una de las señoras del orfanato comienza a dirigirlo hacia la salida.
–Adiós Ryan–me despido.
Cierran la puerta y me quedo allí parada, hasta que escucho los mismos gritos de la otra vez.
La última vez que vi a Ryan.
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Cuando Las Estrellas Dejen De Brillar-DISPONIBLE EN FÍSICO.
RomansaEn 1988, un incendio en Grecia acabó con muchas vidas, incluyendo a los padres y familiares de Ryan Russó, quien sobrevive a la catástrofe con tan solo tres meses de nacido. El niño va creciendo con pequeñas dificultades que el incendio provocó en s...