Parte 3

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-¿Por qué duele tanto?

-Porque es real.

-¡NO QUIERO QUE SEA REAL! No quiero James.

-No digas tonterías, deseas que sea real. Y antes de que me digas otra cosa, sabes que digo la verdad.

-No es la verdad.

-Claro que lo es, y lo sé porque así duele cuando miro a Kendall con Jo, siento como si se desgarrara todo mi interior, siento tanto coraje de no poder ocupar su lugar, siento demasiada tristeza porque sé que no es mío. Pero a pesar de eso, los momentos en que me sonríe, en que me abraza, los momentos en los que no importa que haga porque está conmigo, esos momentos hacen que esto que siento valga la pena, y son por esos momentos que quiero que siga siendo real. Y tu también.

-No james. Yo me encargare de que deje de ser real.

-Logan...

-Que tú estés obsesionado con Kendall, no quiere decir que yo lo esté con Carlos.

Me levante lo más rápido que pude, para no seguir escuchando al castaño.

La fiesta seguía en el departamento, pero evidentemente no estaba de humor para seguir ahí, subí directo al cuarto, aunque no pude dormir toda la noche, fingí que lo hacía cuando Carlos y Kendall llegaron a dormir.

Se hacía más tarde y el castaño no regresaba, sabía que lo que le dije fue lo peor qué alguna vez le llegue a decir, lo supe desde que vi como desvió la mirada, aun con la rapidez que lo hizo pude distinguir como apretó sus ojos para que no saliera ninguna lagrima.

James se acercó en buena fe a mí, llego a mí con la intención de que me sintiera mejor, y yo como todo un estúpido le grito lo primero que cruzo por mi mente. Que estúpido puedo llegar a ser cuando me lo propongo.

Lentamente entre reproches fui quedando dormido.

-Buenos días- dije cuando bajaba a desayunar, todos excepto James estaban ahí.

-Por fin despiertas, ya ni Carlos se despertó tan tarde.

-Estaba demasiado cansado.

-¿Con quién te cansaste tanto Logan?- me pregunto el ojiverde alzando una ceja.

-Con nadie.

Respondí algo seco y cortante, mi interés estaba en el castaño, repasaba el departamento una y otra vez en busca de él.

-¿Dónde está James?

-De hecho esperábamos que tú nos lo dijeras – menciono el castaño.

-¿Yo?

-Si tú, ayer vimos que estaban platicando en la piscina, después regresas tú, pero James no. Y en la mañana solo me llego un mensaje diciendo que pasaría dos días con su mamá.

-Pero su mamá lo viene a visitar hasta dentro de dos semanas.

-¿¡Qué le dijiste Logan!? - me dijo el ojiverde gritándome.

-Yo... yo no le dije... nada.

Se podía notar a miles de kilómetros la desesperación de Kendall, la mezcla de impotencia por no saber dónde estaba y el coraje que sentía hacia mí por haber lastimado a James.

-Kendall, lo buscare.

-Más te vale arreglar lo que sea que hayas hecho.

No dije otra cosa, subí a cambiarme y buscar lo más pronto a mi amigo.

CUANDO EL OTOÑO ACABE (CARGAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora