Capítulo 14: El invierno de Skipper

217 16 13
                                    


Capítulo 14: El invierno de Skipper.

A veces no se necesita de un viento helado o una oscura noche para hacer que el corazón piense que se encuentra en invierno, cada quien tiene su propia historia, sus dudas, sus temores, su propio cielo y su propio infierno.

Y es que las noches de frio pueden ser fatales si no se tiene un cálido abrazo, si el único calor recibido es la propia lágrima que surge de tus ojos. Sin nadie que te regale de una bella sonrisa reconfortante, ni esas palabras cursis pero maravillosamente alentadoras.

Skipper aún tenía ese sabor amargo de la traición, quizás y eso era lo que más le dolía, temía por él y por su actitud, y aunque no quisiera admitirlo, se arrepentía de cada golpe dado, de cada palabra que escupió con veneno. Se sentía miserable por su frenética actuación, recapitulaba la escena una y otra vez, torturándolo lentamente.

No podía sentirse orgulloso, más bien se sentía miserable, reprochándose el hecho de dejarse llevar por sus emociones, ¿cómo había sido tan vil y despiadado contra el ser vivo que más amaba en el planeta?

¿En qué momento se cegó, y peleó como si se tratara de un ser depreciable?

Sacudía la cabeza, y miraba su propio reflejo ante aquel lago, cuando Skipper apenas despertó, notó que Kowalski y Rico seguían inconscientes en el suelo, cada uno con una herida, la aleta derecha del genio permanecía roja, como si la piel quisiera abrirse. Rico, en su pata derecha se mantenía un coagulo de sangre que ayudaba a que la herida no sangrara más.

Instantáneamente el dolor del pico perturbo al líder, lo tocó y sintió lo inflamado que se encontraba ¿se lo habría roto? Se preguntaba, ¿en qué momento? ¿Acaso fue la consecuencia de luchar contra Cabo? Y sin más, salió rápidamente del laboratorio nacional de Nueva York para aislarse a donde fuera.

Y ahí estaba ahora, frente al lago más famoso de Nueva York teniendo en su mente un torrente de pensamientos, sin dar crédito a lo que acaba de pasar, decepcionado y frustrado a la vez.

Como fotografía, aún recordaba esa mirada, los ojos de Cabo, los cuales se encontraban tan inexpresivos en aquel momento ¿de cuándo aquí el pequeño ex soldado era capaz de ello?

Aceptaba que había actuado mal, muy mal, pero ver a Cabo así, tan decidido por llevar a cabo su misión, tan inexpresivo, tan diferente de lo que fue alguna vez, eso, eso puso mal al capitán, sacando lo peor de si, como si de esa manera, como si atacando, como si intentar matar al pequeño pingüino fuese a hacer que las cosas volvieran hacer como antes.

Lo que más lo aturdía era como los ojos del chico se desorbitaban con cada golpe, lo había golpeado como nunca había golpeado en toda su vida, descargó toda su fuerza contra él, a él, su Cabito.

—Estoy cansado— se dijo a sí mismo—. Cansado de ser siempre traicionado, es por ello que mantengo esa frase, "Un amigo es un enemigo que aún no te ha atacado"— una lagrima recorría ya sobre su pico—. Siempre me traicionan, siempre me orillan a sacar lo peor de mí, yo también soy un enemigo en potencia, y lo lamento tanto, lamento siempre herir a quien tanto quiero, sin ser claro, la primera vez— dijo esto último imaginándose a Cabo frente a él.

Flash Back

— ¿Ustedes son mi familia? — Preguntaba con impaciencia el pequeño polluelo recién nacido.

Sorprendidos ante tal pregunta volteó a ver a sus dos amigos, Rico y Kowalski, para percatarse que atrás no había nadie esperándolos, y que los cuatro estaban completamente solos. Con una mirada rápida, los tres pingüinos sabían lo que tenían que hacer.

El mas traidor se lo lleva todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora