A Fuego Y Hielo

capítulo 1

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Estoy corriendo en un bosque oscuro algo o alguien me está persiguiendo, no lo puedo ver, no se quien sea o que sea, tengo miedo y no dejó de correr siento que si me detengo me va a hacer daño, el miedo se ase mas grade Cada ves. asta que me detengo de golpe entre los árboles y toda la oscuridad, aun no me siento a salvo pero ya no siento que me  persiguen como antes. Me giro un poco para ver detrás mío pero no veo mucho la oscuridad de la noche y las sombras de los árboles que se formas con la luz de la Luna no me dejan ver con claridad, ay alguien detrás de mi parado viéndome muy atentamente no se ve su rostro pero puedo percatarme de que es un hombre no muy grande, pero no se mueve. me bulbo a girar dándole la espalda, camino hacia el frente, caminando muy lentamente, siento como el hombre detrás mío camina también. Aunque no puedo caminar cómodamente a como me gustaría caminar en un bosque, al parecer traigo puesto un vestido aun así no me detengo asta que dar de frente con un edificio gigantesco, de tipo antiguo con toques medievales y griegos combinados con un estilo gótico no se ve muy encantador pero es mejor que estar afuera en el bosque así que decidida me acerqué más a el asta que me di cuenta de donde me encontraba no era un edificio común era una escuela y no cualquier escuela, era la escuela ALPES, una escuela en la que si naciste con un Don especial o tu familia desciende de antiguos hechiceros, brujos o magos esta era la mejor escuela para ti. Mi gran duda es, "¿que rallos hacia yo aquí?", no comprendía así que gire nuevamente para ver si el hombre que estaba detrás mío seguía ahí, para mi sorpresa no había nadie ahí, así que camine asta la puerta de entrada la cual estaba gigantesco (sin exagerar) al acercarme más visualice unas manijas las cuales use para tocar la puerta pero no se escucho nada y nadie abría la puerta, así que lo bol vi a intentar cuando acerque mi  mano nuevamente a la puerta  esta se abrió, di un pequeño paso hacia a tras un poco asustada, pero con la poca valentía que me quedaba abrí la puerta hasta ver el interior, era un área espaciosa con un cielo raso hermoso con columnas en forma de arco y candelabros dorados los cuales iluminaba el lugar con veladoras, las paredes sostenían cuadros antiguos, no reconocí a ninguna de aquellas personas que ya asían el los cuadros y con forme avanzaba sentía como si me estuviesen observando, sentía que si boletaba hacia los cuadros estos volverían a su forma original como si no quisieran que supieran que se pueden mover, pero los cuadros no emitían ningún movimiento aun así me sentía observada pero no avía nadie más ahí sólo los muebles los cuadros y yo, aunque también avía mucha luz como para que sólo fuesen velas. Camine un poco más asta quedar frente a las escaleras, tenía miedo de subirlas, pero como siempre la curiosidad le gana ami miedo, así que me aventure a subir las escaleras las cuales eran bastante amplias con una alfombra hermosa roja pero con imágenes que la recorrían por completo parecían símbolos o algo por el estilo, así que las subí asta llegar al segundo piso donde al final se encontraba una gran ventana que estaba serrada con las cortinas Rojas y dorado del techo asta el suelo, paresia más como si quisieran ocultar algo detrás de ellas no le di mucha importancia, pero ahora no sabía hacia donde dirigirme ya que se encontraban dos camino, hacia la derecha y hacia la izquierda  ¿cuál tomar?, mirando para ambos lados sin saber cual tomar, pero en un instante del lado izquierdo me pareció ver a alguien, sin darle más vueltas al asunto me dirijo a si a la izquierda quería saber quien era esa persona y que es lo que hacia aquí, encontrándome ya donde avía avistó a esa persona me encontré con un pasillo un tanto más oscuro de lo que esperaba también avían muchas puertas, me imagino que eran los dormitorios aunque todas se encontraban serradas excepto una la cual se encontraba al fondo del corredor, era la última que que avía en el corredor. Me adentre a ella sin miedo, estaba oscuro no podía ver nada y entones escuché una voz

-.bienvenida querida. Esa voz me heló asta los huesos, me dejo inmóvil, era muy aterradora no podía ni formular una palabra, y volvió a hablar