Capitulo 3

952 52 30
                                    

Marie se sonrojo y quedo estática por unos segundos, simplemente observando la cercanía del rostro de Thomas. A solo unos centímetros de besarlo y cumplir aquello que deseaba desde que se declaró enamorada de él.

Ahora no era el momento para eso. Busco la forma de levantar al castaño y recostarlo en el suelo. ¿Qué se supone que haga con un Thomas inconsciente?

−Agh – el sonido del castaño quejándose provoco que Marie rápidamente borrara la pregunta y suspirara de alivio.

−Tommy... − susurro − ¿Te sientes bien?

−Eso creo – En realidad la cabeza le dolía y se sentía muy incómodo en el suelo.

Se levantó y salió de la habitación sin mirar a la chica. Camino al sofá y se sentó. Por las puertas corredizas que iban al patio trasero pudo observar la lluvia. Se dejó llevar por el sonido de las gotas chocando con el suelo y miro fijamente un punto inexistente perdiéndose en su mente.

La pelirroja se extrañó por eso y simplemente lo siguió para sentarse a un lado de él, siguió sin mirarla. Había algo extraño en Thomas, pero no encontraba el que.

−¿Te hizo algo el rayo? – la pregunta parecía estúpida. Aunque ¿Qué más podía hacer? El ambiente estaba muy tranquilo y callado.

El chico la miro con una sonrisa ladeada y arqueando las cejas. Ella lo paso de alto y se fijó en sus ojos, aquellos ojos azules que le reflejaban cariño y protección habían perdido ese brillo, ahora estaban oscuros y le provocaban un escalofrió y miedo, como si fueran una señal de peligro.

−Estoy bien. En realidad me siento mejor que antes – su voz sonaba extraña, más gruesa y profunda.

−T-Tommy – solo pudo tartamudear su nombre lo que provoco que el chico ampliara más su sonrisa.

−Marie... −su nombre se escuchaba extraño proviniendo de su boca, como si fuera un desconocido – No quiero que me vuelvas a decir Tommy – su voz se profundizo y ahora solo la miraba fríamente –Si lo vuelves a hacer te atiendes a las consecuencias ¿Escuchaste?

Ella solo asintió y se movió un poco al lado contrario. Aunque sabía que el jamás le haría daño, lo mejor era alejarse.

El teléfono de la casa empezó a sonar y ella camino hasta el para contestar.

−¿Hola? – Su voz se escuchaba temblorosa

−¡Marie! – Aquella era la voz de su madre. Suspiro y sonrió, ella había sido su salvación de un momento incomodo o en realidad atemorizante. –Estuve marcando a tu celular pero no respondías.

−Lo siento. Perry lo tomo y se lo llevo entre su pico.

−¿Y no se te ocurrió devolverme la llamada?

Sinceramente se le había olvidado siquiera revisar el registro de llamadas ya que después ocurrió lo del rayo y ahora Thomas actuaba extraño. Claramente no le diría eso a su madre.

–Es que se me paso.

No importa. ¿Thomas sigue ahí? Tu tía me dijo que pasarán la tarde juntos. – El hecho de mencionarlo le hizo recordar que claramente no estaba sola en la casa. Miro hacia donde supuestamente estaba su primo pero el lugar estaba solo y la puerta del patio trasero abierta donde se veía perfectamente al joven Fletcher en medio del patio recibiendo la lluvia directamente.

−Él está aquí y se encuentra bien. – No le costó mentir, básicamente era normal estar parado en medio de la lluvia después de actuar como una especie de villano ¿Cierto? –De hecho no hay mucho que hacer con la lluvia.

My Bad Boy-ThomarieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora