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—Gracias por dejarme en casa.

Changkyun aun sentía como su corazón le palpitaba a mil por hora. Jooheon le miraba dulcemente

—¿Quieres entrar? –Changkyun le miraba con la esperanza que el aceptara.

—No, no puedo.

El menor asintió un poco dolido ante aquello.

—No aún. –Término Jooheon por decir. —Mañana, mañana ¿puedo verte?

Changkyun asintió.

—Vendre por ti.

« —Vamos kyunnie es hora de levantarse.

Changkyun se abrió sus ojos, se encontraba en su neva casa, por fin, después de todo lo que había juntado, con ayuda de sus padres y amigos cercanos había conseguido al fin su casa, era pequeña pero le encantaba.

Su mamá le había acompañado el día anterior a trae sus pertenencias a u casa, ahora le llamaba por última vez para que se levantará.

Caminó hasta ella y le dejo un beso en su mejilla acompañado de un dulce “buenos días mamáque ella respondió igual.

Su mañana fue así, dulce, la última vez que su madre le prepararía su desayuno, la última vez que sería así.

Su madre se había ido antes de ser la una, tenía cosas que hacer, por lo cual Changkyun había quedado solo, estaba terminando de acomodar sus pertenencias cuando Jooheon tocaba su timbre.

Al verlo Changkyun esbozó una sonrisa.

Joohoney.

Kyunnie.

Pasa.

Bien.

Aquella tarde Jooheon le había ayudado a terminar lo poco que le faltaba a Changkyun por hacer, después de eso ambas pidieron una pizza.

el olor de tierra mojada ; jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora