DESTINO O CASUALIDAD
Ha pasado un año, ¿quién lo iba a decir? A veces el tiempo pasa demasiado deprisa. Sin duda ha sido el mejor y el peor año de mi vida. Parece contradictorio pero es la verdad. Me encanta mi vida nueva en Londres, es totalmente diferente a la que tenía en casa pero no es mi casa, mi ciudad, mi hogar. A fin de cuentas me he criado allí.
Aunque ese no es el pero que más ha conseguido hundirme durante este año. Tiene un nombre.
Blas.
Cuando llegué a Londres mi mundo se vino abajo, los primeros días fueron horrorosos, no podía quitarme de la cabeza ese momento ni a él. Allá dónde miraba todo me recordaba a él, cada chico, cada pareja, cada canción, cada banco... Todo.
Lo añoraba, extrañaba todo de él, sobre todo el que estuviera a mi lado en cada momento, en compartir cada experiencia que he vivido aquí. ¿Cómo se puede extrañar a una persona que te ha hecho tanto daño?
Como me prometí a mí misma hace un año he realizado unos cambios en mi vida. Me hice un cambio de look y de vestuario e incluso cambié un poco mi forma de ser. Es decir, sigo siendo la misma persona de siempre pero he conseguido abrirme más a los demás y dejar a un lado lo que las personas opinen de mí. Pero en cuanto a mi promesa sobre olvidarme de él... a estas alturas sé que es algo imposible de cumplir.
Me hizo daño, mucho pero a pesar de ello aun sigo amándole, nadie ha podido reemplazarle, nadie y eso que he conocido a unos cuantos chicos super majos, pero él... lo quiero como la primera vez.
—Adelante —digo cuando oigo unos golpes en mi puerta.
—María cariño —me dice mi tía—, como no te des prisa llegaremos tarde al aeropuerto —me explica metiéndome prisa.
—Lo sé, lo siento tía —me disculpo—. Estaba sumida en mis pensamientos y se me ha ido el santo al cielo —me levanto de la cama para terminar de cerrar la maleta.
—Vale, ya entiendo —intenta no reírse—. No te preocupes pero tenemos que marcharnos —me ayuda a cerrar la maleta.
—Un segundo —pido—, cojo la mochila y la sudadera y voy —voy hasta la silla donde están mis cosas.
Miro por última vez la habitación, esa que me ha visto tantas veces llorar, la que me ha visto madurar y encontrarme a mí misma. Esa habitación que me ha devuelto la ilusión y mis ganas de creer en mí. Echaré de menos esta casa.
Bajo las escaleras con la maleta de mano y salgo de la casa, entro en el coche para irnos al aeropuerto. Allí me encontraré con mis amigas de aquí, desde que las conocí al llegar jamás se han apartado de mí. Las agradezco enormemente todo lo que han hecho por mí, todo lo que me han ayudado.
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Un amor de verano || Auryn || Blas √
Fanfiction{Novela Terminada} ¿Qué se puede decir de mi vida? Tengo lo que cualquier chica de 20 años quiere, unos estudios, una familia, amigos... pero en lo que se refiere al amor, de eso nada. Me llamo María y para la edad que tengo no me ha ido muy bien e...