DEMASIADO TARDE
Llego hasta el banco donde se encuentra Blas y me siento sin decirle una palabra. Él sigue de pie mirándome, sin saber qué decirme. Me gustaría poder decirle tantas cosas... pero no sé por dónde empezar.
—Hola —saludo tímidamente.
Blas se gira y me mira, pero no me dice nada, sigue ahí de pie.
—¿Te ha gustado mi regalo? —pregunto intentando averiguar si ha funcionado, si ha recordado algo. Aunque también espero una reacción por su parte.
—Es precioso —consigue decirme pero no suelta ni una sola palabra más.
—Me alegro que te haya gustado —digo sonriéndolo.
Blas se arrodilla frente a mí de repente, me coge de las manos y me mira los ojos. El pulso se me acelera y comienzo a ponerme nerviosa.
—Lo siento mucho María pero yo no... —intenta decirme mientras una lágrima recorre su mejilla.
—Yo... —no me salen las palabras, tenía esperanzas pero ahora... —No pasa nada —no puedo más y comienzo a llorar al comprender lo que me está intentando decir.
Blas me abraza y yo lloro en su pecho. He entendido que no me ha recordado, que no recuerda nada. Lo he intentando pero veo que el destino una vez más no quiere que estemos juntos.
—Lo siento mucho María —se disculpa cuando nos separamos—, lo he intentado pero sigo sin recordar —veo en sus ojos que es sincero.
—No pasa nada —acaricio su mejilla—, en serio Blas —intento hacerlo sentir bien—. Al menos lo he intentado —me separo de él.
—No quiero hacerte más daño —me dice cogiendo mis mejillas entre sus manos para que lo mire a los ojos—. Siento no poder recordarte —lo veo angustiado—. Quiero recordarte pero... —se le entrecorta la voz.
—Ya está Blas —me aparto de sus manos—. Déjalo, no pasa nada —me levanto del banco y lo único que quiero es irme de aquí.
—¿A dónde vas? —me pregunta preocupado incorporándose del suelo.
—A casa —contesto sin más.
Me acerco hasta él y dejo un beso en su mejilla. Me alejo del parque y de él. Solo quiero estar sola. Ahora no sé qué es lo que voy a hacer. Lo amo, mucho, pero no sé qué es lo que voy a hacer ahora que él no está a mi lado.
Camino sin rumbo fijo por las calles de mi ciudad. No sé a dónde voy pero realmente no me importa, solo sigo a mis pies. Al final me detengo porque estoy cansada, cuando alzo la mirada miro a mi alrededor y observo que me encuentro en un puente. Es el que más me gusta de toda la ciudad, cruza el río y tiene unas vistas preciosas.
Entonces comprendo perfectamente porque mis pasos mehan traído hasta aquí, ha resuelto todas mis dudas y aclarado mis pensamientos.Ahora sé que es lo que debo hacer.
Cuando María se va me siento en el suelo y comienzo a llorar como un niño pequeño. Siento una opresión en el pecho, mi sensación me dice que algo va a ir mal. El dolor en mi pecho cada vez es más grande. Sé que la quiero pero no quiero estar con ella porque sé que la voy a hacer daño por el hecho de no recordar nada, absolutamente nada de ella. A veces creo que el destino es muy cruel conmigo por hacerme esto, por tener que hacer daño a una persona a la que quiero tanto y que por culpa del accidente haya perdido la memoria.
Mi cabeza no para de dar vueltas, no para de pensar en todo lo que leído pero el sonido de mi móvil hace que vuelva a la realidad. Lo desbloqueo y veo que es un mensaje de María. Lo leo y mis ojos se abren por la sorpresa, no puedo creer lo que ha puesto en el mensaje. ¿Se ha vuelto loca?
Echo a correr sin saber muy bien a dónde ir o dónde podía encontrarla. Mis ojos se humedecen y no me deja ver muy bien la calle, pero aún así tengo que encontrarla antes de que sea demasiado tarde. Hasta que no la tenga en mis brazos no voy a estar tranquilo.
No puedo dejar de pensar en el maldito mensaje que me ha mandado, ojalá esto nunca hubiera pasado, ojalá todo estuviera bien.
Si la pasa algo yo me muero. Todo es mi culpa.
Me detengo en seco en mitad de la calle para recuperar el aliento. Tengo que pensar con claridad y así poder encontrarla antes de que sea demasiado tarde y cometa la locura que tiene planeada hacer. Cojo el móvil y vuelvo a leer el mensaje que me ha dejado.
"Querido Blas,
Cuando leas esto puede que yo ya no esté. No puedo imaginarme una vida si no es contigo. Por ese motivo me voy, me voy para siempre y para nunca más volver.
Espero que un día encuentres a una chica que te haga sentir mariposas en el estómago y que haga latir tu corazón a mil por hora.
Mi último pensamiento antes de irme de este mundo es para ti Blas.
Te amé, te amo y te amaré siempre."
No sé cómo pero de repente me viene a la cabeza un sitio. Tiene que estar ahí, mi sexto sentido me dice que sí.
Solo espero que no sea demasiado tarde.
Autora:
¡Hola amores!
Espero que os haya gustado el nuevo capítulo y siento que sea tan corto pero hoy no tengo mucho tiempo para escribir.
Espero como siempre vuestros comentarios abajo con vuestras opiniones tanto si os gusta como si no.
Besos, con amor y cariño, vuestra escritora María.
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Un amor de verano || Auryn || Blas √
Fanfiction{Novela Terminada} ¿Qué se puede decir de mi vida? Tengo lo que cualquier chica de 20 años quiere, unos estudios, una familia, amigos... pero en lo que se refiere al amor, de eso nada. Me llamo María y para la edad que tengo no me ha ido muy bien e...