Capítulo 4

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DISCLAIMER


Ni Assassin's Creed ni ninguno de los personajes ligados a este me pertenece, son propiedad de Ubisoft, lo único mío es la historia y los personajes de relleno que salen esporádicamente.

Nota de autor: no merezco llamarme fan ya que no recuerdo a ninguna Adha D: como sea, la historia del pasado entre ella y Altaïr la tuve que inventar ya que no encontré gran información.

CAPITULO IV

Después de un par de días investigando, por fin encuentras el momento ideal para asesinar a tu objetivo, mojas la pluma en su sangre y sales corriendo en dirección al Bureau, desafortunadamente algunas personas se percatan de las salpicaduras de sangre en tu ropa, maldices en voz baja y sigues avanzando sin prestarles atención, llegas a tu destino y apenas entras al patio el sonido de las campanas rompen la tranquilidad de la ciudad.

-Este idiota... Eso significa... Tamir... Le faltan ocho- miras hacia arriba justo cuando la trampilla se cierra.

-Note preocupes por él, siempre regresa...

-Lo sé, es demasiado orgulloso para morir...- entras a la oficina detrás del anciano y le cuentas lo ocurrido, le entregas la pluma, el Dai hace algunas observaciones y luego te felicita. Anota algunas cosas en un trozo de pergamino que después amarra a la pata de una paloma que es enviada de vuelta a Masyaf.

-Llegaracon la noticia antes que tú...

Agradeces y sales al patio de nuevo, un par de horas después las campanas al fin dejan de sonar por lo que el viejo abrió la trampilla nuevamente, estas recostada en la alfombra esperando ver la sombra del asesino en cualquier momento pero no aparecía por ningún lado, minutos después cae de lleno por el agujero estrellándose estrepitosamente contra el suelo.

-¿Novicio?-ves la flecha rota clavada en su hombro- ¡¿Altaïr?! ¿Estás vivo?...¡Responde! Maldición...

Corres al interior por el Dai y ambos salen para atender las heridas del asesino, entre los dos logran sentarlo y el anciano te dice que deben descubrir su torso para descartar que la herida sea mortal.

-No-respondes nerviosamente- No voy a desnudarlo... No tengo interés alguno en verlo sin ropa... Por mi que muera...

-¿Qué estás diciendo?- responde el asesino reaccionando un poco- Ya me has visto desnudo, Mocosa...

-¡Ca...Cállate!... Yo no he visto nada...- reclamas con la cara roja por la vergüenza de que te haya descubierto.

Finalmente logran quitar las prendas, el Dai hábilmente sacó lo que quedaba dela flecha y, aunque se veía aparatosa, no era tan profunda, las demás heridas sólo eran algunos golpes y rasguños superficiales.

-Ya está- dijo el viejo terminando de vendar su hombro- deben lavar sus ropas antes de partir, de lo contrario podrían llamar la atención...

Ambos asienten y el viejo regresa a su escritorio.- Y decías que era yo la que siempre estaba en problemas...

-Eres una cobarde- sonríe con malicia- si fueras más valiente encararías a los guardias...

-¿Y acabar como tú? No gracias... Y no soy cobarde, se llama estrategia...

-Huir es de cobardes...

Te levantas del suelo y recoges las ropas del asesino para lavarlas con las tuyas, al terminar regresas al patio y lo encuentras recostado en tu lugar mirando las nubes, tímidamente caminas hasta él y te sientas a su lado.

-Deberías disculparte...

-¿Disculparme?-te mira confundido un momento y después sonríe burlonamente- Pues perdóname por regresar herido y que tuvieras que verme desnudo...

Agujero de gusano (AltaïrxLector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora