"Serás Mía Pequeña"

Capitulo 25: Atrapados...

CAMILE:

Esto era tan aburrido, digo, una cosa es que me guste leer, pero otra muy diferente es tener que etiquetar todos estos libros, tenía los audífonos puestos, y como estaba sola comencé a bailar, no cantaría, mi voz no es la mejor.
Y en ese momento, mi canción favorita comienza a sonar, así que me pongo como loca a bailar, y aún que no podía muy bien por lo de mi pierna, lo hice.
De pronto choco con alguien de espaldas, grita, grito y cae al suelo tomándose de la silla que atrancaba la puerta.

- ¡No! ¡la puerta! Intente correr a detenerla pero no alcance y se cerro, voltee molesta y con que me encuentro...

- ¿Porque tanto drama por una puerta? Pregunto Connor burlesco levantándose del suelo.

- ¿Que haces aquí?

- Yo pregunte primero.

- Agh. Bufé. - ¡Ayuda! Grite y comencé a golpear la puerta con fuerza.

- ¿Porque no solo la abres y ya? Pregunto despreocupado.

- Imbécil, la puerta no abre por dentro, es por eso que estaba atrancada.

- Oh, entiendo.

- ¿Que es lo que haces aquí?

- Bueno, el profesor Smith me saco de clase, tuve que venir a limpiar estos estúpidos estantes, ¿tu que haces aquí?

- También me sacaron de clase.

- Ohoo,  Camile Adams, la niña buena, fuera de clase.
Rodé los ojos sin decir nada.
- Vamos, no es tan malo, siempre hay una primera vez para todo.

- Solo grita para que nos saquen de aquí.

- ¿y si no quiero salir de aquí?

- Bien, no lo hagas, me da igual. Dije volviendo a gritar.

- Deja de hacerlo. Hablo después de un rato. - nadie te va a escuchar, el conserje que estaba afuera ya se iba, y el es el único que entra por aquí, tendremos suerte si nos sacan mañana.

- ¿que? ¿mañana? no, yo no puedo estar aquí hasta mañana.

- Pues lo siento, pero no ganas nada con gritar, mejor sigue con esto. Dijo señalando los libros. - que aun te queda bastante. Finalizo con una sonrisa.

- Bueno, puedo llamar a Violetta.

- Si, seguro.

- ¡Mierda, no tengo cobertura!

- Entonces no saldremos de aquí.

Trague saliva y camine hacia los libros.
- tu también deberías hacer algo.

- Eso haré. Dijo tomando una cubeta con agua y mojando una jerga comenzó a limpiar los estantes.

El tiempo paso lento, bueno, lentísimo.

Justo por terminar solo tenía que bajar una caja de lo mas alto, y se supone que esos eran los últimos libros que me faltaban.

- ¿necesitas ayuda? Pregunto Connor volteando a verme.

-  No gracias, yo puedo sola.

- ¿estas segura?

- Si, totalmente. Dije logrando alcanzar la caja.

- ¡Cuidado! Grito Connor corriendo hacia mi, soltando la cubeta a un lado y estirando los brazos para sostener la caja.

Abrí los ojos lentamente, ya que los había cerrado, al abrirlos me di cuenta de que Connor estaba muy cerca de mi, así que me moví para salir de hay, pero cuando lo hice, todo el estante se tambaleó.