Castondar |One Shots|

XIII

Mariano odiaba sentirse dependiente de Lucas. Era su novio. Sí. Pero no le gustaba que cuando no estaba con él le agarraba esa desesperación por no tenerlo. Era horrible.

Lucas trabajaba 6 horas por día. Mariano trabajaba 4 horas al día. Y esas dos horas que estaba solo en su departamente literal lo ponían mal. Por ahí algún día aprovechaba para leer un libro, otro simplemente cocinaba o hacía las compras. Pero otros simplemente miraba televisión.

Mariano estaba emocionado. Solo faltaba media hora para que Lucas llegara. Entonces se levantó del sillón y fue a hacer unas compras. Regresó y se quedó esperando a Lucas, sentado, con la mirada perdida, hasta que Lucas por fin atravesó el umbral de la puerta.

-Hola bebé - le dijo Lucas con una gran sonrisa.

-Hola amor - respondió Mariano y se le tiró encima y se lo comió a besos - te extrañe muchísimo.

-Yo también amor. Tuve un día re pesado - se quejó Lucas, a lo que Mariano lo miró a los ojos y le dijo.

-Puedo hacer que tu día mejore amor - Lucas levantó la vista y vio la sonrisa.

-¿De verdad? - preguntó Lucas con curiosidad.

-Por supuesto señor - respondió Mariano con tono militar.

-¿Compraste?

-Obvio que compré - Mariano se levantó hasta la mesita que había al lado del sillón - acá están. Ahora por favor vamos a la habitación que muero de ganas.

Mariano y Lucas subieron a la habitación tomados de la mano. Una vez llegaron se empezaron a besar apasionadamente, como si su vida dependiera de eso. Mariano abrió la puerta y entraron, luego de eso le pegó una patada para cerrarla.

Mariano rápidamente le sacó la camiseta a Lucas sin dejar de besarlo nunca. Lucas pasó a hacer lo mismo con Mariano. Lucas tiró de un empujón a Mariano a la cama antes de tirarse encima y besarlo en la boca, y luego bajar por el cuello hasta llegar a sus pezones y jugar con ellos un rato, mientras Mariano hacía leves gemidos que lo calentaban mucho a Lucas.

El ojiazul subió a la boca de Mariano para darle un beso en los labios antes de bajar sus manos a la brageta de Mariano. Y luego, desabrochó el botón y bajó el cierre para dejar a la vista el boxer negro que ocultaba el miembro medio duro de Mariano.

Lucas empezó a tocar el pene de Mariano sobre el boxer, haciendo que el otro liberara algunos gemidos.

-Hacelo que no aguanto más - le dijo Mariano a Lucas, suplicante. Y entonces Lucas bajó el boxer para ver el miembro duro de Mariano, pero sin dejarlo respirar se lo llevó rápidamente a la boca, succionando cada fibra del pene de Mariano. Chupando la zona sensible de éste, haciendo que deliciosos gemidos salieran de la boca de Mariano.

Luego de unos 10 minutos haciéndole sexo oral a su pareja, Lucas se levantó para que Mariano le baje los pantalones y le haga lo mismo que Lucas le hizo. Entre gemidos y gemidos, Mariano se dio vuelta mientras Lucas se colocaba el preservativo.

-Hacelo despacio, no quiero tener dolor de culo por el resto de la semana - dijo Mariano, riendo y mostrando su perfecta sonrisa.

-Está bien amor, lo que vos digas.

Lucas se acarició un poco el pene, antes de entrar lentamente la cabeza de éste en la entrada de Mariano.

-Dios, es tan estrecho - dijo Lucas y Mariano solo gimió.

El coito se hizo a su paso, e iba aumentando de velocidad, mientras ambos liberaban gemidos que inundaron la habitación. Al ver la cara de placer de Mariano, Lucas empezó a masturbarlo mientras lo penetraba. Supuestamente así se hacía menos doloroso para el penetrado.

-Me voy acorrer - dijo Lucas, finalmente liberando el líquido blanco espeso en el preservativo, mientras salía lentamente de Mariano. Luego de esto se tiró a la cama.

-Dios te amo tanto...