VI

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*Misma línea del 3*

Hacía ya una semana se había encontrado con su ídolo en aquel café. Habían estado hablando un rato y habían quedado en encontrarse en la casa de Lucas al día siguiente.

Mariano estaba emocionado, y nervioso, tenía una gran mezcla de emociones que no podía controlar. Se sentía a gusto igual.

Llegó el día. A la mañana se levantó un poco sudado, había tenido una pesadilla en la que caía hacia un precipicio muy al fondo y eso lo asustó tanto que se levantó de un susto. Miró el reloj: 10:39 a.m. Pensó que era muy tarde así que se apresuró a banarse, elegir su ropa y preparar sus cosas, arreglarse el pelo, afeitarse. Y a todo esto ya eran las 12:03. Tomó su celular, las llaves de su auto y salió de su casa camino a la de Lucas.

Le había dado su dirección y con su celular iba llegando a la casa de Lucas. Hasta que por fin llegó. Era una casa linda, pero simple, no era gran cosa. Mariano suspiró notoriamente antes de bajar de su auto y tocar el timbre. El sonido del timbre era muy alto. Mariano estaba nervioso. Alguien gritó desde adentro "ya voy". Obvio que era Lucas.

Apareció Lucas en la puerta. Estaba con el cabello algo alborotado, pero aún así se veía muy atractivo, como siempre. Lo recibió a Mariano con una gran sonrisa de oreja a oreja.

-Hola Marian - acto seguido lo abrazó, Mariano se tensó pero terminó correspondiendole - ¿todo bien?

-Bien , bien ¿vos?

-Bien, pasa - le hizo un gesto con el brazo para que entrara y Mariano lo hizo. Estaba todo muy ordenado, la casa estaba muy bien decorada - sentate donde quieras. Ya vengo.

Mariano se quedó solo por unos minutos, no sabía que estaba haciendo Lucas. Apreciaba la casa, cada detalle. En un momento sacó su celular y se puso a revisar sus redes sociales.

En un momento le agarró ganas de ir al baño, le gritó a Lucas pero nadie respondía, entonces se puso a averiguar por cada cuarto, abriendo cada puerta. No lo encontró por ningún lado abajo. Subió las escaleras. La primer pierta que abrió era la habitación de Lucas. Era bastante grande, tenía una computadora, la cama obvio, varios almohadones, unos estantes con juguetes, y varias cosas más. Recorrió cada parte de la casa hasta que llegó a la última puerta. Ese tenía que ser el baño. Abrió la puerta y ahí estaba, Lucas, desnudo, recién salía de bañarse. Lucas vio a Mariano y se cubrió con una toalla

-Ay perdón, no sabía que estabas, perdón, yo solo quería...

-Está bien, no importa.

-Si que importa, acabo de verte desnudo.

-Y bueno, espero que lo hayas disfrutado entonces.

-Jaja, sos un idiota. Te espero abajo.

-Dale, ya voy.

Mariano iba bajando lentamente las escaleras, pensando en lo que había visto en Lucas. Su entrepierna lo tenía muerto. No, tenía que pensar en otra cosa, no en el tamaño del pe... No, en otra cosa. Simplemente no podía quitárselo de la cabeza, lo quería, y lo quería solo para él...

Castondar |One Shots| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora