12. Una triste noticia.

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Capítulo dedicado especialmente a mi papá. ¡Feliz día papito!.

....
Ethan se sentó en el columpio contiguo al que se encontraba su padre. Aquellos columpios le traían recuerdos y una sonrisa se formaba involuntariamente en su rostro.

Liam y Molly habían ido a comprar galletas y jugos para sobrevivir al caluroso día que se avecinaba, así que se encontraba solo junto a su progenitor.

—Oye pa'— le habló, algo cohibido.

—Dime— su padre le sonrió.

—¿Me dirás que averiguó Will después del relato que nos contaste ayer?— se atrevió a preguntar. Sabía que tenían suficiente tiempo ya que Molly le había prometido entretener a Liam con unos helados.

Su padre rió. Fue una risa que expresaba algo más, pero Ethan no logró descifrar el que.

—Will aprendió tantas cosas después de eso...— divagó, mirando hacia los árboles que tenían al frente como si se le proyectára unaescena, pero rápidamente se volvió hacia su hijo.—Pero, lo siguiente que aprendió, fue que no todo es color de rosa, Ethan, aprendió que lo que creemos que es nuestra realidad es inestable, y en cualquier momento puede desmoronarse.

Ethan escuchó atento, las palabras de su padre tocando su corazón. Este miró su reloj y acto seguido se frotó las manos.

—Bueno, creo que tenemos tiempo para otra historia.

                            ....

El frío invierno casi desaparecía dejando un nuevo lugar a la primavera que se abría paso a gran velocidad.

Así como las estaciones cambiaban, las cosas iban cambiando para William Carter.

Egg parecía estar ahí para ocupar el lugar de Luis y Will no estaba seguro de si quería que eso pasara, pero eso no era lo que realmente no lo estaba dejando vivir tranquilo, y la razón era, aunque no le gustara admitirlo, Lisa.

Lisa Lahey. Rubia oscuro, de estatura promedio, hipnotizantes ojos azules y un fanatismo por Nirvana.

Lisa Lahey, su novia...

Lisa venía a New York para terminar sus estudios y por ello era evidente que se verían menos. No es que le gustara la idea, pero lo aceptaba, después de todo aún podía verla.

Pero llegó el momento en que el espero que Lisa se acercara y se abrazaran, que pudieran hablar por horas en su habitación o mientras recorrían un parque. Llegó el momento en que Lisa pasó por su lado apenas mirándolo...y luego entró en la habitación de Matt.

Eso se repitió varias veces, prácticamente todas las que la chica vino de visita. Siempre que venía era por Matt, no por el, y eso lo lastimaba.

Buscaba un porque y no lo encontraba, buscaba una excusa y nada le resultaba demasiado convincente.

¿Que acaso Lisa había dejado de quererlo?.

Se encontraba en aquel parque otra vez. Ese que conoció cuando el otoño lo cubría, ese que se había convertido en su único refugio, el único lugar en donde podía pensar con tranquilidad.

—Hola Will.

Se sobresaltó al oír una voz femenina muy conocida, seguida de alguien sentándose a su lado.

—Hayden...— espetó, sorprendido de verla allí.

Ella sonrió. Su cabello castaño le caía liso hasta la mitad de la espalda. Llevaba jeans, su típico sueter rojizo y botas.

Nuestro ayer: "El primer amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora